2023: La frustración de la gente, el futuro presidente y la irrupción de Milei
Aquí, quince definiciones del analista Gustavo Córdoba en torno a las perspectivas electorales de los diferentes sectores que pugnarán por gobernar el año que viene, cuando haya elecciones presidenciales.
El analista Gustavo Córdoba, de la consultora Zuban Córdoba, pasó por Mendoza en donde realiza habitualmente trabajos de campo y asesoramiento y dejó definiciones tras evaluar los estudios que ha realizado aquí y en todo el país.
Ayer contó en Memo qué datos tiene sobre Mendoza (revisar desde aquí) y hoy avanza sobre las probabilidades de configuración de la oferta electoral para la renovación de presidente, cosa que sucederá en 2023.
En tono general, consideró que cualquier escenario está atravesado por un alto clima de frustración de la sociedad con la política. "Cuando uno ve la imagen de los argentinos sobre la Justicia, las empresas, el Gobierno, lo único que se salva es la política sanitaria y de vacunación. En el resto, hay un nivel de decepción muy alto".
Por qué el Gobierno tiene chances de mejorar su aceptación
Café de por medio, Córdoba analizó que "puede ser que el Gobierno tenga una chance de recuperación (en su aceptación por parte de la gente, debido a que "la expectativa está tan baja que una merma en la inflación o una mejora económica puede impactar rápidamente en los argentinos y darle al Gobierno algo que hoy tiene y es chance electoral de instalar a un candidato presidencial con posibilidades en 2023".
- ¿Solo son opciones Fernández o Cristina?
- No lo sé. El peronismo tiene muchos gobernadores, gobierna muchos municipios, tiene una camada dirigencial muy importante. Lo que sí creo es que hoy la primera línea del Gobierno tiene una negatividad agravada: si el Gobierno no mejora las expectativas de la sociedad eso los condena o les quita chances. Pueden poner a cualquier candidato y obtener el mismo resultado. Hoy el techo electoral del Gobierno con Alberto Fernández está cerca del 30 o 32%.
Quince definiciones de Gustavo Córdoba sobre los condimentos de la cocina electoral del año que viene
- "Estamos atravesados por conflictos muy importantes a nivel mundial que por primera vez en la agenda política están atravesados como nunca antes. Tanto la pandemia como la invasión de Rusia a Ucrania tienen incidencia directa en las personas, lo que es significativo. Hay mucha gente que tiene información sobre el impacto económico y la recesión como consecuencia de ello, más allá de los problemas internos".
- "En 10 años la economía argentina no ha dado respiro y lo único que ha crecido es la pobreza. Con ese dato uno puede entender el grado de frustración de la gente para con la política en términos de resultado económicos".
- "Es muy común decir que la Argentina se esté derechizando. Posiblemente yo esté en desacuerdo con esa afirmación ya que uno no puede ir hacia donde ya está. Creo que la Argentina es conservadora, somos conservadores. Eventualmente tenemos un grado de pragmatismo que nos permita votar o castigar a los gobiernos que dan buenos o malos resultados económicos. De hecho, si uno mira en forma retrospectiva, Carlos Menem fue premiado electoralmente por la convertibilidad, Cristina Fernández fue premiada por los commodities y la redistribución del ingreso y la Argentina no dejó de ser un país conservador por haber votado a Cristina ni fue más derechoso por haber votado a Carlos Menem".
- "Tiene mucho sentido pensar que la dirigencia argentina tiene que buscar algo más. La ausencia de acuerdos institucionales marca a esta época. Los tiempos de tolerancia de la sociedad argentina se están acortando: le dimos 8 años a Cristina y la castigamos electoralmente; le dimos cuatro años a Mauricio Macri y lo castigamos electoralmente; le dimos dos años a Alberto y lo castigamos electoralmente. Ocho, cuatro y dos que hablan de un descenso en la tolerancia que habla a las claras. Si lo vemos en términos de calendario, en un lapso de dos años fueron castigadas dos opciones ideológicamente contrapuestas, como la de Macri y la de Fernández".
- "Falta diálogo institucional. Hablan de diálogo entre oficialismo y oposición cuando se sienten débiles, pero cuando ganan lo abandonan. Hay idea de loop eterno de derrotas y victorias: si yo soy oficialismo y veo que la economía no me da margen, inevitablemente voy a la derrota. Eso le pasa hoy al oficialismo, en donde tiene voces adentro que advierten que van a una derrota inevitable".
- "En la actual oposición, se están preparando para gobernar, pero como no tienen un plan económico distinto al que intentaron aplicar durante la gestión de Macri, les vuelve a pasar lo mismo: si van a tratar de hacer lo mismo, con las mismas ideas, pero más rápido, es probable que los resultados sean igualmente malos".
- "El Frente de Todos sabe que se tiene que sentar a esperar la derrota por parte del macrismo o Juntos por el Cambio dentro de un tiempo. Ese es el problema que tenemos. La falta de diálogo institucional no nos va a permitir salir de esquemas altos de inflación, ni va a permitir que Argentina aproveche el contexto mundial".
- "Un tercero ya ha irrumpido entre las dos grandes opciones electorales. Hoy tenemos una mirada electoral como mínimo, de tercios. El crecimiento de Javier Milei se entiende en tanto y en cuanto la incapacidad política tradicional o profesional de dar resultados económicos. La gente compra los tonos y el estilo de Milei".
- "Hay un problema: la gente no está enojada con el sistema democrático porque tenemos elecciones libres, un sistema de medios que funciona, elecciones y escrutinios ejemplares. La bronca y la frustración claramente se enfoca claramente hacia la representación".
- "Milei sí tiene hoy la potencialidad de montar una estructura nacional de la que nadie hubiese imaginado dos años atrás. El problema de Milei es la volatilidad de su sector actual de votantes: ayer votaron a Juntos por el Cambio, antes de ayer al Frente de Todos y posiblemente mañana voten a otra cosa".
- "Tres tercios es un escenario factible, pero puede salir un cuarto, debido a las tensiones en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio".
- "La recuperación de la imagen de Macri como líder opositor tiene mucho que ver con la disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrch. El PRO tiene tres presidenciables en una baldosa".
- "El problema es el clima de opinión de 2015: la percepción de muchos radicales en Gualeguaychú era que, ante la evidencia de que el peronismo pudiera ganar en primera vuelta, surgía la idea de brindarle a Macri toda la estructura territorial del radicalismo. Fue una idea original. Permitió ver cómo Macri ganaba una elección democrática y transparente. Pero ese escenario de temor a una victoria del peronismo en primera vuelta no lo estoy viendo para 2023. Entonces, me pregunto: ¿cuáles serían los incentivos de Juntos por el Cambio para permanecer unidos en 2023?".
- "El radicalismo es muy distinto al que había en 2015. Mantiene las tres gobernaciones que tenía: Mendoza, Jujuy y Corrientes, ha agregado liderazgos nacionales, como por ejemplo, el de Cornejo, que en 2015 no tenía la estatura que hoy tiene, pero que demás ha agregado liderazgos como el de Rodrigo de Loredo en Córdoba; Carolina Losada, Maximiliano Pullaro y Dionisio Scarpín; más Martín Tetaz y Facundo Manes en provincia de Buenos Aires junto a Matín Lousteau y Emiliano Yacobitti en CABA. Entocnes, el radicalismo tiene lo que tenía, pero además tiene una avanzada en las provincias en que más voto tiene. En 2015 tenía la estructura pero carecía de liderazgos nacionales".
- "Hay un proceso sin terminar y por eso no vemos las identidades finales".