IMPSA: ¿qué pasó con la deuda venezolana?
En 2014, la empresa, que en ese entonces era controlada por la familia Pescarmona, sintió los primeros cimbronazos económicos por el congelamiento de pagos del Gobierno de Maduro. Recientemente se reanudaron las negociaciones, ¿pero qué pasó con la deuda?
A mediados de 2021, sorpresivamente se reactivaron las negociaciones entre IMPSA, ya controlada por el Estado nacional, y el Gobierno de Venezuela, a raíz de la deuda que mantiene la compañía Corpoelec desde 2014 y que generó los primeros cimbronazos en la empresa mendocina.
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A partir del congelamiento de pagos de Venezuela, sumado a la crisis de una subsidiaria eólica de IMPSA en Brasil, la compañía que era controlada por los Pescarmona tendría que transferir acciones a los acreedores, ingresaría a un Acuerdo Preventivo Extrajudicial y se capitalizaría a través del Estado.
Ya con una amplia mayoría accionaría en manos del Estado Nacional, a mediados del año 2022 IMPSA firmo una adenda al contrato original con Corpoelec, la empresa energética estatal de Venezuela, para reactivar al menos un proyecto hidroeléctrico: Tocoma.
Fue la necesidad de generación de más energía del Gobierno de Nicolás Maduro lo que llevó a Corpoelec a renovar las negociaciones con IMPSA, encargada de proveer 10 turbinas tipo Kaplan de 223 MW, "las de mayor potencia del mundo en su clase".
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Pero, ¿qué pasó con la deuda que tiene Venezuela con IMPSA? Desde la empresa respondieron esta semana que "estamos teniendo reuniones con el cliente (Corpoelec), pero sin definiciones respecto del pago de la deuda ni del nuevo inicio del contrato".
Sobre el monto, recientemente IMPSA incluyó en uno de sus balances que "los saldos remanentes a cobrar de Corpoelec al 30 de junio de 2021 ascienden a 12.174 millones de pesos (unos 125 millones de dólares al cambio oficial de aquel momento)".