Primera infancia y Estado, un desafío que debemos asumir

Los aspectos de la legislación presentada por el gobierno de Milei, bajo análisis del diputado nacional Facundo Correa Llano.

Facundo Correa Llano
Diputado Nacional por Mendoza

Según el informe de UNICEF "Pobreza Multidimensional de Niñas y Niños en Argentina", dos de cada tres niños son pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso al agua, a una vivienda, a un baño adecuado, a la educación, a la protección social, o a un hábitat seguro. En esta misma línea, según los relevamientos sociosanitarios realizados por la Unidad Móvil CONIN, 6 de cada 10 niños menores de 5 años, que viven en zonas vulnerables,presentan malnutrición.

En este contexto, Argentina tiene un compromiso insoslayable con nuestra población infantil, es por ello que, a través de las políticas públicas, el Estado es quien debe regular y garantizar la alimentación, especialmente de los más vulnerables, y promover el acceso a alimentos adecuados, nutritivos e inocuos. No tengo dudas que el crecimiento y el desarrollo de los niños impacta directamente en el progreso de la Argentina.

En respuesta a lo señalado con anterioridad, el "proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos", que comenzamos a tratar esta semana en la Cámara de Diputados de la Nación, modifica la ley 27.611 de Mil Días, incorporando tres políticas públicas centrales para reducir la morbimortalidad materno e infantil, la malnutrición y desnutrición, entre otros. Por un lado, la política pública de fortalecimiento de la primera infancia, por otro, la política pública de detección y asistencia a las madres embarazadas y sus hijos por nacer, y, por último, la política pública de acompañamiento familiar. Es relevante la importancia que otorga la reforma a la coordinación entre el estado nacional, los estados provinciales y municipales para la implementación de los protocolos.

Otra modificación a resaltar es la ampliación de los objetivos de la ley en análisis, entre los cuales destaco garantizar el ingreso a la escolaridad obligatoria de todos los niños en situación de vulnerabilidad, y la terminalidad educativa de las madres en situación de vulnerabilidad, como así también fomentar su inserción laboral, teniendo en cuenta que según el Censo 2022, el 41,2% de las madres posee el secundario incompleto.

Es por todo ello que, no solo celebro, sino que apoyo los cambios que el Gobierno propuso respecto a la protección en general de la niñez y considero fundamental que todos los legisladores lo hagan, debemos tener en cuenta que la lucha contra la malnutrición infantil tiene que ser una prioridad y una política pública de Estado sin importar las diferencias partidarias y el bloque político al que pertenezcamos.

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