Perón y las niñas: ¿fake news retro o realidad negada?
Un tuit de la historiadora Luciana Sabina abrió la polémica en torno a Perón y su mentado "camote" por las adolescentes, que hoy sería delito.
La historiadora mendocina Luciana Sabina rompe las redes con polémicas discusiones, minuto a minuto. Sarmientina "a muerte", es autora de un interesante libro que llama "Héroes y villanos de la historia" y habitualmente escribe en Los Andes los días sábado. Hoy, por ejemplo, su artículo es "La necropolítica nacional" y está ilustrada con una foto de Juan Domingo Perón en el balcón de la Casa Rosada. En ella revela, por ejemplo, que lejos de lo que el revisionismo actual quiere forzar, Juan Domingo Perón no simpatizó con Juan Manuel de Rosas.
Pero no se quedó en la formalidad de la nota y propuso un debate en Twitter, ayer, sobre esa mentada relación de Perón con las menores de edad, que lo llevan desde las historias de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) correteando niñas en la Residencia de Olivos hasta la de "La Piraña", una mendocina llamada, en realidad, María Cecilia Yurbel, hija de un peón de campo que Eva Duarte tuvo que sacar de su casa cuando se fue a vivir con el ascendente militar. Era viudo y tan chica la joven, que más de una vez -cuentan historiadores como Marcos Aguinis, la presentó como "hija" o "sobrina" cuando le preguntaban por "la niña que lo acompaña". Aunque también fue público su amor con otra joven, Nelly Rivas, que tenía 14 años cuando la cortejó a sus 58. "Quedé muda. Sentí que un escalofrío me corría por todo el cuerpo. Empecé a temblar como una hoja (...) Yo había quedado estupefacta ante su sencillez y cordialidad. Tampoco había esperado que fuera tan buen mozo". Así describió Nélida Haydeé Rivas, "Nelly", su primer cara a cara con Juan Domingo Perón. Poco después de ese primer encuentro, ocurrido en agosto de 1953, la joven pasaría a vivir en el Palacio Unzué, que era usado por Perón como residencia presidencia
Pero volviendo a Luciana Sabina, la polemista, publicó esto:
Se trata de la nota de una revista estadounidense, en donde ya no se negaba el tratamiento de "dictador" para Perón, una especie de Nicolás Maduro para el gobierno y la prensa del Norte en aquel entonces. La sola difusión, este fin de semana, de esa imagen, despertó a quienes aborrecen la figura de Perón ("gorilas", en la jerga partidaria) y a los negacionistas de cualquier tipo de crítica que se le pueda hacer a la religiosidad y folclore peronista, cuando no, las justificaciones "de contexto" sobre una serie de relaciones que hoy serían delictuales, por lo menos, más allá de la carga machista (o machirula, según quién lo diga) de la actitud del expresidente de facto que luego fue presidente democrático.
En la red, podrán ver, hay todo un hilo de discusiones que no está de más hacer, pero indagando en libros y documentos, más que en impresiones personales o versiones heredadas. Sobre todo es útil hoy, que parece haber un concurso para saber quién es/fue/será el más "machurulo" de la política.
Para leer más:
Pedofilia durante el primer peronismo, por Federico Andahazi
La amante adolescente de Perón