La DGE presentó una guía para padres sobre el uso responsable del celular

A través de una serie de recomendaciones, el ministerio a cargo de Tadeo García Zalazar invita a las familias a acompañar a niños, niñas y adolescentes en la utilización saludable de dispositivos.

El protagonismo de la tecnología e internet son un hecho en esta "era digital", tanto en las personas adultas como en los niños, niñas y adolescentes. Por eso, el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE puso a disposición una guía para que las familias acompañen a sus hijos en el uso responsable de estas herramientas. Los padres ya pueden encontrar y descargar este manual en el GEM Pad.

Este concepto de bienestar digital, considerado como un estado de equilibrio y satisfacción, apunta a reducir las consecuencias del uso excesivo o inadecuado de los dispositivos, que pueden derivar en problemas de salud mental, pérdida de la privacidad y sufrir o causar acoso, entre otras.

De esta forma, el Gobierno busca regular e invitar a la reflexión acerca de una temática presente y creciente en todos los entornos sociales.

Tadeo García Zalazar, a la cabeza de la iniciativa, analizó que "el mundo digital es un espacio de socialización y aprendizaje, por eso es fundamental que los adultos acompañen y hablen con sus hijas e hijos sobre el tema".

Además, el ministro argumentó que "este diálogo permite reducir riesgos y fomenta que la tecnología se utilice conscientemente".

Entonces, con consejos para orientar a padres en cada franja etaria y nivel educativo,el gobierno escolar pone en valor el rol de los adultos como mediadores.

La guía tiene tips específicos para niños y niñas de hasta 2 años, de 3 a 9 (niveles inicial y primer ciclo de primaria), de 10 a 12 (nivel primario) y preadolescentes y adolescentes de 13 a 18 (nivel secundario). En cada uno contempla su desarrollo cognitivo, físico y social.

Recomendaciones en general

Una primera pregunta a formular es: ¿para qué les vamos a facilitar a

nuestro/a hijo/a un celular?

Si la respuesta es: "para que se entretenga" puede considerarse que el dispositivo no tenga acceso a internet. Estos son los denominados "dumphones" (teléfonos tontos) que solo disponen de juegos previa- mente seleccionados por los padres.

Si la respuesta es: "para que esté en contacto con nosotros y sus amigos/as", sugerimos que no posea datos y solo se conecte a internet por wifi.

Si la intención es que ya pueda utilizar el dispositivo para estar en contacto, para el uso de billeteras digitales, para uso escolar y como entretenimiento, entonces es importante que los configuren adecuadamente para que puedan utilizarlos de manera segura.

Considerando que nuestro mundo cambia constantemente, el acompañamiento y la supervisión deberán ajustarse al momento del desarrollo de nuestros chicos. En todos los casos tendremos que tener en cuenta tanto los tiempos de uso de los dispositivos, los momentos del día (horarios de comidas, de sueño, etc.) como los contenidos a los que acceden. Estas recomendaciones buscan servir para formar criterios saludables y útiles para el manejo de la tecnología en casa.

Hasta los 2 años (de 0 a 2 años)

Tomando en referencia las edades del desarrollo digamos que los dos primeros años de vida del niño/a son un período muy importante para el desarrollo de su sistema nervioso y su psiquismo.

Comienza la percepción del mundo a partir de la relación temprana con quienes lo cuidan, para eso, necesita un vínculo de interacción estable con el adulto, especialmente con su mirada.

El niño se forma como sujeto en diálogo con un "otro". Por tanto no es recomendable la exposición prolongada a las pantallas a niños/as de estas edades sin el acompañamiento adecuado, es decir en soledad. En este sentido la Academia Americana de Pediatría recomienda no utilizar estos dispositivos hasta después de los 2 años.

Nivel inicial y Primer ciclo de primaria (entre 3 y 9 años inclusive)

El tiempo que tu hijo pasa frente a las pantallas es tiempo que resta a otras actividades, a la interacción con el resto de la familia y al desarrollo social. Te recomendamos que tu hijo no pase delante de las pantallas más de 1 ó 2 horas en total al día, en horarios establecidos. Esto implica el desarrollo de hábitos, es decir espacios, como la alimentación o los momentos previos a acostarse, que sean libres de dispositivos tecnológicos.

Tratá de presentarle una oferta amplia y variada de actividades para ocupar su tiempo libre y ayudarlo a buscar otras opciones de juego. En esta etapa es recomendable priorizar los juegos corporales y vinculares que permitan adquirir aprendizajes tempranos, para desarrollar habilidades cognitivas, sensoriales, corporales y del lenguaje.

Acompañá a tu hijo/a en la elección de los contenidos y programas de los medios audiovisuales. Compartí esos momentos con él o con ella en la medida de lo posible.

La tele o el teléfono no deben ser una herramienta para resolver un conflicto o distraerlo/a  de un capricho.

Te recomendamos silenciar las notificaciones y/o apagar el dispositivo mientras hace tareas escolares.

Es muy importante considerar que la edad mínima permitida para el uso de redes sociales, que puede variar de acuerdo a la plataforma, en general es entre los 13-14 años.

Es esencial estar atentos al bienestar emocional de los niños, ya que esto puede ser una guía para ajustar las normas y límites de uso del celular.

Nivel secundario (13 a 18 años)

Los/las preadolescentes y adolescentes tienen una vida social que progresivamente aumenta como así también la conectividad. El protagonismo familiar disminuye volviéndose fundamental el lazo entre pares. 

Para los/las adolescentes es vital el uso de las tecnologías como por ejemplo la participación en redes sociales como parte de su proceso de socialización. Tené en cuenta todas las recomendaciones anteriores porque son útiles también en este momento.

Los adultos podemos acompañar en este periodo teniendo en cuenta lo siguiente:

Facilitando un espacio de diálogo y escucha en el que puedan consultarte dudas e inquietudes acerca de estos temas.

Hablando con ellos/as acerca de la privacidad en la red haciendo especial hincapié en los cuidados a la hora de divulgar información propia o ajena (fotos, videos, textos, etc.) que pudieran comprometer sus relaciones sociales y hasta la seguridad propia y/o familiar. Es muy importante recordarles que la participación en redes, así como el manejo de internet implican una responsabilidad.

Conversando con ellos/as para favorecer una mirada crítica sobre el contenido que consumen y sobre las fuentes consultadas para construir un uso saludable y responsable.