Qué ocurrirá con el dólar después de las elecciones
Las últimas medidas del gobierno y que algunas cuevas evitaran vender la divisa a la cotización paralela dan algunos indicios de lo que podría ocurrir a partir del lunes.
A un día de las elecciones presidenciales, los economistas realizan especulaciones sobre lo que podrá ocurrir el lunes con el dólar oficial, el paralelo y el CCL.
El déficit comercial de septiembre fue 793 millones de dólares
En los últimos días el Gobierno realizó varios allanamientos en cuevas con el objetivo de controlar el mercado ilegal, mientras que el Banco Central tomó medidas para controlar los financieros y el mercado de futuros, a través de regulaciones e intervenciones con reservas.
"No es que no haya una situación objetiva de falta de dólares, que el Gobierno viene administrando con bastante eficacia a pesar de los múltiples obstáculos materiales y políticos. La hay, pero es evidente que desde el llamado de uno de los candidatos a correr contra los bancos para retirar depósitos y salir a comprar dólares en manada, se puede identificar una clara intencionalidad política en ese movimiento", explica el economista Ricardo Aronskind a Ámbito.
De hecho, este viernes, el BCRA asistió con u$s45 millones las necesidades del mercado de cambio y acumuló en la semana ventas por más de u$s140 millones. Esto se da en un contexto de escasez de moneda estadounidense en el que, con un dólar oficial fijo, las brechas con los paralelos están arriba del 100% y se observa una mayor salida de fondos del sistema financiero para migrar hacia el dólar.
Así es como, en el actual clima de incertidumbre, no es tarea fácil trazar un panorama hacia adelante. Así lo plantea el economista jefe del Centro de Estudios Sociales y Económicos Scalabrini Ortiz (CESO), Federico Zirulnik, cuando sostiene que "el fenómeno Milei y una eventual dolarización hacen que sea muy difícil planificar más allá de las elecciones".
El economista afirma que el hecho de que haya sacado un resultado más alto al esperado en las elecciones primarias (PASO) y sus últimas declaraciones hicieron que una gran parte del mercado y, la economía en general, estén buscando cobertura frente a esa eventual dolarización.
La reacción de las cuevas que dejaron de operar en muchos casos "parece demostrar que es cierto que cuando hay respuesta política y una administración dispuesta a utilizar todas las herramientas disponibles para combatirlo, este tipo de juego especulativo, de una enorme dañosidad social, puede ser acotado".
Y es que, el economista de EcoGo Sebastián Menescaldi, apunta que "la baja del blue responde a los operativos que se llevaron adelante en la semana previa electoral". Para él, es temporal, porque no ve que la presión dolarizadora haya bajado y no descarta que podría acentuarse hacia adelante.
Aunque para Aronskinsd, hacia adelante, este tipo de controles, que pueden ayudar a lograr una baja del dólar podrían servir para aplicar un claro freno a los reflejos remarcatorios de numerosos actores económicos, y "poner en el freezer el deseo político de provocar una hiperinflación para licuar los salarios y contraer severamente el mercado interno".
Sin embargo, Menescaldi duda respecto de la relación tan directa entre una baja o control del tipo de cambio paralelo hacia adelante y una baja de la inflación. "No creo que esto vaya a tener un efecto económico muy fuerte. Lo que parece es que la gente va a seguir queriendo dólares y la inflación sigue elevada más que nada porque no hay un elemento macro que haya cambiado y justifique una baja", opina. No están los fundamentales, para él, que justifiquen una baja significativa de la inercia inflacionaria.
Y, en una línea similar, el economista Martín Carro sostiene que "está sobreestimada la incidencia del dólar blue en la economía". Explica que, si bien es cierto que la decisión de posponer los pagos de importaciones hace que, en este momento, los dólares financieros tengan algo más de incidencia que la habitual en los costos de los insumos importados, el grueso de las importaciones siguen guiándose por el tipo de cambio oficial, por lo que apunta que "el blue no tiene incidencia" real.