¿Y qué vamos a hacer con una empresa provincial de minería?

Estaba considerado en la derogada Ley 9209. Mendoza crearía una empresa provincial de minería y en medio de las modificaciones a la 7722 y el posterior desarrollo de la actividad, jugaría un rol importante en el sector a nivel provincial.

Sin desarrollo de la actividad, la pregunta es qué vamos a hacer con la empresa provincial de minería, porque a pesar de que la 9209 dejó de existir como tal, esa parte del proyecto tiene altas posibilidades de concretarse. Claro, de la mano del traspaso de Potasio Río Colorado (PRC) a la provincia después de la negociación que se está llevando adelante con los brasileños de Vale.

A medida que pasan las semanas y en medio de la cuarentena la idea tomó más fuerza y hoy -no sabemos mañana- es la opción que según fuentes de Casa de Gobierno, se considera por encima de la posibilidad de sumar un brazo minero a la empresa provincial de energía, Emesa.

Es la opción viable, porque la provincia como tal no puede recibir una concesión minera y para que el traspaso de Vale llegue directo al Estado se creará una empresa estatal que, además de los derechos y toda la infraestructura que se levantó en el departamento de Malargüe, se quedará con alrededor de 30 millones de dólares como parte del acuerdo con la firma brasileña.

Sin embargo, la pregunta que surge es qué se va a hacer con una empresa provincial minera en una provincia considerada antiminera en el mapa del sector a nivel nacional y mundial. La lógica indica que si se va a crear una estructura de ese tipo, sea para fomentar el desarrollo minero. Se trata de algo que en el escenario posderogación de enero parecía imposible, pero que en el contexto actual y en la situación de profunda crisis en la que quedará la provincia tras la cuarentena, no suena descabellado.

Claramente la razón inmediata es una estructura que le permita al Estado hacerse de PRC y los dólares que dejará Vale, pero lo cierto es que no sólo puede servir para eso, porque claramente la opción de reactivar el yacimiento en Malargüe está muy lejos. Es casi imposible conseguir inversores con el panorama del commodity a nivel mundial y la nueva S.A. no tendría el capital para hacerlo por si sola.

Entonces, cabe preguntarse cuál va a ser el objetivo de la empresa estatal a futuro o a qué tipo de minería puede apuntar.

La posible creación de la S.A. minera mendocina coincide con el debate respecto al desarrollo que quiere darle la Nación a la actividad y el rol que pueden jugar las empresas del Estado en ese sentido.

Precisamente, durante las últimas semanas se organizó un seminario virtual sobre Empresas Mineras que organizó la Comisión de Energía, Hidrocarburos y Minería del Partido Justicialista con la asesoría del exministro Marcos Zandomeni. En ese contexto, se escuchó la experiencia de las empresas mineras provinciales, como la que tiene Catamarca.

En un sentido similar, ayer el secretario de Minería, Alberto Hensel, dijo en una entrevista con Télam que "las provincias eligieron constituir sus empresas para tener mayor participación en el beneficio económico de la minería, y a través de las asociaciones es un esquema que hay que fortalecer porque son buenos instrumentos que permiten mejorar el nivel de negociación. No alcanza con recibir inversión extranjera directa. Es necesario un Estado presente mirando la inclusión, e incluso participar en el negocio minero y dar algunos pasos más con el agregado de valor".

De esta manera, el sanjuanino le abrió la puerta la posibilidad de que las empresas mineras provinciales participen como socias de firmas extranjeras en un mercado con un alto volumen de inversión. ¿Será ese el modelo que podría desarrollar Mendoza?

El modelo de socios de inversores extranjeros es valorado por algunos sectores y criticado por otros. Por ahora la empresa se crearía para recibir PRC, pero lo lógico sería que busque desarrollar la actividad en la que se va a enfocar, de lo contrario no tendría sentido.