Venezuela prohibió el ingreso de gendarmes argentinos para proteger la Embajada en Caracas

Desde que 6 opositores al gobierno de Nicolás Maduro están refugiados en la sede diplomática de Argentina, las relaciones entre ambos países siguen en constante tensión

Crece la tensión entre el presidente Javier Milei y su par Nicolás Maduro por la protección de 6 opositores que pidieron refugio en la embajada Argentina en Caracas al ser perseguidos por los servicios de inteligencia venezolanos. 

El viernes debía viajar una delegación de gendarmes para custodiar a la representación nacional en Venezuela pero el régimen caribeño informó al Ministerio de Relaciones Exteriores que prohibía el ingreso de los gendarmes.

Maduro busca perpetuarse en el poder a través de elecciones amañadas y persigue a todos los opositores al régimen. En ese contexto, Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González y un sexto dirigente cuyo nombre aún no trascendió, ingresaron a la embajada argentina en Caracas. Todos pertenecen a la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática, liderada por María Corina Machado.

Cuando el gobierno comprobó que los opositores eran hospedados por la Argentina, un grupo de tareas de Maduro arrancó los cables de electricidad de la residencia diplomática.

Milei emitió un comunicado ratificando su condena al régimen de Maduro y ordenó que se protegiera la seguridad de los seis opositores refugiados en la embajada argentina. En este contexto, Patricia Bullrich decidió enviar 8 gendarmes que tenían que salir ayer hacia Caracas en dos tandas distintas antes que concluyera el fin de Semana Santa.

El fracaso viaje a Caracas ya había iniciado con un enfrentamiento burocrático entre Argentina y Venezuela. El gobierno de Caracas demoraba la autorización para el ingreso de las armas de los gendarmes, que al final habían decidido volar desarmados para proteger a seis opositores a Maduro. Y como ya no hay lugar en la embajada, los oficiales y suboficiales de la Gendarmería iban a dormir en un hotel ubicado en las cercanías.

Pero ayer a la tarde, la misión a Caracas fue cancelada. Diana Mondino chateó con Bullrich para comentarle que Maduro no permitía el ingreso de los gendarmes alegando la posición política del Gobierno respecto al régimen populista aliado de Irán, China y Rusia. Esa postura de Maduro viola -in totum- todo el articulo 22 de la Convención de Viena.

La ministra de Seguridad contestó a la canciller que había que forzar el ingreso de los gendarmes amparados en la convenciones internacionales. Se trataba de la seguridad de la embajada y de los opositores al gobierno populista. Mondino tuvo en cuenta las razones de Bullrich, pero optó por la vía diplomática para evitar un nuevo conflicto político entre Milei y Maduro.

Bullrich aceptó la perspectiva de Mondino y los gendarmes se quedaron en Buenos Aires hasta nueva orden.

Ahora queda por resolver si los seis opositores piden asilo a la Argentina para obtener un salvoconducto y escapar de Venezuela, o por el contrario, definen permanecer como huéspedes en la residencia diplomática para participar -de alguna manera- de la campaña presidencia el contra de Maduro.

Esta ambigüedad política coloca en una situación incomoda a la Casa Rosada: Milei quiere proteger a los seis opositores, pero no puede permitir que hagan campaña electoral desde la embajada Argentina en Caracas.

Hasta el momento, el gobierno mantiene el status quo a la espera de una salida política que evite una eventual ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela.

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