Debemos ignorar los cantos de sirena de "la provincia perfecta"
¿Mendoza está un poco mejor? Sí. El problema es con qué nos comparamos.
Los mendocinos debemos ignorar los "cantos de sirenas" que hablan de la provincia perfecta, de que somos la excepción a la regla y que se refieren a Mendoza como un paraíso dentro de la Argentina actual.
Sí debemos reconocer que estamos ordenados institucionalmente: tenemos una Constitución magnífica y somos orgullosamente limpios y celosos de nuestra tierra y centros urbanos.
Somos exigentes con nuestros gobernantes y nuestra sociedad valora el mérito y el sacrificio naturalmente.
Pero, lamentablemente, si todo esto nos hace olvidar de los altos niveles de desempleo, la pobreza -que duele-, la inseguridad creciente, con economías regionales destruidas y las industrias en retirada, caeremos definitivamente en un error imperdonable.
¿Estamos un poco mejor? Sí. El problema es con qué nos comparamos. Innovadores fuimos siempre y obligadamente de bajo perfil.
Falta muchísimo por mejorar, otro tanto por desarrollar y estamos lejos de poder darle posibilidades concretas a todos los mendocinos de un trabajo y una vida a la altura de las riquezas y potencial que tenemos.
No bajemos los brazos, sigamos trabajando como lo hicieron nuestros padres y abuelos, que convirtieron el desierto en una maravilla.
Tapémonos parcialmente los oídos ante los elogios y las críticas que nos lleguen desde la "capital de la política".