Devaluar sin devaluar

Todo parece indicar que el presidente Milei va en la senda correcta. Bajar costos impositivos y laborales para ganar competitividad. El análisis de Sebastián Laza.

Sebastián Laza

En un contexto donde la economía argentina viene mostrando una marcada desaceleración inflacionaria, surge un desafío histórico: recuperar la competitividad sin recurrir a la técnica clásica de la devaluación abrupta del tipo de cambio. La expresión "devaluar sin devaluar" surge como una alternativa pragmática que apunta a reducir costos internos, especialmente impuestos y cargas laborales, para estimular la producción y el empleo.

Bajar Impuestos como Estrategia Competitiva

Uno de los pilares de la estrategia para "devaluar sin devaluar" radica en la reducción de la carga impositiva. La estructura tributaria argentina es una de las más complejas y pesadas de la región, lo que impacta negativamente en la competitividad del sector productivo. Algunos puntos destacados son:

  • Impuestos nacionales distorsivos: retenciones a las exportaciones, impuesto al cheque, entre otros, diseñados originalmente como herramientas fiscales, funcionan como un desincentivo directo a la producción y exportación. Reducir o eliminar estos tributos se torna urgente.

  • Impuestos provinciales y tasas municipales: La superposición de tributos locales agrega costos significativos para las empresas.

  • Bases imponibles disminuidas: Altos niveles de informalidad se derivan de una presión impositiva excesiva, lo que quita recaudación potencial.

Una reforma fiscal orientada a reducir impuestos que afectan directamente la producción podría traducirse en una mejora sustancial de la competitividad de las empresas nacionales, especialmente en los mercados internacionales. El reciente discurso presidencial apuntó directamente a este tema como meta ineludible para 2025.

Flexibilización de Costos Laborales

Otro componente clave de esta estrategia es la reducción de los costos laborales no salariales. En Argentina, los costos laborales suelen estar entre los más altos de la región debido a:

- Aportes patronales y cargas sociales excesivas.

- Altos niveles de regulación que dificultan la contratación y desvinculación de trabajadores.

- Costos de litigiosidad laboral que generan incertidumbre jurídica para las empresas.

La implementación de medidas para reducir estas cargas no implica necesariamente una precarización del empleo, sino una flexibilización que facilite la formalización laboral, complementando con:

  • - Establecimiento de incentivos fiscales a empresas que generen nuevos empleos formales.

  • - Reducción de cargas patronales para sectores estratégicos.

  • - Reformas en convenios colectivos que permitan adaptar los costos laborales a las realidades sectoriales y regionales.

Beneficios y Riesgos de "Devaluar sin devaluar"

Beneficios:

  • Mayor competitividad externa: La reducción de costos internos (laborales e impositivos) permitirá a las empresas competir mejor en los mercados internacionales sin necesidad de una devaluación que afecte los precios internos y la aún precaria situación social del país.

  • Fomento de la inversión y el empleo: Menores costos laborales e impositivos podrían incentivar a los empresarios a invertir y contratar personal.

Riesgos:

  • Impacto fiscal inmediato: Una baja de impuestos podría generar un aumento del déficit fiscal si no es acompañada por una mayor recaudación derivada del crecimiento económico, o bien una baja adicional del gasto público.

  • Resistencia política y social: Las reformas laborales y fiscales suelen generar tensiones con sindicatos y sectores políticos.

  • Efectos desiguales: Sectores que dependen del mercado interno podrían no beneficiarse de estas medidas de manera inmediata.

Para finalizar

"Devaluar sin devaluar" es una estrategia que apunta a reconstruir la competitividad de la economía argentina sin recurrir a herramientas clásicas que podrían generar desconfianza y presiones inflacionarias. No obstante, su éxito depende de la implementación de un plan integral que incluya estabilidad macroeconómica, reformas tributarias y laborales, rediscusión de gasto público entre los distintos niveles de gobierno y un acompañamiento político y social.

Argentina necesita transitar un camino hacia una economía más competitiva, formal y productiva. Este enfoque, lejos de ser una solución mágica, representa una oportunidad para sentar las bases de un crecimiento sostenible, basado en incentivos para producir, invertir y generar empleo, como hacen los países que les va bien en el mundo. ¿Será este el inicio de una nueva etapa para la economía nacional? Todo parece indicar que el presidente Milei va en la senda correcta.

Esta nota habla de: