Por qué agosto será un mes clave para intentar inundar de vino mendocino Estados Unidos
Mendoza está acordando con pymes productoras vitivinícolas una estrategia para llegar a tiempo a la época de máximo consumo de vinos en los Estados Unidos, y a la vez, lanzarse a las góndolas de una cadena de supermercados que recibe 18 millones de personas cada día.
El consumo de vino en Estados Unidos es de aproximadamente la mitad por persona que en Argentina: en promedio cada uno toma 11 litros al año. Si bien durante la cuarentena las licorerías -principales centros de venta de vinos- permanecieron activas en la mayoría de los Estados, la bebida que los vitivinicultores necesitarían que se venda más no es la vedette de la cuarentena, sino las espirituosas, principalmente. Los vinos tal como los que produce Argentina para el mercado estadounidense, tienen su momento especial entre octubre y diciembre, durante las fiestas de fin de año y, centralmente, en noviembre, para Acción de Gracias.
El año pasado, antes de que alguien pudiera imaginar que lo que está sucediendo a nivel global con la pandemia pudiera darse fuera de la ciencia ficción, Estados Unidos superó al Reino Unido como principal importador de vino, medido por el volumen. Es así que EEUU importó más vino que nunca en 2019 al crecer un 7% hasta los 1.232 millones de litros. También alcanzó un máximo histórico en valor con 6.211 millones de dólares, en este caso creciendo apenas un 0,2%, al bajar el precio medio un 6,4% hasta los 5,04 dólares por litro.
Este año las bodegas mendocinas están buscando unirse en una estrategia común junto a ProMendoza para desembarcar no bien la situación sanitaria lo permita para llegar a tiempo a las mesas en las especiales fechas de consumo a fin de año.
Pero también es cierto que nadie compra lo que no le llama la atención, y que en una sola licorería pueden convivir miles de etiquetas. De allí que en la Vinexpo de Nueva York reciente, uno de los pocos eventos del sector que no fueron cancelados por la expansión del coronavirus, un equipo de Mendoza avanzó en una nueva modalidad de promoción con la esperanza puesta en las ventas.
ProMendoza aprovechó la oportunidad para reunirse en la ahora muy afectada Nueva York con la empresa Lovemark, para conocer servicios de logística, comercialización y la organización de tasting en puntos de ventas de la costa este de EEUU, en beneficio de empresas pequeñas y medianas que comienzan a exportar o desean crecer en ventas.
No es tan sencillo ni libre distribuir y conseguir vender un vino en Estados Unidos. En primer lugar, porque cada Estado tiene su propia legislación particular, por lo cual hay que intermediar con conocedores capaces de penetrar en el mercado interno. Y además, porque hay un sistema rígido de mayoristas y minoristas que respetar para poder llegar a la góndola de un supermercado o una licorería.
La política de apertura de hubs logísticos en países clave, que tendrá su próximo paso en Brasil, también incluirá "en cuento se pueda" a Estados Unidos, acompañado con un seminario promocional que ya tiene fecha para mayo.
El centro de distribución de Mendoza estará en la costa este y afrontará a la vez la distribución y comercialización dentro de ese país. La alianza de ProMendoza estaría dada con Kroger, la segunda cadena de supermercados más grande de EEUU después de Walmart, con unos 3 mil locales en todo el territorio y con unos 18 millones de personas pasando por sus tiendas cada día. "Pasa media Argentina cada día", se entusiasman en el organismo público privado que tiene Mendoza para promover y concretar exportaciones. Y no es para menos.
Ese sería el salvoconducto ideal que concentraría todo lo que hace falta para aprovechar una oportunidad clave: desde octubre del año pasado el gobierno de Donald Trump les cobra a los vinos de Europa un arancel de 25% y los ha encarecido notoriamente. Los principales medios, como The New York Times, ya están girando la vista hacia productos de "otros lugares", tal como podría sinceramente ubicarse a la Argentina en sus preferencias y conocimiento. De hecho, en sus columnas de vinos ya se enumeraron varias listas de buenos productos argentinos a lo que ellos consideran un "bajo precio",
El hub con el que Mendoza se moverá, muy probablemente, ofrecerá una catarata de degustaciones, por lo que después del seminario de mayo se piensa estar llevando muestras en julio, para poder llegar a tiempo para el único boom de consumo de vinos que empieza a sentirse ya desde agosto y estalla en noviembre.
Las expectativas están centradas básicamente en pymes exportadoras, pero también hay posibilidades de colar otros productos alimenticios. Hasta ahora, los hubs logísticos han resultado una buena estrategia para acopiar y distribuir los productos. El de Estados Unidos llegará luego del de Amberes (Holanda), Shanghái (China), Guangzhou (China), Dubái (Emiratos Árabes Unidos), Los Andes (Chile) y el próximo que se abrirá en Brasil, en donde el seminario promocional se realizará en formato virtual el 5 de mayo próximo.