Minería: los mensajes contradictorios de Fernández, el desentendido

Tras sentir en carne propia la violenta reacción de los grupos antimineros en Chubut, el mandatario tuvo un discurso que muestra claramente porque la Argentina siempre dudas en materia de seguridad jurídica.

Una de los principales temores de los inversores que vienen a la Argentina es la falta de seguridad jurídica. Si hablamos de la industria minera ese temor se multiplica por mil. Una vez más la Argentina dio muestra de que esa desconfianza no es infundada y fue de la mano del propio presidente, lo que demuestra que la situación es a todo nivel.

Después de sufrir el ataque de grupos antimineros que le reclamaron la intención del Gobierno de Mariano Arcioni para avanzar con el desarrollo de la actividad minera en Chubut, el mandatario se despegó de la controversia que existe en esa provincia y dijo que es una cuestión que deben resolver los chubutenses. Descartó que sea una cuestión que le atañe al Ejecutivo nacional.

Curioso y contradictorio mensaje si consideramos que menos de 48 horas antes de lo sucedido, el ministro de Producción Matías Kulfas y el secretario de Minería, Alberto Hensel, le decían a los inversores mineros más importantes del mundo que vinieran a la Argentina porque el Gobierno apoya la minería.

Para ser exactos, Kulfas dijo: "Sepan que hay un gobierno en Argentina que apoya el desarrollo de la minería y toda su cadena de valor". Tras esa declaración resulta absolutamente contradictorio que el presidente se desentienda de la discusión que existe sobre la actividad en Chubut.

Pero no es sólo eso, es aún peor, porque no se entiende que se haga el distraído en medio de la presión de los manifestantes cuando el Ejecutivo impulsa, tal como le dijo Hensel a los inversores internacionales, "un Plan Estratégico para el Desarrollo Minero que fije reglas claras de juego, previsibilidad y seguridad jurídica para los próximos 30 años".

Entonces, son estas contradicciones las que generan las justificadas dudas de cualquier inversor. Por un lado se dice una cosa y en menos de 48 horas se dice otra. Los actores políticos apenas sienten que alguna manifestación puede tener un costo político, acomodan el discurso para salir del paso en el momento.

Ahora, no queda claro si Kulfas dijo la verdad o mintió, porque un Gobierno que apoya la minería no dice "es un problema de los chubutenses" sólo porque un grupo de violentos lanzan piedras e insultan. Una administración comprometida es la que se hace cargo de sus acciones, y las acciones indican que quieren avanzar con la minería incluso en provincias como Mendoza o Chubut.

Si no es así, y la realidad es la que dice el presidente (que deja la discusión sobre la actividad minera al criterio de cada zona sin un Estado nacional que fije una posición), deberían sincerarlo y no hacerle perder el tiempo a las decenas de profesionales que están trabajando de manera muy fuerte y seria en el Plan Estratégico que impulsan Hensel y Kulfas. Hablo de personas con un alto perfil técnico y una trayectoria reconocida que ponen sus conocimientos a disposición creyendo que de una vez por todas se va a tratar de manera seria el desarrollo del sector minero.

Lo que es peor es que el mensaje que deja Fernández, tal como ocurrió en Mendoza con la Ley 9209, es que la violencia le gana a una discusión centrada en cuestiones de perfil técnico y científico.

La pregunta es sí realmente el Plan Estratégico que prepara una parte del Ejecutivo podrá darle seguridad jurídica a los inversores o la política una vez más priorizará el denominado "costo político" a la hora de tomar las decisiones. Será momento también para ver si aún quedan estadistas o seguimos teniendo políticos de paso.

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