Federico Gambetta, Alto Las Hormigas y la nueva generación que pasa al frente de las bodegas

¡Buenas a todos! Como había anticipado el domingo anterior, volvimos a la normalidad de las entrevistas, y esta vez el entrevistado es nada más y nada menos que Federico Gambetta, ingeniero agrónomo a cargo del equipo enológico de la bodega Alto Las Hormigas y Colonia Las Liebres, ubicada en la Ruta Provincial 61.

Y sin más prólogo, vamos a la charla y al testeo correspondiente.

- Fede, ¿qué te llevó a estudiar Agronomía?

- Yo al principio quería ser contador o algo de gestión de empresas (siempre me gustó la gestión), pero después vi que para lo que yo quería a futuro me iba a terminar aburriendo. En mi familia tanto paterna como materna tenían bodegas, y otra parte de la familia tiene campo en San Luis, entonces como el campo y la bodega me gustaban mucho decidí dedicarme a la agronomía.

- ¿En algún momento dudaste de ser agrónomo?

- No, es más: de hecho me acuerdo que estando en segundo año de la universidad empecé a trabajar en el INTA. Estábamos estudiando el cambio climático en el Malbec y me mandaron a muestrear un viñedo. Cuando estaba ahí solo en el medio del viñedo con un silencio enorme me di cuenta que mi corazón iba a mil, y ahí me di cuenta que había encontrado mi verdadera vocación.

- ¿Has tenido alguna persona que considerés como tu mentor?

- En realidad no podría decir uno, sino que han sido varios. En el INTA aprendí muchísimo de el Pata Pérez Peña, tenía una innovación y una mente abierta que sorprendía a la hora de investigar. Después en lo enológico y en la gestión de equipos aprendí mucho de Fernando Buscema, que está en la parte de investigación de Catena y Bodega Caro. Hoy en día también aprendo muchísimo de Alberto Antonini.

- Si tuvieses que elegir 3 varietales tintos y 3 blancos, ¿cuáles serían?

- En los tintos sin dudas el Malbec, Bonarda y Cabernet Franc. En los blancos me gusta mucho el Semillon, Pedro Ximenez y el Torrontés.

- ¿Cómo ves a la industria vitivinícola a futuro?

- Creo que esta buenísimo los cambios que estamos viendo, el incentivo al consumo, y veo que los enólogos que se están empezando a hacer cargo de las bodegas tienen entre 30 y 45 años, lo cual es muy bueno ya que el mayor consumo hoy en día está en la gente de esa edad por lo cual se está logrando con mayor facilidad llegar al consumidor. También veo que hay muchísima más diversidad que antes en cuanto a proyectos, vinos, cepas, formas de elaborar y esto nos ayuda a crecer. Y por último nos hemos dado cuenta que tenemos que preocuparnos por la sustentabilidad ya que es algo que está pidiendo todo el mundo.

- Vos llegaste hace 1 año a hacerte cargo de la bodega, ¿qué creés que le has aportado?

- Al margen de estar en la dirección enológica de la bodega, estamos en un proyecto para medir nuestros impactos a la hora de elaborar el vino, de una forma social, ambiental, económica y personal. Tenemos unos coeficientes para poder lograr medir la felicidad de las personas que trabajan en la bodega y poder con el tiempo lograr que esa felicidad sea cada vez mayor. También hemos implementado hace poco el protocolo de sustentabilidad de bodegas argentinas.

- ¿Cuál creés que es la forma de ganar consumidores?

- Salir a la cancha (ríe), estar ahí, aprovechar las redes sociales, pero también que el enólogo y el equipo de la bodega salga y escuche a los consumidores, que cuando se pueda se hagan degustaciones, tenemos que seguir abriendo caminos, en el sentido de seguir buscando cosas nuevas para acercar a la gente cada vez más al vino ya que creo que es la bebida más versátil que existe en el mundo.

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- ¿Hubo un cambio en los enólogos más jóvenes?

- Creo que cada vez entendemos más que los vinos se hacen desde el campo, que los trabajos en la bodega tienen que ser para acompañar esos trabajos realizados en el viñedo, en tratar de que la uva exprese ese terroir sin mucha intervención y que esa intervención que hacemos sea para ayudar.

- Si tuvieses que elegir una persona de difícil acceso, puede ser un personaje de la historia, un famoso o un familiar que ya no esté con vos, para tomarte un vino, ¿a quién elegirías?

- Con mi abuelo, con los ojos cerrados. Nunca lo conocí y él tenía bodegas. Seguramente saldrían buenas charlas y aprendería algunas cosas.

- Contanos un poco cómo nace Alto Las Hormigas.

- En 1995, los italianos Alberto Antonini, reconocido enólogo de Toscana, y Antonio Morescalchi, un joven empresario, hicieron un viaje a Sudamérica para conocer las zonas vitivinícolas. Visitaron ambos lados de la cordillera de los Andes y quedaron fuertemente impresionados por los viñedos que se desarrollaban en grandes altitudes y en un clima desértico como el de Mendoza. Alberto y Antonio regresaron a Toscana convencidos del potencial inexplorado del Malbec, una cepa con una fuerte tradición local pero en general ignorada e incomprendida. Mientras el resto del mundo del vino veía a Mendoza luchando por deshacerse de su imagen de zona productora de vinos a granel, estos dos jóvenes italianos vieron en Mendoza un lugar donde los valores tradicionales del vino y un inmaculado terruño se podían revitalizar con un cuidadoso enfoque de elaboración del vino y una visión más amplia, así nació este proyecto.

- ¿De dónde salió el nombre de la bodega?

- Cuando en 1996 se planto el primer viñedo, los trabajadores se enfrentaron a un duro altercado con las colonias de hormigas locales. La finca está principalmente rodeada por campos incultos con innumerables hormigueros, además las hormigas amaban alimentarse de los tiernos brotes de las vides de nuestras viñas recién plantadas. Como nos negamos a eliminar las hormigas, buscamos maneras naturales para desviar su atención. Nuestros trabajadores comentaban que las hormigas eran las "verdaderas" propietarias del lugar, libres de deambular sin esfuerzo. Por aquel entonces gustó esta original idea de las hormigas como propietarias del lugar y se decidió el nombre de la empresa luego de esta situación inicial. Cuando la vid creció más, las hormigas se mudaron hacia otros lugares en busca de nuevos alimentos.

Degustación

Como Una Liebre En Marzo Espumante.

Varietal: 100% Bonarda.

Método de elaboración: Charmat

Vista: De color rosa tenue, posee burbujas muy finas y elegantes.

Nariz: presenta aromas a frutas frescas rojas que recuerdan la frutilla y la frambuesa, podemos encontrar algunos aromas especiados.

Boca: de entrada equilibrada, buena acidez que aporta frescura, una gasificación un poco menor a la habitual en los espumantes. Re aparecen sabores que recuerdan las frutas nombradas en nariz, con un final agradable en boca.

Opinión personal: Si buscamos un espumante distinto, descontracturado pero de gran prolijidad este es el indicado, ya que en vez de utilizarse corcho venga con una tapa corona nos habla de la idea de la bodega. La cepa no es la normal para este tipo de bebidas pero sorprende para bien el resultado obtenido. Nos encontramos con un espumante de color rosa tenue con burbujas finas. En nariz nos encontramos aromas a frutas rojas frescas que recuerdan la frutilla y la frambuesa. En boca sorprenden sus burbujas suaves, su gran frescura y su jugosidad, de sabores frutados que invitan a tomar más de una copa. Muy recomendado para cualquier ocasión.

Colonia Las Liebres Bonarda

Varietal: 100% Bonarda.

Crianza: Sin paso por madera.

Vista: De color rojo profundo con tonalidades violáceas, de lágrimas finas con caída rápida.

Nariz: Encontramos aromas florales entrelazados con frutas rojas maduras que recuerdan las rosas, la cereza y la frambuesa.

