Cornejo, y la conjugación del verbo "gobernar"

Volvió Alfredo Cornejo. Su segundo mandato había empezado con un gobernador distraído, de quien se esperaba en los actos y actitudes mucho de lo que hoy demostró en su discurso ante la Asamblea Legislativa. Asumió el cargo en diciembre, pero demoró cinco meses en asumirse como tal.

Es indudable a la luz de sus palabras de este 1 de mayo- que desconocía elt terreno sobre el que estaba transitando. En público, elogia la gestión de su antecesor, Rodolfo Suarez. En privado, sabe que el período fue una etapa compleja, con vaivenes en la relación con la rara gestión de Alberto Fernández y aquí, con mucha parsimonia. No se queja (ni en público ni en privado), pero en su balance de los primero 100 días dejó traslucir una frase: "No todo lo que funciona está funcionando tan bien como esperaba".

Ese, sin embargo, no fue el motivo de distracción central, sino el fenómeno Javier Milei, difícil de comprender y mucho menos, de asir. Todo este tiempo Cornejo ha estado auscultándolo solo para recibir el ticket que lo deje entrar a su círculo, aunque sea al más lejano, y que lo saque de la consideración de "miembro de la casta" en la que muchos suponen que el mandatario lo tiene, más aun habiéndose rodeado de algunos acomodados que detestan no poder haberle ganado nunca a Cornejo aquí.

A diferencia de Milei, cornejo tiene praxis gubernativa. Podría aportarle experiencia, pero antes el Presidente debería aceptar que no la tiene y que gran parte de los desaguisados de su inicio de gestión provienen de esa carencia.

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El discurso de este 1 de mayo empezó con elogios a la Ley Bases y a los objetivos generales que en materia fiscal (entre otros) se propone el gobierno libertario. Obligatoriamente, por su condición de radical, también dejó, muy de soslayo, alguna crítica a algunos aspectos del ajuste que afectan a su electorado.

Luego, pasó a reiterar un latiguillo mendocino, no solo de la política cercana al Gobernador, sino de muchos empresarios: que aquí ya se hizo el ajuste desde 2015, que Mendoza basa su economía en que el Estado no sea grosero a la hora de utilizar los recursos y el discurso sobre el asunto, que es bastante conocido y que le otorgan credenciales como para coincidir con el "Milei economista", en la búsqueda de acceso total al "Milei presidente".

Confió a los mendocinos el punto más esperado, probablemente, de su discurso: que Milei, aunque en realidad bajo el auspicio de su muñeca más política, el ministro del Interior Guillermo Francos, le amplió la posibilidad de utilización de los recursos por Portezuelo del Viento.

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Allí hizo su acople de la forma más sensata posible, agradeciendo.

El resto fue una enumeración de acciones y una ajustada lista de cosas en las que confía que centrará su accionar hasta el próximo discurso, cuando le toque autoevaluarse y relanzarse.

En este punto, la oposición se equivoca cuando le reclaman falta de cuestionamientos: ¿quién sería tan estúpido de hacerlo? Si no, deberían repasar todos los discursos de inicio de sesiones ordinarias de la Legislatura desde 1984 a la fecha. ¿Lo hicieron sus gobernadores?

Cornejo se concentró en cosas plausibles, en un Estado al que, al final del camino, se lo vea "pasar por la puerta de la casa" de cada vecino, que se palpe. No hubo anuncios que buscaran un impacto fuerte en los titulares, pero efímero en los hechos, como muchos de los anteriores que quedaron literalmente en nada.

Discurso completo de Alfredo Cornejo a la Asamblea Legislativa

De allí que pueda decirse que fue un mensaje equilibrado, interesante, que no careció de "autobombo" pero con lo que no se excedió, y con el que sembró expectativas que se pueden trackear a lo largo del año por delante.