Asesinado en El Calafate: Fabián Gutiérrez, de cadete a millonario
Sus negocios crecieron alrededor del turismo, la construcción y gastronomía, venta de autos, el lavado de ropa y los juegos infantiles para niños. En los papeles figuraban mayormente a nombre de la familia, según se verificó. Los vehículos de alta gama eran su debilidad.
El ahora desparecido Fabián Gutiérrez fue cadete de la Caja de Servicios Sociales, una obra social de la provincia de Santa Cruz donde su madre, Teresa García, alcanzó el cargo de funcionaria. Eso fue en 1994. Al año siguiente ya formaba parte del riñón y la confianza de Néstor Kirchner.
Hacia 2005 creó la firma Patagonia Gourmet, dedicada a la explotación de bares, confiterías, panaderías y restó. Obtuvo la franquicia de "Havanna" en El Calafate.
El diario La Nación lo describió como "un hombre de hablar bajo y trato afable. Siempre informal: de zapatillas y camperas sport".
Cristina Kirchner lo incorporó como uno de sus secretarios cuando fue electa presidenta de la Nación. Comenzó a verse la ostentación: construyó una fastuosa casa "inteligente" de más de 800 metros, con pileta de 25 metros cubierta y climatizada, que él dijo que valía 300 mil dólares pero el mercado la valuaba en un millón de dólares.
Luego se alejó de los Kirchner.
Vivía entre El Calafate, Puerto Madero, Río Gallegos y Tierra del Fuego.
Sus negocios crecieron alrededor del turismo, la construcción y gastronomía, venta de autos, el lavado de ropa y los juegos infantiles para niños. En los papeles figuraban mayormente a nombre de la familia, según se verificó. Los vehículos de alta gama eran su debilidad.
En 2017 se le inició una causa por posible lavado de activos y el fallecido juez Claudio Bonadio lo procesó en la creencia de que la fortuna de Gutiérrez formaba parte del mecanismo de recaudación que abrió la causa llamada "los cuadernos de la coima".
Cuando el exfuncionario José López fue detenido con los bolsos, en una escena que solo podría imaginarse en las películas, dijo a la Justicia que había recibido un llamado de Fabián Gutiérrez para mover el dinero de lugar.
El periodista Diego Gabot, revelador de "los cuadernos de la corrupción", describe textualmente las confesiones de Gutiérrez ante el juez Bonadio y el fiscal Stornelli en octubre de 2018, en calidad de testigo "arrepentido" tras ser detenido.
"Pasada una semana de la asunción presidencial Kirchner me convoca a su despacho y me dice que mi tarea concreta sería el acompañamiento de la primera dama. Yo no recibí muy gustoso esa tarea. Dado el carácter que tenía la senadora, nadie quería trabajar con ella. Mi tarea junto a Cristina era acompañarla a todos lados, de sol a sol, porque yo estaba solo con ella. Tenía un solo franco al mes", dijo el exsecretario de la entonces senadora y primera dama.
Luego siguió. "También la acompañaba a los viajes oficiales como primera dama. En esas ocasiones la acompañaba cuando iba de compras. Ella elegía lo que quería comprar y luego iba yo con el dinero y lo retiraba. Las sumas rondaban entre los cuatro y los seis mil dólares por cada viaje. Renuncié el 25 de mayo de 2005, cuando volvíamos de Jerusalén. Yo fui al baño y ella me requirió y no estaba. Discutimos y renuncié. Estaba muy cansado, estuve 4 meses sin francos".
"Ella como primera dama tenía un despacho al lado del de Kirchner. Iba por las noches y en esos momentos podía ver a José López y Ricardo Jaime. José López venía con más frecuencia llevando bolsos. Respecto de Jaime era frecuente verlo con una mochila. Una vez que se reunía con Kirchner, con lo que traían esas personas, Muñoz se retiraba por tierra", agregó. Habló varias veces de bolsos y dijo que jamás vio qué tenían.
Señaló que, cuando Cristina Kirchner estaba por asumir como presidenta, lo volvieron a llamar. Entonces, dice, no tuvo funciones específicas. Le tocaba acompañar al matrimonio, en especial, a la entonces presidenta. Iba y venía a Santa Cruz en el Tango 01. "Muñoz, la mayor parte de los viajes, llevaba las valijas con candado. Era el único que las tocaba y permanecía en la parte trasera del avión, pasando el área presidencial, entre el área que solían ocupar los periodistas y la cocina. El equipaje del matrimonio presidencial viajaba en la bodega del avión", relató.
Añadió: "Cuando llegábamos a la residencia de El Calafate, cuando llegaba Muñoz, Kirchner nos hacía retirar. En esa casa yo no vi bóvedas, pero existía un lugar bajando la escalera donde había una puerta placa color blanca, cerrada, donde siempre decíamos los secretarios que ahí estaba la historia, en relación al lugar donde se guardaban los bultos. Era el único lugar de la casa al que no tenía acceso, siendo que me desplazaba con absoluta libertad por toda la casa".
Contó que en Río Gallegos pasaba algo similar. "Cuando llegaba Muñoz nos hacían retirar a todos por una hora", dijo. Luego se explayó. "Al lado del gimnasio había un lugar de similares características al de El Calafate que relaté", agregó.
López lo había aludido como la persona que le había entregado los bolsos. Había declarado López: "El dinero de los bolsos no era mío, era de personas de la política. Era de personas vinculadas a la política de las cuales no puedo hablar. No es una persona, sino varias. Ni yo mismo sé quiénes son todos, ni quiero saberlo". Y sostuvo que los casi nueve millones de dólares que llevaba se los dio Fabián Gutiérrez.