Apuntan a la vacunación para garantizar la cosecha 2022 en Mendoza

El año pasado, las restricciones a la circulación complicó la llegada de trabajadores golondrina. Para esta temporada, colocarán puestos estratégicos de vacunación.

El año pasado, por las restricciones que había aún en cada provincia debido a la emergencia sanitaria, fue compleja la llegada de trabajadores golondrina que, cada año, vienen a Mendoza para realizar la cosecha. Como la situación epidemiológica es dinámica en Argentina, y ya es sabido cómo funciona la pandemia, la idea fue conocer qué se prevé para esta temporada.

Por ello, Memo dialogó con el Subsecretario de Agricultura y Ganadería, Sergio Moralejo, con el fin de conocer cómo están planificando la cosecha vitivinícola 2022. "En general no hay ninguna restricción este año para que vengan de otras provincias, con lo cual van a poder ingresar los trabajadores. Las empresas contratan de modo organizado y van prestando servicios en las distintas fincas, tienen su logística ya establecida para funcionar", comenzó destacando.

En ese sentido, Moralejo comentó que recientemente tuvieron una reunión con la ministra de Salud, Ana Nadal, las cámaras empresarias y departamentales, Acovi, Bodegas de Argentina y todas las entidades del sector. Allí, se definió que colocarán estratégicamente puestos de vacunación contra el coronavirus.

Apuntan a la vacunación para garantizar la cosecha 2022 en Mendoza

"Si bien es voluntaria la inoculación, la idea es que esté a disposición de los obreros migrantes que vengan a trabajar. Por una cuestión de salud pública, de cada uno de ellos y para proteger a la población laboral de cada uno de los establecimientos para que no haya contagios masivos ni caída de mano de obra", subrayó el funcionario.

Qué se cosecha y cuántos trabajadores se necesitan

Respecto a la cantidad de obreros, a la dinámica de trabajo y a los lugares de los que provienen, el subsecretario también brindó detalles. En general, son cosechadores que provienen de Tucumán, Jujuy, Salta y Santiago del Estero, en menor proporción: "Son unos 10 mil trabajadores, aunque cuando tuvimos la dificultad de que vengan de otras provincias en temporadas pasadas (justamente por la pandemia), se incorporó una buena masa de trabajadores locales".

Además, el titular de la subsecretaria que depende del Ministerio de Economía y Energía, agregó que "se necesitan obreros que ya estén capacitados para hacer el trabajo por el corto tiempo que hay. Igualmente, hicimos capacitaciones con Soeva Maipú, es gente que sabe lo que hace. Eso disminuye costos y a la vez mejora el ingreso del trabajador que hace rendir su trabajo durante cada jornada".

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Sobre cómo es la llegada de estos obreros a Mendoza, Moralejo explicó que la primera parte comienza a llegar con otros cultivos, como el ajo, el durazno, la ciruela y se van incorporando paulatinamente. El punto de inflexión, cuando llega la mayor cantidad de trabajadores, es en febrero y marzo con la vitivinicultura, que en algunos años se extiende a abril.

Las heladas, su afectación económica y el plan de mitigación

Otro de los puntos importantes que hay que tener en cuenta desde lo productivo-económico es cómo afectan las contingencias climáticas. Al respecto, el funcionario provincial recordó que hubo heladas muy fuertes en la zona sur de Mendoza, sobre todo en San Rafael y General Alvear.

"El 4 de octubre hubo una tardía que produjo mucho daño porque ya está la floración y se quema la yema de la planta. Allí, se disparan los mecanismos de asistencia como seguro agrícola, emergencia y se postergan los pagos. Ahora, estamos armando un paquete de financiamiento a través del Fondo de la Transformación para otorgar préstamos a productores que lo precisen para enfrentar el año en términos de capital de trabajo. En términos estadísticos, siempre las heladas son las que más afectan la producción", se explayó.

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Concretamente, sobre el impacto económico, explicó que depende mucho del cultivo y del daño que se ha producido con la contingencia climática. "Por ejemplo, una finca que se afectó al 100% y tiene un rinde de 20 mil kilos, se ve muy afectada claramente. Pero, el vecino, al que lo afectó un 30%, por la caída de producción el precio de la ciruela se multiplicó por cuatro. Entonces, el efecto económico en términos globales no es absoluto si no relativo frente a lo que es el daño personal. Porque cuando baja la cantidad de hectáreas cultivadas, naturalmente aumenta el precio y se supera la media del mercado. Pero el daño es importante. Para este 2022 vamos a trabajar en un proceso de mitigación de heladas a largo plazo", cerró adelantando Sergio Moralejo. 

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