Boca: De entrada equilibrada, posee una acidez que aporta frescura, encontramos sabores que recuerdan las frutas maduras nombradas en nariz y algunas especias como la pimienta negra, de final jugoso.

Opinión personal: Creo que es uno de los mejores Bonarda de su tipo, uno que nunca falla y que cuando queramos probar un típico Bonarda mendocino hay que probar este, al no tener paso por madera nos encontramos la expresión al 100% de la cepa. En nariz encontramos un vino súper aromático que entrelaza aromas florales con frutales. En boca posee una entrada elegante, buena frescura y sabores frutales que recuerdan el dulce de cereza y el de frambuesa entrelazada con sabores especiados como la pimienta negra, de final jugoso. Si tenemos encuentra todo lo antes nombrado y le sumamos su valor en el mercado sin dudas lo convierten en una de las mejores opciones.

Alto Las Hormigas Malbec Reserva

Varietal: 100% Malbec (Valle de Uco, Mendoza)

Crianza: 18 meses en barriles de roble francés (50% barriles nuevos, 50% barriles de segundo uso).

Vista: De color rojo intenso con tonalidades violáceas, de lagrimas finas de caída rápida.

Nariz: Sorprende los intensos aromas a frutas bien maduras como ciruelas, grosellas, frutillas, también encontramos aromas minerales, y presencia de algunos aromas florales que recuerdan a la acacia.

Boca: Entrada equilibrada, taninos redondos, acá podemos notar un poco de salinidad dada por el carácter del suelo, vuelven las frutas maduras con sabores a mora, y arándanos, final de boca mineral agradable y persistente.

Opinión personal: Buen exponente de los Malbec de la zona de Valle de Uco, se nota la madures de la fruta en sus características. Increíble color, aromas muy marcados y que van apareciendo mientras uno disfruta de la copa de vino, en boca interesante salinidad (agradable) con una acidez buena y equilibrada presencia de perfiles a mermeladas y con un final de boca que llama a tomar más de una copa

Altos Las Hormigas Apellation Malbec

Varietal: 100% Malbec (Gualtallary, Valle de Uco)

Crianza: 18 meses en foudres de roble francés, y posteriormente 12 de estiba en botella.

Vista: De color rojo profundo con tonalidades violáceas, de lágrimas gruesas de caída rápida.

Nariz: Nos encontramos aromas especiados que recuerdan el romero, el tomillo, por detrás encontramos frutas rojas y negras frescas que recuerdan la grosella y la cereza, aparecen algunos aromas a olivas y un final especiado.

Boca: De entrada elegante, donde la frescura y los taninos se equilibran y redondean la boca, encontramos sabores que recuerdan las frutas nombradas en nariz, también aparecen sabores especiados que recuerdan sobre todo al romero, con un final salino que aporta jugosidad y alarga el final de boca.

Opinión personal: Es un excelente Malbec. Es un vino que se siente fresco pero de gran potencial otra vez como en las anteriores encontramos las características aportadas por el terruño que aporta una salinidad que a mi gusto da un toque especial a este gran Malbec, un vino sumamente amplio para ser descubierto con tiempo, mientras más lo dejemos expresarse más nos mostrara sus aromas y sabores. Permite ser tomado solo o acompañado de una picada o comida. Creo que es un vino para tener siempre en casa ya que muy difícilmente nos haga quedar mal y que recomendaría con los ojos cerrados.

Agradecimientos

Quiero agradecer a Fede por el tiempo para la entrevista. Fue bueno conocerlo entender un poco más de su visión de la industria y sobre todo fue gratificante encontrarse con alguien que está preocupado no solo por lograr vinos de una altísima calidad sino también por aportar su granito de arena para mejorar y cambiar algunas cosas de la industria. Se nota su preocupación por el medio ambiente y por las personas que trabajan en esta industria, sin dudas alguien que lograra grandes reconocimientos. También agradecer a la bodega Altos Las Hormigas por recibirme, enseñarme las instalaciones y su visión como empresa y por los vinos aportados para la degustación.

¡Salud! Y hasta la semana que viene

Ignacio Borrás