Manes: quiere ser el nuevo Raúl, pero lo ven como un Ricardito más

El neurocientífico Facundo Manes reresenta una oportunidad para el radicalismo de recuperar espacio dentro de la política nacional. Pero se puede perder por sus propios errores. Se autopercibe como un nuevo Raúl Alfonsín, pero comunica algo diferente.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Facundo Manes es el primer emergente del radicalismo bonaerense en muchos años. Oriundo del ámbito científico y caminador de la periferia de la política, esta no le es ajena, ya que su hermano es el presidente de la Convención Nacional de la UCR y un conocido "rosquero" que, dentro de ese partido, resulta algo más bien meritorio.

Lo que Manes se propuso fue reanimar a la estructura del radicalismo, que gobierna tres provincias y un buen número de municipios en todo el país, rescatándolo de algún modo de su última interdependencia del partido porteño PRO y desplumando por igual a "palomas" y "halcones" de Juntos por el Cambio.

En este punto, se propuso crear un "centro - centro" de la política. Pero lejos de hacerlo a escala general, lo hizo dentro de la alianza opositora, demostrando vocación de poder y, de tal modo, generando la desconfianza que lógicamente produce un nuevo posible candidato en un espacio con muchos otros y que ya se creen ganadores.

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Es tiempo de valoración de las percepciones personales, que no siempre conjugan con lo que el resto de la gente ve, en muchos órdenes de la vida. Y la política, no está ajena a este clima.

En esa tarea, en más de una oportunidad aceptó que quiere emular a Raúl Alfonsín, el hombre que fue capaz de vencer con mística e ideas a dos invencibles: la dictadura y sus remanentes, y al peronismo.

Sin embargo su último chasco, al equiparar a Mauricio Macri con Cristina Kirchner, fustigarlo como "populista institucional" y querer borrarlo del mapa de opciones, lo colocó más cerca de la imagen de Ricardito (el hijo de) que de su padre.

No solo el PRO lo ha "cancelado" -como no podría ser de otra manera- sino que la UCR lanzó un documento en respaldo a la unidad del espacio opositor que cree que pronto podrá ser oficialismo una vez más, aunque no está seguro de para qué y sí sabe contra quiénes: la ausencia de gestión de Los Fernández, una jugada insuficiente para rescatar a Cristina Kirchner e inútil para salvar al país de sus crisis.

Las afirmaciones de Manes contra Macri son, podría afirmarse, lo único concreto que ha dicho, como dueño de un casette autoponderativo y negador de las diferencias que representan ambos lados de "la grieta".

Por eso lo colocaron en off side y pareciera que los únicos que han salido a su rescate son los pícaros del peronismo, que lo sobrevaloran y levantan el precio para seguir apostando a la implosión opositora.

Ni siquiera sus recientes anfitriones mendocinos han salido a respaldarlo. En silencio, esperan que decante la carrera por existir en el imaginario electoral y que no decaiga porque, en definitiva, a los radicales les está costando posicionarse cuando la vidriera está en poder de un aliado pequeño, pero vistoso, que domina la capital del país y tiene allí un nido superpoblado de personajes cargados de ambición.


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