¡Tomá, para vos que desprecias las vacunas chinas!
En la última semana escuchamos a los críticos de las vacunas chinas que las apuntan por su efectividad. Lo curioso es que son los mismos que hacen fila para ponerse la antigripal sin pedir ningún porcentaje.
Hablar es gratis y desde que se masificó el uso de Internet vivimos lo bueno y lo malo que permite la red de redes. Como reza el dicho, lo bueno es que cualquiera puede escribir (u opinar) y lo malo es que cualquier puede escribir. Por eso, es fundamental que hablen o escriban los que saben, o que consultan fuentes que saben.
Esta semana nos cansamos de ver supuestos expertos en epidemiología y vacunación hablando de las vacunas chinas y, de paso, generando temor en la población que fue inoculada con el compuesto de Sinopharm en el país y menospreciando el uso del compuesto de Sinovac en Chile.
Lo curioso, es que muchos de los que miraban por encima del hombre diciendo que tiene una efectividad del 50% se apresuraron a anotarse para recibir la vacuna antigripal en la campaña que se inició esta semana o pidiendo turnos en los vacunatorios locales.
La sorpresa para todos ellos es que esas vacunas que se están aplicando -además que de tener altas probabilidades de ser chinas- históricamente cuentan con una efectividad entre el 40% y el 60%. Aunque tienen muchísimos años de desarrollo, no alcanzan la efectividad que hoy le piden a las vacunas contra el covid-19. Sin embargo, nadie las cuestiona porque no hay dudas que han salvado millones de vidas y nos permiten hacer una vida normal con un virus circulante año tras año.
Un artículo de Daniel Mediavilla en el diario El País de España, señala -por ejemplo- que en un año bueno, la vacuna de la gripe protege a entre el 50% y el 60% de quienes la reciben. En 2018, apenas llegó a un 25% de eficacia en España.
Seguramente a muchas personas esto les puede llamar la atención, pero no a los especialistas en el tema que se toman con calma y hasta se ríen mucho de las opiniones que muchos periodistas damos en pantalla sin tener la menor idea que estamos hablando burradas.
El ejemplo de las vacunas contra la gripe, que llevan décadas de desarrollo y que tienen ese nivel de efectividad con campañas exitosas en muchos países, puede ser el que nos muestre el camino que podrían seguir las vacunas contra el covid-19. Es que las vacunas antigripales están en constante estudios y suman cualidades permanentemente contra variantes específicas, como la AH1N1.
Por eso, cuando fue consultado por el tema en radio Mitre Mendoza, el infectólogo Hugo Pizzi, dijo que si la efectividad se eleva a 50% no hay problema "porque nosotros hemos usado en Argentina antigripales en ese rango y nos fue bien", ya que al vacunar mucho se forma el efecto rebaño. Igualmente hizo hincapié en la baja protección que puede generar una sola dosis de Sinovac, algo que en Chile no se da porque se están dando ambas dosis.
Entonces, ahora que todos somos expertos en vacunas, estaría bueno que nos pusiéramos a leer un poquito para tratar de no generar pánico entre la población haciendo diferencias entre una y otra vacuna cuando durante años nos pusimos dosis sin saber efectividad y origen. Si en ese momento confiamos en la Anmat, ahora deberíamos hacer lo mismo, intentando cuidar a las pocas instituciones que aún se mantienen con cierta reputación en la Argentina.
No pidamos "súper efectividad", pero sí tratemos de conseguir la mayor cantidad de vacunas. Obviamente con las características que exige la autoridad sanitaria para su aprobación..
Si comenzamos a cuestionamos traer tal o cual vacuna, o las rechazamos porque a la población no le gustan (aún con la opción de cerrar acuerdos) no nos vacunamos más y la ola nos pasa por encima sin que nos demos cuenta. La vacunación es urgente y necesaria, así que escuchemos más a los que saben y hagamos menos opinología.