Oxígeno: la hora de poner real atención a lo que respiramos

Ante la falta del elemento nos ocupamos de conocer un poco más del funcionamiento del mercado del oxígeno y vemos las cuestiones que se podrían mejorar.

La segunda ola de coronavirus está pegando más fuerte que la primera y está generando situaciones que no se vieron el año pasado. Junto a la ocupación de camas UTI, una de las que más preocupó fue la situación del oxígeno, elemento que ante la alta demanda que se registra fue casi "intervenido" por el Estado nacional.

Su comercialización está permitida exclusivamente para el sector de la Salud, se congeló el precio y se prohibió la exportación. Recién cuando esto ocurrió comenzamos a conocer un poco cómo funciona el mercado del oxígeno y quienes son los que manejan el mercado, dejando al descubierto también una situación que para algunos actores del sector, debería solucionarse aprovechando la emergencia sanitaria.

Los que más sienten el golpe de las limitaciones en la industria son los que trabajan con oxicorte, pero tienen la alternativa de trabajar con plasma de aire, un proceso que es más caro. El que no lo tiene debe contratarlo o comprar una máquina que vale entre 10 y 12 mil dólares, lo que hace que la primera opción sea la más factible para el corto plazo.

Pero más allá de quejarse, en el sector buscan las alternativas entendiendo que se trata de una situación prioritaria, aunque también destacan que podría ser un buen momento para analizar la situación del mercado que es controlado por un par de multinacionales y hay pocas opciones a la hora de buscar proveedores.

Lo más llamativo para un referente de la industria es que mientras el Gobierno fijaba las prioridades para la utilización del oxígeno, un distribuidor mendocino lleva más de un año esperando para poder ingresar una planta productora de oxígeno y la Aduana no se lo permite.

En ese contexto, el mayor efecto de esta concentración del mercado en unos pocos productores es precisamente en el costo que está pagando el sector sanitario por el producto.

Según comentó a Memo un industrial mendocino, hay casos en que los centros asistenciales pagan entre 4 y 5 dólares por el metro cúbico de oxígeno, en circunstancias que el costo de producción se encuentra entre los 70 y 80 centavos de dólar.

Por eso, y en medio de esta emergencia, consideran que se podría resolver el tema de la provisión de oxígeno de todo el sistema sanitario y, de paso, hacer más competitiva una industria que está concentrada.

Sin ir más lejos, en Mendoza sólo dos firmas venden a todos los proveedores del mercado. Sólo dos marcas rellenan los cilindros que se utilizan en el sector industrial y también el sanitario.

Lo ideal, según indican, sería que todos los hospitales pudieran tener su propia planta de oxígeno, lo que -según indican- al final permitiría tener oxígeno por un precio incluso menor que el que paga actualmente una hospital por el metro cúbico.

Más allá de la situación de cuidado actual y de que consideran que no debería falta el oxígeno en el sistema sanitario a partir de las medidas tomadas, tanto proveedores como clientes y usuarios de este elemento, destacan que la pandemia vino a mostrar una situación en la que se debe poner atención.


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