M. Zandomeni

Pesificación del barril de petróleo: ¿y ahora qué hacemos?

El Estado nacional, con el principal actor del mercado (YPF), deberá tener predisposición para encontrar "el acuerdo menos dañino para todos".

Marcos Zandomeni

El Gobierno del Presidente Mauricio Macri siempre se mostró muy abierto a mantener el libre mercado, y desde que asumió pensó en liberar el precio del Barril Criollo, el cual había sido instaurado por el Gobierno anterior para evitar el aumento de los combustibles, y por ende de la inflación cuando el precio del petróleo subía por temas internacionales.

El ministro Juan José Aranguren, en un momento en que los precios del petróleo internacional cayeron y quedaron por debajo del precio del barril criollo, acoplo el criollo a internacional.

En ese momento, se decidió alinear el precio local, tomando de referencia el precio internacional y volviendo al mundo: al ser un commodity, es atípico evaluar proyectos con precios del barril de petróleo del mercado local.

Pesificación del petróleo: nace el Barril Macri

El lunes 12 de agosto, cuando el precio del dólar subía y el Gobierno de Mauricio Macri decidió no intervenir, los equipos se pusieron a pensar cómo parar inflación, cómo evitar que el incremento del dólar no se traslade a precios.

En este análisis, los combustibles tomaron el centro de la escena, debido a que éstos inciden en la construcción del costo de todos los productos. Al mismo tiempo, los industriales y comerciantes escuchan aumentos de energía/combustibles e inmediatamente aumentan los precios de sus productos, no importa qué vendan o produzcan.

Lo inicial, al conocerse la medida posterior de congelamiento de precios de combustibles/barril de petróleo, fue desconcierto. Jamás la industria que logro tener un ministro y un secretario de Energía suyos, en este Gobierno, esperó semejante medida directa sobre el sector.

Pero lo superior era mantener un país a flote, con el agua al cuello, pero no hundido. No intervenir el precio de los combustibles, y por ende del petróleo, hubiera desembocado en un aumento mayor aún de la inflación y quizás la imposibilidad de lograr terminar los cuatro años de gobierno.

Con esta medida, el Gobierno nacional logró reunir del otro lado a sindicatos, empresas y provincias, todos afectados en lo económico en el corto plazo y por 90 días. Estos sectores rápidamente actuaron para atemperar los impactos.

Los Sindicatos alertaron por la situación, e inmediatamente levantaron la voz: "Que los trabajadores no paguen las desinteligencias del Gobierno¨. Y las empresas dijeron: "Nosotros seríamos los que pagaremos esas desinteligencias".

Las empresas operadoras amenazaron con acciones judiciales y hasta el momento solo Vista Oil, del ex CEO de YPF Miguel Galuccio, habría iniciado esas acciones para cuidar el valor de la nueva compañía.

La mayoría de las operadoras pararon equipos de perforación, principalmente en Vaca muerta. Al día de hoy, de los 81 equipos de perforación que había en el país, quedan 65 en actividad, y el resto está en stand by o dado de baja.

Adicionalmente, las operadoras pesificaron los contratos con sus proveedores. Las empresas de servicios acusaron el golpe y trataron de reaccionar a través de sus cámaras, pero no hubo posibilidad de cambios, solo algunas con insumos críticos para las operadoras han logrado sentarse a evaluar alguna alternativa, pero sin resultados conocidos.

Los Gobiernos provinciales con producción petrolera, algunos fuertemente endeudados en dólares, expusieron sus problemas ante la Nación y trataron de encontrar algún camino alternativo. Chubut, con conflictos por doquier, habría logrado algún beneficio adicional, pero las restantes de la OFEPHI (Organización Federal de Provincias Hidrocarburíferas) nada.

Efectos de mediano y largo plazo

Si el próximo presidente no da expectativas de mejorar los precios, 30% por debajo del precio internacional, se bajaran los equipos de perforación que hoy están en stand by, y algunos más.

Esta baja de equipos llevara a despidos y baja de producción, implicando menos fondos para las provincias y menos dólares de exportaciones, siempre que no se logre algún cambio.

La gran pregunta es cómo hará el próximo gobierno para dar precio y a la vez que no se explote el país con inflación y demás, sin bajar actividad en el sector hidrocarburífero, principal aportante de dólares junto a la soja.

La respuesta que surge al preguntar a gente del sector que pasó muchos gobiernos, representando a empresas operadoras petroleras, y que también le tocó administrar la cosa pública, es lograr un acuerdo entre los actores.

Esto implica reproducir lo que la industria petrolera, los sindicatos, las provincias y la Nación han hecho cada vez que el país necesitó salir de una coyuntura parecida a la actual. El Estado nacional, con el principal actor del mercado (YPF), deberá tener predisposición para encontrar "el acuerdo menos dañino para todos". En ese acuerdo habrá que evaluar retenciones, ingresos brutos, IVA, regalías, precios de combustibles, etc. Y lograr seguir con todos los que forman este tremendo sector económico, generador de actividad económica en el país y de divisas.

*Marcos Zandomeni, autor de esta nota, es consultor del sector petrolero y ex Ministro de Energia y Minería de Mendoza. 

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