Krzysztof Charamsa y el papa Francisco: "Abraza a los que podrían atacarlo para que no lo hagan, pero no cambia sus realidades"
El teólogo y exoficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano Krzysztof Charamsa habló con el programa "Tormenta de Ideas" a la luz de la edición de su libro "Dos hombres, siete pecados" y auscultó al Papa y la Iglesia de la que fue un protagonista, hasta que reveló su preferencia sexual y fue expulsado.
El polaco Krzysztof Charamsa pasó 17 de 43 años como miembro de la iglesia católica. Se ordenó como sacerdote en 1997, estudió Teología y Filosofía de 1991 a 1993 en Pelplin, Polonia y de 1993 a 1997 en la Facultad Teológica de la Universidad de Lugano en Suiza. En 2002, se doctoró en la Pontificia Universidad Gregoriana. Desde 2004 enseñó teología en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum y de 2009 en la Pontificia Universidad Gregoriana. Entre 2003 y 2015, fue miembro destacado de la Congregación para la Doctrina de la Fe dentro del Vaticano, lo que en la antigüedad se conoció como "La Santa Inquisición", sostenida como "guardiana del dogma católico".
Pero en 2015 abandonó su cargo en la jerarquía eclesiástica y no porque haya querido: movido por los "nuevos aires" que soplaban en el Vaticano con la salida de Josep Ratzinger y la llegada de Jorge Bergoglio, planteó ante el Sínodo de Obispos su condición de homosexual. Y fue su último planteo como miembro formal de la Iglesia. Desde 2016 hasta ahora ya ha publicado 12 libros en los que abunda en torno a las contradicciones de la Curia y el último se llama "Dos hombres, siete pecados", que escribió junto a su pareja, Eduard Planas.
Hoy opina que el papa Francisco abraza para evitar las críticas, pero no cambia las cuestiones de fondo. Contiene a potenciales detractores, "pero sigue siendo el mismo conservador de siempre", dice, contradiciendo la imagen de "papa progresista" que se ha construido de él en el mundo.
- ¿Cómo fue su salida del Vaticano y la revelación que lo llevó a ello?
- La salida del armario es el momento de liberación, pero en realidad mi historia es pública porque pienso que la salida del armario debe ser un acto de desobediencia pública a la injusticia de mi religión y contra sus leyes injustas. Estas leyes, a diferencia de lo que piensan muchos católicos homosexuales, no cambian si tu no comienza públicamente a desobedecerlas. Desobediencia moral a la homofobia de la religión. Yo no abandoné el Vaticano. Yo presenté la nueva identidad, la nueva dignidad de la persona homosexual. Es la Iglesia la que ha cerrado la puerta.
- No hace mucho tiempo el papa Francisco se manifestó a favor de la unión civil entre personas homosexuales ¿Cómo lo tomó? ¿Cómo un gran gesto en medio de una figura conservadora como el Papa o se quedó corto?
- Es difícil analizar qué pasa porque e papa afirma personalmente de manera privada ciertas cosas que el día siguiente desmiente. La Iglesia Católica continúa enseñando que Dios ha creado todos heterosexual. Esto es falso y el nombre científico de este error es la heteronormatividad. Es una barbaridad contraria al conocimiento científico que tenemos hoy y contraria a la sana experiencia de las personas no heterosexuales. El Papa lo que debe hacer no son las declaraciones privadas, las llamadas telefónicas para los gay o las palabras buenas en entrevistas. El Papa tiene el deber moral de cambiar doctrinas o qué son homófonas o misóginas. Tiene el deber moral de cambiar la injusticia. No hacer promesas, no ayudar a las víctimas a vivir en la situación de la persecución y la discriminación eclesial. Si respeta a las personas homosexuales tiene que cambiar la doctrina y la ley homófoba contraria a la identidad y la dignidad de las personas homosexuales. Es un pontificado muy interesante, porque yo tengo la impresión que la mayor parte de la opinión pública mundial piensa que las reformas de la iglesia en los temas de las minorías sexuales, derechos de las mujeres y de personas divorciadas, son su deber moral. Mientras tanto el Papa es un comunicador perfecto de una inteligencia emocional que es extraordinaria. Sabe siempre qué decir y a quién. Sabe siempre lo que el otro quiere escuchar.
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- ¿No será que el Papa entretiene a un público progresista y, más vanguardista mientras la iglesia sigue por otro camino? ¿El papá manda dentro del Vaticano o es solamente la cara exterior para mostrarse el mejor y más flexible que Benedicto XVI? ¿Quién manda finalmente puertas adentro de San Pedro?
- Manda solamente el papa católico. En la estructura de la iglesia católica quien puede reformarla es él.
Charamsa junto a su pareja, Eduard Planas.
- Pero no lo hace...
- Durante últimos ocho años de pontificado no hizo ni una reforma importante, real o histórica. Hizo muchas cosas mediáticas, está neutralizando la revolución en la Iglesia. El Papa cambió el clima y la impresión de la gente sobre lo que pasa en la Iglesia, pero no cambió las injusticias de la Iglesia.
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- ¿Se puede cambiar la Iglesia realmente?
- La Iglesia acepta todo lo que quiere el Papa, no puedo no aceptar. La ley canónica obliga todos nosotros los católicos a obedecer lo que el Papa quiere. La iglesia cambió muchas muchas veces el pasado, cada concilio es una revolución.
- ¿El problema es que si no hizo cambios el principio es muy difícil que los pueda hacer sobre el final? Tenemos un papá que es un farsante, que es una palabra fuerte, que entretiene por un lado y por el otro lado demora la reforma o realmente está imposibilitado por la resistencia.
- No, no está imposibilitado. Toda la oposición en realidad no es real es mediáticamente fuerte y pienso que él es un hombre muy conservador, no diría farsante, pero si un hombre que sabe utilizar los medios de comunicación, que es un comunicador perfecto y es verdad que sus técnicas comunicativas sin reforma pueden ser una manipulación mediática muy potente y puede ser muy peligroso.
- Lo que usted dice que la postura que tiene el Papa, por ejemplo, con relación al matrimonio de personas del mismo sexo, no es quizás la que esboza mediáticamente, sino la que decía públicamente cuando era obispo de Buenos Aires. Es muy recordado cuando Jorge Bergoglio resistió en duros términos la ley nacional que se aprobó habilitando el matrimonio igualitario en Argentina.
- No cambió, no la ha cambiado. Lucha contra el matrimonio homosexual, ha publicado documentos de prohibición de sacerdotes homosexuales y después publicó un documento, que es una vergüenza, contra la transexualidad. Es un documento de la Congregación para la Educación Católica, pero es un documento aprobado por el Papa. Sus llamadas telefónicas, libros, fotos privada con gays, lesbianas o transexuales no cambian nada. Qué puede cambiar la llamada al chileno Cruz, que en lugar de decir el papa terminé con la homofobia, se convierte en defensor, en un propagandista de un Papa reformador que hasta las leyes homófobas las hizo más fuertes. Tenemos una opinión pública que no puede percibir la realidad.
- ¿Se puede decir que hay un papado de índole populista?
- A mí no me agrada estas palabras, pero sí tenemos un Papa mediático que hasta ahora no avanzó con las verdaderas reformas de la Iglesia. Pero yo pienso que si en ocho años no tenemos ninguna reforma para las personas homosexuales o para las mujeres, esto es consecuencia también culpa nuestra. por ejemplo, de los ambientes homosexuales católicos, de nuestras política y estrategias que deben cambiar. Nosotros hemos permitido en lugar de exigir el cambio real, estamos aplaudiendo al lider. Mientras tanto sabemos que opresor nunca superará a la opresión. Los oprimidos pueden exigir cambiar la realidad. Hasta ahora los ambientes católicos homosexuales parecen colaboradores de un sistema homófobo. Puede ser inconscientemente. Aplaudir al Papa no cambia nada.
