Orozco juega al ajedrez con la política

El intendente de Las Heras, Daniel Orozco, sale al ruedo para nuevos desafíos y fortalece la retaguardia con una ampliación de la base política en el territorio, según sostienen desde su sector. Se planta frente al tablero político, pero no para patearlo, sino para jugar.

Un jugador se suma a la carrera por el máximo cargo disponible en Mendoza y no llega para patear el tablero, sino precisamente para desplegar sobre él sus estrategias. Gran jugador de ajedrez en su juventud, su estilo en la política desconcierta. Se trata de Daniel Orozco, quien le arrebató el gobierno Las Heras al peronismo como ahijado político de Julio Cobos, que condicionó a Alfredo Cornejo al máximo hasta convencerlo de que Rodolfo Suarez tenía que ser el candidato a la gobernación y que ahora se mueve solo y confiado, dejando de lado a sus mentores y eligiendo con quién moverse y sumarse.

Nacido en el sector de Causa Nacional que lideró José Genoud, al igual que un virtual competidor interno y otro outsider radical, Luis Petri, Orozco fue candidato a intendente en 1995 contra Guillermo Amstutz y no logró imponerse. Pero volvió triunfal y ahora se le agotaron las reelecciones disponibles, por lo que o salta hacia arriba o cae. Y no parece estar dispuesto a esto último.

Tiene en su equipo a dos posibles sucesores, Fabian "Oso" Tello, su fiel edecán y Francisco Lopresti, el secretario de Obras Públicas. Pero también tiene un Orozco a mano: su hijo, también colaborador en la comuna y ejecutor de sus decisiones, Maximiliano, a quien bajaron de la lista de aspirantes a la Legislatura, algo que no debe haber sido a cambio de nada, sino que debería tener un objetivo distinto a futuro, al menos en la lógica política y de la rosca radical.

En Mendoza, la oposición vendrá por dentro

En la semana que pasó, el jefe comunal reunió a su gabinete para trazar acciones. Quiere ampliar la base política, aun más. Ya ha dividido a todos los sectores que antes hacían pata ancha en la UCR, pero no ganaban las elecciones, y está haciendo lo propio con la oposición. Así reafirmó su triunfo en las últimas elecciones y, con miras a lo que viene, ha planteado cambiar o ampliar el gabinete municipal, con más gente, de más partidos. Nada mejor para asegurarse el inicio de una nueva vanguardia en otras lides que cuidando la retaguardia.

Mientras algunos prefieren verlo jugando a las bochas, con su particular estilo de moverse como le plazca y sin jefes, distintos en otras cosas pero parecidos al fin con Marcelino Iglesias en la actitud, en realidad está en una partida de ajedrez contra los Kasparov de la UCR, y aspira al momento épico. Del otro lado está Alfredo Cornejo, centralmente, y quienes están haciendo precalentamiento para su equipo, Tadeo García Zalazar y Ulpiano Suarez.

De tal modo que en los próximos días, el hervidero en que se ha transformado la comuna cuando corrió la voz de "alteraciones en el gabinete", podrá descomprimirse si se trata de sumar y no podarlo, dejando afuera a alguna gente. Voces cercanas a Orozco hablan de "potenciar la gestión, ampliar la base, aportar a la solidez del equipo", lo que suena diferente a lo ocurrido en Alvear con el intendente Walther Marcolini, que cambió a todos los colaboradores o en Maipú, tras la derrota sufrida por Matías Stevanato, en que produjo un fuerte golpe de timón.

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Sin embargo, los radicales de Las Heras prefieren la expectativa a la paz. Sostienen que no pueden citar a Gieco cuando dicen que es "Orozco, yo lo conozco", porque lo califican directamente de "impredecible". Y de allí su poder, ya sea en el ajedrez o en la política. 

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