Con baja adhesión, el Gobierno prorrogaría el canje de deuda

De acuerdo a información por ahora extraoficial, sólo el 35% de los acreedores aceptó la que el Gobierno denominó como la última oferta de la Argentina. Cambiará de opinión o se mantendrá firme en esa postura, esa es la duda que se espera resolver en los próximos días.

Cuando el grupo de acreedores que rechazó la última oferta de canje de deuda del Gobierno dijo que tenía el control de una parte importante de los bonos, específicamente del 60%, al parecer no mentía. De acuerdo a cálculos que por ahora se mantienen como extraoficiales, la oferta que el Gobierno denominó como la última que puede hacer la Argentina sólo alcanzó el 35% de adhesión entre los acreedores. De este modo, volvió a fracasar la reestructuración propuesta por Martín Guzmán.

Según datos de Clarín, Los bonistas que tienen sus títulos registrados en el mercado local ingresaron masivamente al canje, con lo que la parte argentina del canje obtuvo el 95% de adhesiones, pero sólo equivalen al 9% de los bonos canjeables.

Los bonos que están registrados en el extranjero representan un total de 58.968 millones de dólares (el 91% del total de bonos canjeables) y de ellos sólo el 26% adhirió a la oferta del Ejecutivo. Con lo que son sólo US$17.000 millones de un total de US$64.800.

Aunque se trata de un porcentaje muy por encima del 15% que consiguió en la primera oferta, Guzmán no alcanza los pisos que había fijado en la cuarta oferta. momento en se comprometió a que no avanzaría en el canje si no alcanzaba un umbral mínimo general de adhesiones del 66,66% del total de los bonos o el 50% en cada emisión. Ninguna de las opciones se dio.

Con ese panorama se da por descontado que el Gobierno ampliará el plazo de la oferta que vence el martes, pero la duda que surge es qué piensa hacer en ese tiempo si él y el presidente dijeron que no se moverían un peso de esa oferta y sería la última.

La diferencia entre lo que piden los bonistas y lo que ofrecía el Gobierno al inicio de la negociación era de US$18.000 millones. Con la mejora de las ofertas por parte de Guzmán esa diferencia se redujo hoy a los US$3.000 millones, la que para algunos especialistas es mínimo porque cerrar esa brecha sería un esfuerzo fiscal de 0,15% del PBI durante 10 años. 

A favor, se cerraría la negociación, se recuperarían los bonos y se bajaría el riesgo país de cara a la pospandemia.

Ahora la expectativa se centra en lo que hará el Gobierno y en los anuncios de los próximos días, donde se definirá si se mantiene la postura de que es la última oferta o se va avanza con algún ajuste en lo que la Argentina está dispuesta a entregar.

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