¿El cambio climático afecta a la producción del Malbec?
El 12 de abril serán presentados los resultados de la investigación realizada entre el Vivero Mercier, el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM) junto al Instituto de la Vid y el Vino de España que revelará un hallazgo científico que responde a la pregunta
Luego de 4 años de investigación, el 12 de abril serán presentados los resultados sobre cómo afecta el cambio climático a la uva insignia de Mendoza, es decir el Malbec. El tema es altamente sensible porque el trabajo liderado por el Vivero Mercier, el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM -Conicet-UNCUYO) y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino de España responderá a la pregunta clave sobre si es necesario ir hacia zonas más frías para obtener la calidad que puso a la Argentina en la vanguardia de la producción de los vinos Malbec.
¿Por qué pensar en un proceso que recién podría evidenciarse plenamente en 50 años? "Porque es posible afirmar que el aumento de la temperatura acelera el desarrollo de la vid, altera la interacción entre los ciclos vegetativos y reproductivos y tiene efectos específicos en la uva: acelera la caída de ácidos orgánicos, induce un incremento en la concentración de azúcares, reduce la acumulación de antocianos y limita la maduración fenólica. Es decir, que estas uvas dan lugar a vinos que pueden presentar un grado alcohólico excesivo, baja acidez, baja intensidad de color y caracteres fenólicos verdes", argumentan los investigadores del equipo científico.
De qué se trata la investigación
Si bien los resultados han sido celosamente guardados hasta ahora, cuando empezó la evaluación de la variabilidad genética del Malbec fue tomada como base "la colección de 27 clones de este cepaje que posee el vivero, ubicado en Perdriel, Mendoza. La primera tarea fue la caracterización de estos clones, la cual consistió en observaciones durante tres temporadas, sobre tres réplicas biológicas de cada clon, prestando atención a los estados fenológicos, indicadores de productividad, caracterización físico química de las bayas, -desde envero a madurez-, identificación y cuantificación de la materia colorante, y en la última fase, evaluando las microvinificaciones de cada clon", según explicó en su momento la licenciada Laura Bree, integrante del consorcio investigador y responsable del Departamento Investigación y Desarrollo de Mercier.
En paralelo, se puso a punto la técnica de "Fruting Cutting", que permite a partir de estacas leñosas, obtener un racimo de uva (en un corto período y más de una vez en un ciclo) para así ratificar los resultados que en la colección solo se pueden obtener una vez por temporada.
"Con los avances logrados en la caracterización, se definió un grupo con 6 clones que presentaban un perfil contrastante para al menos dos de los tres caracteres considerados: acumulación de azúcares, tenor ácido expresado como acidez total e intensidad y cantidad de antocianas en las pieles de las bayas", describió la licenciada Bree.
Estos 6 clones fueron los analizados por medio de la metodología de secuenciación masiva de ARN (RNA-seq.) para determinar la correspondencia de la expresión global de los genes con la caracterización fenotípica, indica el informe.
"Previamente, junto al equipo del IBAM, habíamos realizado la secuenciación masiva de ADN de cuatro clones de Malbec, de origen diverso e insospechados de cohabitación: uno español, otro francés y dos argentinos. Esto permitió detectar un conjunto de polimorfismos simples (SNPs) que solo involucran a los clones investigados, permitiendo construir un gran árbol de relaciones entre los progenitores de la variedad Malbec, Prunelard y Magdeleine noire des Charentes y 230 clones de Malbec provenientes de cuatro colecciones. Así se han determinado 5 Genotipos únicos y 9 grupos de Genotipo, (denominados con las letras A hasta la I), de los cuales el más numeroso el Grupo A contiene 94 de los clones estudiados incluyendo la mayoría de los clones locales", aseguró el ingeniero Cristóbal Sola del Vivero Mercier.
Las diferencias entre clones se manifiestan en una pequeña y limitada cantidad de polimorfismos genéticos (aproximadamente 200), no así entre variedades, que suman cerca de dos millones de SNPs. Esta experiencia novedosa en la investigación clonal, ha requerido que se deba determinar "de novo" el genoma de Malbec, ya que el genoma de referencia utilizado hasta el momento corresponde al genotipo PN-40024, derivado por retrocruza de variedad Pinot Noir y descifrado en el año 2007. Con la colaboración del equipo del ICVV se ha completado la determinación del genoma de Malbec y solo resta el "ensamblaje informático", para que llegue a ser publicado.
"Con el "propio" genoma de referencia Malbec, pudimos ultimar los estudios y correlaciones entre los diferentes Biotipos (clones) y establecer cuáles son los mejor adaptados ante un nuevo escenario de "Cambio Climático", y en qué parte del genoma se encuentran los polimorfismos que explican tal adaptación", aseveró el ingeniero Daniel Bergamin, miembro del equipo de investigación.
En contexto
Desde finales de los ?90, Vivero Mercier está abocado a la investigación y desarrollo comercial de diferentes selecciones masales y clonales de Malbec (La selección masal y la selección clonal son dos métodos de selección de vides. La selección masal busca aumentar la cantidad de individuos con características deseables en una población de plantas. La selección clonal, por otro lado, busca obtener clones específicos).
Con el auge de las exportaciones y la preferencia de los consumidores por el Malbec, llegó el reconocimiento como variedad de nuestro país. Como consecuencia, se evidenció un notable incremento de la superficie implantada y se amplió la diversidad de demandas, de diferentes nichos y mercados. A los requerimientos cualitativos de esos primeros años, se fueron incorporando los cuantitativos y en los últimos diez años, también se puso el foco en los aspectos sanitarios, fundamentales para la sustentabilidad de los viñedos en el tiempo.
"En 2016, incorporamos un nuevo aspecto en nuestras metas de investigación, para intentar dar respuesta al interrogante: cómo el Malbec sería capaz de enfrentar el inminente "cambio climático", en Argentina. Frente a la clara tendencia del calentamiento global, las opciones pasaban por la "deslocalización" de buena parte de los viñedos hacia zonas más frías, o buscar -dentro de la variabilidad propia del Malbec-, clones adaptados a las probables nuevas condiciones", explicó el ingeniero Cristóbal Sola, de Vivero Mercier Argentina y director a cargo de las recientes investigaciones.
Anticipándose a estos escenarios, Vivero Mercier Argentina y Bodegas Roda de España se pusieron a la vanguardia de la investigación sobre la diversidad genética existente en variedades de vid «bandera» en Iberoamérica: Malbec y Tempranillo, a través del proyecto de cooperación Iberogen. En 2017, fue aprobado el proyecto y contó con financiamiento por parte de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
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