Los peligros de una brecha alta entre el dólar oficial y el blue
La divisa oficial está casi 90% por debajo del dólar paralelo, situación que genera una serie de inconvenientes.
El dólar blue llegó este lunes a $186,50. El mayorista cerró a $98,63 y el "solidario" quedó en $171,90. En el caso del blue, la brecha es hoy del 89%. El dólar "contado con liquidación" (CCL) con un precio alrededor de los $175 llevó la brecha al 77%.
La brecha es en el dólar SENEBI (Segmento de Negociación bilateral), que es una versión "libre" del CCL. Rondó hoy los $195, con lo que se convirtió en el dólar más caro y llevó la brecha hasta el 97,7%.
Las preocupaciones pasan en que no siga ampliándose la distancia entre el billete fijado por el Banco Central y el libre, porque esto puede acarrear que haya movimiento en los precios de la economía que miran más al dólar blue.
Justamente, los analistas consultados sostienen que el principal problema no es cuánto más pueda aumentar la brecha, sino cómo lo haga y el margen de maniobra que tenga el Gobierno para salir del problema. De acuerdo a los expertos, una brecha amplia no sólo es una cuestión financiera del país, sino que también en el corto plazo impacta en la calle y en el día a día de los argentinos.
Mariela Díaz Romero, Economista Senior de la consultora Econviews, dijo a iProfesional que "la brecha hace que el Banco Central pierda reservas interviniendo. Además, eso genera entonces expectativas de inflación más altas en el futuro, porque las mismas esperan un salto cambiario. Una brecha de 80% es muy alta".
Roberto Geretto, economista jefe del Banco CMF, dijo que la brecha trae las "tentaciones" de imponer restricciones cambiarias.
"Una alta brecha desincentiva la liquidación de exportaciones al tipo de cambio oficial, e incentiva adelantar cualquier tipo de importaciones. También, distorsiona la decisión de ahorro, ya que por más que se ofrezcan mayores tasa de plazos fijos, el público seguirá demandando los u$s200 por mes para ganarle a la brecha con el dólar oficial", resume Geretto.
De esta manera, afirma que, si bien no hay un número exacto para determinar qué es una brecha tolerable, en niveles menores al 20% podría ser "convivible" para la economía, pero ciertamente la actual de más de 70% "no es sostenible".
La conclusión es que la economía argentina podría operar con una brecha más alta, el gran problema es que cada vez se acumularían más distorsiones y trabas que impedirían un funcionamiento fluido de la actividad. Y, por consecuencia, empeorarían cada vez más la situación.