La Ley Bases y el gobierno de Larry, Curly y Moe: tortazos van, piquetes de ojo vienen
El gobierno ataca a los aliados y el kirchnerismo mira comiendo pochoclo, como si estuviera ante un capítulo vernáculo de "Los Tres Chiflados". La primera impresión analítica de Gabriel Conte, director de Memo.
Muchos argentinos confiaron en que la Ley Bases y Puntos de Partida presentada por Javier Milei era el camino para plantear una agenda fuerte de cambios. El hecho de que, a diferencia del DNU, lo haya hecho a través del Congreso de la Nación, alentó a los que desconfiaban del tono democrático del primer gobierno libertario de la historia, más adepto a los exabruptos altisonantes que a las negociaciones productivas.
"¡Basta de mentir!": El pedido del gobernador de Chubut a Milei
Pero, como diría Axel Kicillof en su dialecto, "no se pudió".
La política es diálogo y negociación. El país tiene un gobierno que administra el Poder Ejecutivo votado por la ciudadanía, pero también un Congreso elegido por el voto popular y que, en el caso de su composición actual, quedó conformado antes del balotaje, es decir, cuando ganó Sergio Massa. Después vino la "goleada" de La Libertad Avanza, que lo instaló en la Casa Rosada.
El otro pie, con su estilo y costumbres, es el Poder Judicial. Las tes conforman la República creada por la Constitución del tan admirado por el Gobierno (y muchos más que ellos) Juan Bautista Alberdi.
El proyecto sufrió recortes propios de las negociaciones, porque las provincias también tienen mandatarios elegidos por el voto popular, al igual que Milei, ni más ni menos.
En los últimos días se fue degradando desde Buenos Aires a las provincias. Políticos del régimen porteñocéntrico, pero también medios y periodistas, echaron mantos de sospechas sobre los estados provinciales y sus reclamos de recursos, sin saber/querer/poder diferenciar entre las mañosas y las que se gobiernan bien, a veces inclusive mejor que el país.
Con ese ánimo se movió la fuerza amateurista que se llama La Libertad Avanza, hasta que en plena sesión, ante nuevos reclamos de diálogo y negociación, el oficialismo decidió fracasar. Retiró la ley de la sesión, aun cuando los gobernadores aliados y la oposición más afín que se referencia en esa Liga de mandatarios le venían votando todo.
Hace muchos años tres personajes de la TV estadounidense entretenían con la tragicomedia que se llamó Los Tres Chiflados. Antes que El Chavo o Los Simpson enamoraran a multitudes, esa parodia de la realidad atraía a las teleaudiencias (y vale la pena buscar los videos, por más que hoy muchas de sus bromas aparezcan como fuera de contexto). Eran Larry, Curly y Moe: tres tipos a los que todos les salía mal, a pesar de que tiraban para el mismo lado y terminaban dañándose entre ellos, siempre, sin solución de continuidad.
Resultados: No habría sido productivo el rol asignado a De Marchi
Eso es lo que le pasa a Milei con su inexperiencia política y la desconfianza en sus eslabones de decisión. Tras la caída de la ley en el Congreso, hay que repasar algunas acciones que representaron verdaderos cruces de tortas sobre el rostro entre ellos:
- Quedó en claro que el rol del mendocino Omar De Marchi fue sobrevaluado y su fracaso da cuenta del derroche de cargos para la nada misma: no se habla con nadie y le habían encargado la misión de conseguir que la ley saliera aprobada.
- La Libertad Avanza como ente sin nombres propios desparramó un tuit en el que acusó a los gobernadores de "traición". Se sospechó de Misiones, Río Negro y Salta, a las que otras versiones le agregan Neuquén y Córdoba. En tanto, Alfredo Cornejo desde Mendoza, eligió el silencio y solo "habló" con su firma en un comunicado de los gobernadores (que son quienes siguen sosteniendo la existencia) de Juntos por el Cambio en donde reiteran que apoyan al proyecto del Gobierno y con un tuit: No se nos puede responsabilizar a los gobernadores por lo sucedido en Diputados. Desde el inicio, se buscó garantizar la aprobación de la Ley Bases. Es momento de avanzar en las discusiones que los argentinos necesitan que saldemos".
- El ministro que más sabe de política, Guillermo Francos, de Interior, dijo en TN apenas se conoció la situación que él no veía una participación negativa de los gobernadores aunque sí, reiteró que el gobierno no está dispuesto a coparticipar el impuesto PAÍS tal como reclaman algunas provincias aliadófilas. Dijo desconocer quién sacó aquel tuit y sospechó de los legisladores de su fuerza.
Inesperado: el bloque de Milei mandó la Ley Bases a comisiones y levantó la sesión
- Apareció un documento desde la Vocería de la Presidencia en el que se volvió a acusar con fuerzas a los gobernadores, prácticamente acusándolos de extorsión y enarbolando el triunfo de Milei, sin considerar que los mandatarios provinciales también triunfaron en su porción de poder y que el país, guste o no, sigue siendo República y federal.
- Pero de inmediato salió un tuit desde Israel del propio Milei, que puso la situación en términos de panelismo de TV, resucitando acusaciones contra la cada vez más difusa conceptualización de "la casta". No dijo nada de los gobernadores, sin embargo.
Frente a este show, el gobernador de Chubut, que dijo hablar "por todos" los de la Liga, se recontra enojó al aire también por TN, en diálogo con Diego Sehinkman.
El amateurismo del Gobierno: entre militarlo y superarlo
Torres fue claro: "¡Le votamos todo! ¿Cómo es que dicen que los hemos traicionado?". Torta de crema va, piquete de ojos viene, el mandatario patagónico le pidió "respeto" ya directamente a Milei y a sus partidarios, a la vez que le pasó factura porque su gobierno está haciendo frente a todo lo que no hace el nacional, entretenido en diatribas ideológicas, pero que no alcanzan por ejemplo para apagar los incendios que sí debe afrontar aquella provincia con recursos propios.
De tal modo, la situación puede graficarse en cualquier capítulo de Los Tres Chiflados: