Lencinas, Don Pancho y el abuelo de Lousteau: quiénes fueron los "gobernadores del agua" en Mendoza

Finalmente, el gobernador Rodolfo Suarez decidió proponer que Sergio Marinelli continúe al frente del Departamento General de Irrigación (DGI), por lo que el sanrafaelino cumpliría un mandato de 10 años. No es un dato menor su permanencia, ya que sería el primer "gobernador del agua" de la historia en ser reelegido.

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Desde la creación del organismo, hubo funcionarios que quedarían en la historia por su papel al frente de un organismo que, para algunos, sería el paso previo para gobernar la provincia, aprovechando la territorialidad que les daba el cargo. Además, hubo múltiples interinatos e intervenciones, especialmente en gobiernos de facto.

El primer superintendente de Irrigación, que asumió en 1885 cuando el organismo llevaba el nombre de Departamento General de Aguas, fue Laureano Galigniana, uno de los que más permaneció de manera consecutiva en el cargo: estuvo 7 años, hasta 1892. Básicamente, tuvo la titánica tarea de armar la estructura del flamante organismo y hoy se lo recuerda, entre otras maneras, con el nombre de una de las principales calles de La Paz, departamento del que era oriundo.

Recién en 1894, tras la reforma constitucional de ese año, el "gobierno del agua" pasaría a denominarse Departamento General de Irrigación, y desde allí empezaría a ganar autonomía del Poder Ejecutivo. Tras tres años de gestión del ingeniero César Cipolletti, que hoy le da nombre al dique homónimo, asumiría el superintendente que más ha durado en el cargo sin interrupciones: Juan Arnulphi (1895-1907).

Sin embargo, en aquel entonces, al titular de Irrigación no lo proponía el gobernador ni lo ratificaba el Senado: eran interinatos acordados por los integrantes del DGI. El mecanismo actual se establecería recién en la última reforma integral de la Constitución de Mendoza, de 1916. Por eso, más allá de que Arnulphi estuvo 12 años seguidos al frente del DGI, Marinelli sería el primero de la historia en ser reelecto bajo el mecanismo de selección vigente.

Desde 1916 hasta mediados de la década de 1930, llegaron a alternarse en el cargo hasta cuatro superintendentes por año, en un contexto político complejo, que incluyó interinatos e intervenciones. En ese periodo, Carlos Washington Lencinas fue titular de Irrigación por algunos meses, en 1927, luego de haber sido gobernador y un año antes de ser asesinado.

Lencinas reemplazó en ese momento a Gustavo André, fundador de la localidad de Lavalle que lleva su nombre y abuelo del actual inspector de cauce Demetrio André. Estuvo al frente de Irrigación entre 1926 y parte de 1927.

No fue hasta 1936 que el gobernador propuso un candidato al Senado, este lo aceptó y se completó un mandato de cinco años como marca la Constitución. Fue Juan Facundo Gomensoro el "gobernador del agua" entre 1936 y 1941, año en el que sería reemplazado por Francisco Gabrielli (foto), quien también completó su gestión, hasta 1946, luego de ser titular de Vialidad y antes de llegar a la gobernación.

Curiosamente, recién en la última dictadura un superintendente de Irrigación volvería a tener un mandato completo de cinco años: Juan Mario Marino, entre 1976 y 1981. En el medio, la máxima duración de un titular del DGI fue tres años, incluyendo al abuelo del actual senador nacional Martín Lousteau: Edmundo René Gellón (1961-1964).

Además de su gestión al frente de Irrigación, el ingeniero Gellón escribió una docena de artículos sobre Irrigación y obras sanitarias: "La rotura del conducto del río Blanco entre Potrerillos y Alto Godoy",  "Abastecimiento práctico y económico de agua filtrada para familias radicadas en zonas de riego", "Los valores reales del saneamiento urbano", etc.

Pasada la dictadura, que entre 1981 y 1983 contaría con distintos interinatos en Irrigación tras la salida de Marino, en 1984 el gobernador Santiago Felipe Llaver propuso a Jorge Luis Chambouleyrón que, con acuerdo del Senado, asumió ese año y completaría los cinco años de mandato, hasta 1989. Hoy, lo recuerdan como un actor importante en la historia del DGI, ordenando conceptualmente al organismo.

José Octavio Bordón propuso a Nicolás Becerra para asumir al frente de Irrigación en 1989, pero se iría casi dos años después, a fines de 1990, para luego asumir como diputado nacional, antes de llegar a ser procurador general de la Nación en 1997. Su renuncia al DGI llevaría a Eduardo Sancho a reemplazarlo: fue superintendente de Irrigación entre 1991 y 1996.

Dos cosas de Sancho: fue el superintendente que implementó una gran transformación desde el sentido común: cortar el agua a aquellos productores que no pagaban, dándole fuerzas a las inspecciones de cauce y a favor de la descentralización; y fue el único desde 1983 a la fecha en ser rechazado por el Senado; en 1996, cuando Arturo Lafalla lo propuso para un segundo mandato.

Desde entonces, más allá de algunos breves interinatos, se alternaron Carlos Abihaggle (1997-2002), Lucio Duarte (2002-2007) y Eduardo Frigerio, que asumió en 2008 y renunció a fines de 2011, por pedido del recién asumido gobernador Francisco Pérez, cuando avanzaba un jury de enjuiciamiento por otorgamientos irregulares de pozos para riego.

José Luis Álvarez asumiría como superintendente de Irrigación en 2012, completando su gestión, que fue respaldada en su momento por Alfredo Cornejo cuando su exaliado Marcelo Romano pedía un juicio político contra el dirigente peronista. Desde el equipo de Álvarez destacaron que fue la gestión que más obras realizó.

Vencido el mandato de Álvarez, Cornejo propuso a Sergio Marinelli que, tras el respaldo del Senado, asumió en abril de 2017. Por voluntad del gobernador Rodolfo Suarez, que cuenta con los votos necesarios en el Senado, el sanrafaelino continuaría en el cargo por otros cinco años, hasta abril de 2027.

Por su parte, a fines de 2021, en diálogo con este diario, Marinelli destacó como uno de los principales logros haber logrado "una buena sintonía entre todos los que manejamos el agua, incluyendo las inspecciones de cauce y los usuarios organizados. Logramos instalar una nueva lógica: cambiar la cultura de cómo usar y administrar el agua. Estamos mucho mejor en lo organizativo".

El listado de superintendentes de Irrigación: