Llegan los cascos contra el covid-19 al Hospital Español

Los tendrá el Hospital Español, de la capital provincial. Los desarrolló una pyme argentina y permiten multiplicar la capacidad de atención de los centros de salud, porque evitan que entre 30 y 70% de los pacientes tengan que ser intubados en un respirador. Ya hay 300 cascos en uso, desde La Quiaca a Rio Grande. También protegen al personal médico de ser contagiado por los pacientes.

El Hospital Español de Mendoza será el primer centro de salud de la provincia en utilizar los casos para tratamiento el tratamiento de Covid 19 desarrollados por la empresa argentina Ecleris. El prestigioso centro de salud mendocino incorporará en los próximos días 5 de estos equipos, que son un sistema de Ventilación no invasiva que reemplaza en muchos casos el uso de respiradores mecánicos, uno de los insumos más críticos a la hora de enfrentar la pandemia.

Los cascos están siendo utilizados ya en 80 centros de salud de todo el país, y fueron desarrollados por ingenieros de Ecleris, en colaboración con equipos médicos de distintos hospitales públicos. En junio pasado su uso fue aprobado por la máxima autoridad sanitaria, la ANMAT, y a partir de entonces comenzó su utilización. Los primeros pacientes tratados con este equipamiento ya fueron dados de alta, habiendo evitado ser intubados para respiración mecánica, proceso que siempre resulta traumático para el enfermo y pone presión a la infraestructura sanitaria.

Hay sanatorios que utilizan esta tecnología desde La Quiaca en Jujuy hasta Río Grande, en Tierra de Fuego. En la Capital Federal, los están utilizando en los hospitales Fernández, Italiano y Alemán, así como en los sanatorios De la Trinidad, Mater Dei y Finochietto, entre otros. En la provincia de Buenos Aires están en el Hospital Néstor Kirchner, de Florencio Varela, en el Hospital Austral, de Pilar, y en distintos centros médicos de, por ejemplo, La Plata, Olavarría y Mar del Plata. Sanatorios y hospitales de Entre Ríos, Córdoba y Tucumán también están utilizando ya esta tecnología.

En total, al día de hoy, ya se están utilizando en esos centros de salud más de 300 cascos elaborados por Ecleris. En los sanatorios Juncal de Temperley y la Clínica Monte Grande, entre otras instituciones, ya tuvieron las primeras altas de pacientes tratados con esta tecnología, que evita entre un 30 y un 60 por ciento de las intubaciones. En el Hospital Fernández más de 50 pacientes lograron evitar ser intubados gracias a la utilización de tecnologías de ventilación no invasiva con cascos.

El Gobierno de la provincia de Jujuy fue el primero que los incorporó formalmente al sistema sanitario provincial: ya distribuyó casi un centenar de cascos en hospitales de San Salvador, La Quiaca, Humahuaca, Abra Pampa y San Pedro, entre otras localidades. Otras dos provincias están avanzando en la compra masiva de cascos para distribuir en todo sus sistema de salud.

"Los cascos son similares a una escafandra, transparentes, y permiten inyectar el oxígeno con una presión superior, lo que genera un efecto benéfico en los alvéolos pulmonares, que en muchos casos colapsan por el efecto del Covid 19 -explica Marcos Ledesma, médico y director de la empresa que desarrolló el equipamiento-. Además, evitan la dispersión del virus a través del aire expirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico. Con otros sistemas de oxigenación esa dispersión existe, y es causa de muchos casos de enfermedad en médicos y enfermeros".


Qué dicen los médicos sobre los cascos

El Hospital Fernández, de la Ciudad de Buenos Aires, participó con Ecleris desde el principio en el desarrollo de las terapias con cascos o helmets, por su nombre internacional. Guillermo Montiel es el jefe de la Unidad de Soporte Ventilatorio No Invasivo de ese centro médico. "La experiencia que hemos tenido con los cascos ha sido excelente", dice. Ellos combinan ventilación de alto flujo con el uso de helmets. Los pacientes que llegan a la Unidad son quienes anteriormente eran directamente derivados a respiradores, pero que ahora tienen una opción previa a ser intubados.

Desde que comenzaron a trabajar en esa Unidad con los cascos de Ecleris, en menos de dos meses trataron a 61 pacientes de Covid. "Cuando el alto flujo no alcanza, sumamos el casco, que agrega más presión -señala Nicolas Colaiani, kinesiólogo del equipo del Fernández-. Tuvimos 18 pacientes con esa terapia combinada, y logramos que la mitad se salvara de ser intubado". "Ahora están llegando pacientes más graves, por lo que seguramente en los próximos días vamos a tener que usar más cascos que hasta ahora", añade.

