¿Y si no dejaran asumir a Teresa Day?
El pliego de la candidata para la Corte fue aprobado este martes en el Senado. Sin embargo, el peronismo inició un camino judicial para impedir su arribo al máximo tribunal, lo que podría generar un conflicto entre poderes. En el gobierno aseguran que tienen un as bajo la manga.
Tal como marca la Constitución de Mendoza, María Teresa Day fue propuesta por el gobernador y su pliego fue ratificado por el Senado, condiciones suficientes para que la actual coordinadora del Ministerio Público asuma como jueza de la Suprema Corte. Sin embargo, el peronismo, sin los votos necesarios en la Cámara alta para impedirlo, acudió al propio tribunal, a una "sala amiga", para intentar frenar este proceso con sus propios argumentos constitucionales.
Este no es un dato menor. Este martes, mientras se contabilizaban las bolillas a favor de Day tras una sesión en la que no participó la oposición, en las inmediaciones de la Legislatura iban y venían algunos funcionarios de Rodolfo Suarez, más preocupados por el devenir de los hechos en el cuarto piso de Tribunales que por lo que ocurría en el edificio de peatonal Sarmiento. "Esto recién empieza", decían oficialistas y opositores, y las posibilidades de maniobras son diversas.
En lo formal, el peronismo -y algunos partidos satélite- presentaron en la Suprema Corte una declaración de certeza para determinar si Day cumple con los requisitos para ser jueza de la Corte y una medida cautelar. Ese pedido debe ser resuelto por la Sala 2 del máximo tribunal, un dato no menor, ya que la integran dos ministros afines: Omar Palermo y Mario Adaro, además de José Valerio, en minoría, quien está del otro lado de la grieta judicial.
"Se puede generar un enorme conflicto de poderes", aceptan desde el radicalismo, en caso de que los ministros de esta sala rechacen la llegada de quien, de acuerdo con el gobernador y el Senado, debería ser compañera de ambos. Sin ampliar el concepto, en el radicalismo se habla de un "as bajo la manga" en caso de que la misma Corte rechace la asunción de Day en el máximo tribunal.
Pero el peronismo podría tener su propio as bajo la manga, más tangible, para estirar los tiempos y demorar el juramento de Day como ministra de la Suprema Corte. Sobre este punto, para que la abogada asuma, tendrá que salir la jubilación del renunciante Jorge Nanclares, trámite que depende de Anses, organismo "administrado" por el kirchnerismo. Los propios niegan que puedan demorar adrede el "retiro" del juez; otros, los radicales, advierten que podría aparecer la mano de La Cámpora.
Esto recién empieza. Podrán pasar días o meses para la asunción -o no- de María Teresa Day y recién allí podrá comenzar otra guerra dentro de la Corte, con sus batallas periféricas. ¿Quién será el nuevo presidente del máximo tribunal una vez que se vaya Nanclares?