En qué andan todos los peronismos de Mendoza y el "tapado" que asoma para 2023

En el kirchnerismo aseguran que Fernández Sagasti no irá por la revancha. Algunos intendentes se posicionan, ¿para candidato a gobernador o diputado nacional?

Mientras que varios radicales ya se lanzaron para dar pelea por la gobernación en 2023, en el peronismo la contienda por esa candidatura adquiere mayor complejidad. Abajo en las encuestas en Mendoza, algunos públicamente intentan posicionarse, más por un deseo personal, aunque probablemente a medida que se acerquen las elecciones aparecerán otros lugares tentadores, como una banca en el Congreso.

Los "perogansos" que Stevanato propuso como candidatos del PJ en 2023

A fines de 2021, uno que se anotó para intentar llegar a la gobernación en 2023 fue el intendente de Tunuyán, Martín Aveiro. Mientras tanto, su colega de Lavalle, Roberto Righi, camina la provincia participando de actos partidarios, de los cuales sólo algunos se hacen públicos. Y los partidarios de Emir Félix, el tercer intendente del PJ que no podrá reelegirse y que se recupera en una clínica de Buenos Aires, también se activaron.

Un dato no menor, que hay que contemplar a la hora de visualizar quién será el candidato a gobernador del peronismo, es que desde el kirchnerismo aseguran que Anabel Fernández Sagasti no irá por la revancha en 2023, después de perder en 2019 frente a Rodolfo Suarez y de quedar segunda en los comicios de senadores nacionales en 2021, detrás del exgobernador Alfredo Cornejo.

Sin embargo, no todo pasa por 2023. Previamente habrá otra disputa que podría tener consecuencias en las generales del año que viene: las elecciones internas del PJ, partido que en 2022 deberá renovar sus autoridades, tras la gestión que aún encabeza Fernández Sagasti. "Hay compañeros que quieren mostrarse activos, pero uno no sabe si es con el objetivo de ser presidente del partido o candidato a gobernador", confió un armador territorial.

El sorpresivo nombre que repiten varios

En ese contexto, surge un "tapado", un dirigente peronista que ocupa un importante cargo nacional y que está incluido entre "los que se anotan", para uno u otro objetivo, para presidente del partido o candidato a gobernador: el titular del INV, Martín Hinojosa.

Ya desde hace tiempo que Hinojosa es un apellido que se repite entre los peronistas que no ocupan cargos y que tienen la tarea de "armonizar" intereses entre los distintos espacios internos del peronismo mendocino. Mientras tanto, desde el entorno del oriundo de Tunuyán lo niegan, misma actitud que adoptaron en diciembre de 2019 cuando su nombre aparecía como virtual presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Hinojosa y Julián Domínguez.

Hinojosa y Julián Domínguez.

A más de un año de las elecciones, todos los nombres son potenciales. Por el momento, hay varios "dando vueltas", pero resulta arriesgado concluir "para qué", como sería el caso de Hinojosa. Seguramente la fórmula peronista para 2023 dependerá de distintos factores, como el lanzamiento o no de una tercera alternativa fuerte, lo que le permitió al partido ganar los comicios de 2007 y 2011, con un PD que sacó más de 10%.

Y si bien desde el kirchnerismo aseguran que Fernández Sagasti no competirá, del lado de enfrente no la bajan de la pelea. "Es la dirigente del PJ que más mide en Mendoza, y la única con llegada directa a Alberto y Cristina. Hoy sería una desventaja, pero no sabés lo que pueda pasar de aquí a un año. En 2009 nadie daba un peso después de la lista de Cobos, y en 2011 terminamos ganando con Paco Pérez", argumentaron.

De todos modos, para llegar a la proclamación de un candidato, falta un largo proceso que el PJ podría resolver mediante la unidad o una competencia interna. En cualquier caso, el kirchnerismo pondrá sobre la mesa un nombre, que dependiendo de la decisión que tome el partido, podría acompañar a un eventual candidato del "peronismo de centro" o competir en una PASO.

El kirchnerismo

Sobre esa mesa de negociación para el armado de listas habrá un amplio debate que excederá a la figura del candidato a gobernador, y que comprenderá una larga nómina para el Congreso, la Legislatura y los concejos deliberantes, donde el kirchnerismo hará valer su poder en los distritos más importantes, especialmente el primero (Guaymallén, Capital, Las Heras y Lavalle), donde se impuso por amplia mayoría en los últimos procesos internos.

Justamente, ese es el principal argumento de Fernández Sagasti para ni siquiera contestar las fuertes críticas que lanzó esta semana el senador de Guaymallén Rafael Moyano, afirmando entre otros puntos que "aunque el kirchnerismo conduzca el partido, no implica que sea la voluntad de la mayoría del peronismo". En este punto, el kirchnerismo ganó por paliza las últimas PASO peronistas en ese territorio.

Por otra parte, si bien hay quienes mencionan a la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis, como una posible ficha kirchnerista para incluir en la fórmula a la gobernación en 2023, en principio hay consenso para que ella y Fernando Ubieta, en La Paz, vayan sí o sí por la reelección en sus departamentos. A lo sumo, podría ser una carta para la renovación de autoridades partidarias.

Los intendentes no kirchneristas

A priori, si el contexto en 2023 no difiere sustancialmente del actual, en el kirchnerismo confían en que la mejor alternativa sería anticipar las elecciones municipales en los seis departamentos que gobiernan y en los casos en que estén habilitados para la reelección -Destéfanis, Ubieta y Matías Stevanato, de Maipú- se presenten para un nuevo periodo. Para el resto de caciques aún no hay "lanzamientos", aunque sí comienzan a posicionarse.

Righi no sólo apareció esta semana en Guaymallén, junto a dirigentes de múltiples sectores no kirchneristas, sino que además ha participado de encuentros informales incluso en la Ciudad de Mendoza. Desde Lavalle no se mueven ni un centímetro del discurso e insisten que hay que hablar de proyectos en lugar de nombres, abriendo las puertas incluso a representantes de otros partidos políticos. 

Distinto es el caso de Aveiro en Tunuyán, que el año pasado manifestó su deseo de ser candidato a gobernador. Por ahora es eso: más un deseo personal que un lanzamiento formal rumbo a la candidatura a gobernador. De hecho, aún lleva sobre sus espaldas la mochila de haber sido jefe de una campaña política que terminó con una fuerte derrota. 

Por su parte, en el estado de situación actual, en el peronismo de San Rafael prefieren centrarse en la recuperación de Emir Félix que en el futuro político a partir de 2023. Al respecto, destacan la evolución del jefe comunal en una clínica de Buenos Aires. A partir de esto, en los próximos días podría regresar para continuar la rehabilitación en el Gran Mendoza

Igualmente, mientras que el jefe territorial se recupera tras una afección pulmonar que lo tuvo un mes en terapia intensiva, hubo sureños en la reunión de esta semana en Guaymallén.

Sin el ruido que hacen los contendientes kirchneristas y albertistas en Buenos Aires, igualmente la convivencia entre los peronismos de Mendoza lejos está de ser óptima, más aún ante un escenario inédito desde el retorno de la democracia: pasaron más de 10 años de la última vez que ganaron una elección provincial. A partir de allí, perdieron en 2013, 2015, 2017, 2019 y 2021, en listas encabezadas por el peronismo de centro y el kirchnerismo. 

¿La sexta será la vencida para el peronismo o el radicalismo se instalará definitivamente como lo hizo en Corrientes?

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