"Es una terapia hermosa porque es sencilla y eficaz", añade el doctor Montiel. "No todos los pacientes los usan porque no todos lo necesitan, pero en aquellos que los utilizaron vimos una respuesta muy positiva".

Laura De la Rosa de Vidal es la Jefa de la Unidad Terapia Intensiva del Hospital Pablo Soria, en San Salvador de Jujuy. Ese centro de salud fue el primero en recibir los cascos en la provincia, y la doctora De la Rosa de Vidal se convirtió así también en referente para los profesionales de su provincia.

"Los cascos son un puente muy importante para poder evitar que el paciente llegue a la máquina, al respirador", dice la De la Rosa. "Pero hay otro aspecto muy importante, y es que en todo el país faltan médicos intensivistas, y con los cascos podemos capacitar al personal con rapidez. Estos días, por ejemplo, estuve dando cursos para las áreas pediátricas y de maternidad del hospital, para poder contar con todos los recursos."

Pablo Pratesi es el Jefe de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Austral, un centro médico de alta complejidad en el conurbano bonaerense. "Recién estamos empezando a utilizar los helmet, los hemos usado sólo con tres pacientes. Pese a que son pocos casos, el beneficio respiratorio sí lo vimos claramente. A esos tres pacientes pudimos evitar intubarlos. Por una cuestión de aprendizaje, estos primeros pacientes con los que usamos los helmet no estaban en situación crítica, pero sí necesitaban algo mas que la máscara de oxígeno. Y al menos uno de ellos, por lo que podíamos ver en la tomografía, hubiera terminado ventilado", señala.

Rodrigo Fodor es coordinador de kinesiología del Sanatorio La Trinidad de Ramos Mejía y de la Clínica Juncal de Temperley, ambos también del Gran Buenos Aires. "Los cascos no sólo evitan el respirador, sino que además reducen al mínimo el riesgo de contagio al personal. Eso es un punto importante, porque el paciente queda aislado del ambiente, y se disminuye el riesgo para el personal. Eso no es para nada menor", destaca.

Marcelo Lareu es terapista, y también trabaja en la Clínica Juncal. "Realmente hemos tenido una muy buena experiencia con los cascos -dice-. Yo los usé en terapia intensiva con más de 15 pacientes. No suplanta al respirador. Pero hay un grupo de pacientes que están en un estado que pueden mejorar con la alta concentración de oxígeno y la presión positiva, y así evitan el respirador. Si no tuviéramos los cascos, esos pacientes tendrían indicación directa de respirador, no tendíamos una opción no invasiva para aplicarles".

"No me cabe la menor duda de que con los helmet se puede evitar en muchos casos el intubamiento -agrega Lareu-. Obviamente que habría que tener datos objetivos, hacer un estudio, pero desde mi experiencia en el corto plazo en que estamos disponiendo de los cascos, por lo que yo he visto ya en este tiempo, muchos pacientes que iban camino al respirador si no teníamos este dispositivo, pudieron evitarlo. En otros centros médicos donde no contamos con los helmet, esos pacientes terminan intubados, con todos los riesgos que eso implica. En esos hospitales pasamos de la máscara o el reservorio al respirador, sin ninguna otra alternativa. Cuando tenemos el helmet, podemos ayudar de otra manera al paciente".

Desde Ecleris, Marcos Ledesma destaca que "los helmets comenzaron a usarse para el tratamiento de Covid 19 en Italia a principios de año -cuenta-. Vimos esa experiencia y nos pusimos a trabajar para desarrollar el producto con nuestros ingenieros y profesionales de distintos hospitales públicos. Hoy los helmets se están usando en varios países de Europa y en los Estados Unidos, en casi toda América Latina y aún en la India y Oriente Medio. ¿Por qué la expansión tan fuerte de esta tecnología? Porque al principio de la pandemia se recomendaba la intubacion quizás precoz, pero luego de ver la alta tasa de mortalidad y de complicaciones que tienen los pacientes después de 15 o más días de respirador, que es el promedio que está un paciente con esta enfermedad intubado, ahora se trata de evitarlo a toda costa. La Ventilación no invasiva con helmets no fue incluida en los protocolos al comienzo de la pandemia porque no estaban estos cascos disponibles pero ahora es la opción previa al respirador y por suerte se está generalizando su uso, ya que evita que un porcentaje muy alto de pacientes se salven de terminar en la terapia intensiva".

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