Quedó abierta la temporada de reproches, raros empresarios que arriesgan y ¿una "vaquita" para un plebiscito en Malargüe?

Se sabe: el nuevo año nuevo es el 20 de noviembre. Empieza el Mundial de Fútbol de Qatar y por ello, todas las cámaras empresarias han apurado los brindis de despedida de 2022 para estos días.

Es habitual que se formule un balance y, en el afán de contener a los asociados, cualquiera sea que se trate el rubro, interpretar el sentir promedio y expresarlo en el discurso que antecede al choque de copas. 

Eso ya está sucediendo y el color que tiene el final de una gestión de gobierno -a la que le queda un brindis más- es aprovechar para formularle los reclamos pendientes.

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En algunos casos, se sostiene que "no escuchan" en sus despachos y por eso lo hacen público. En otros, hay confrontaciones abiertas, ya que desde el Gobierno alegan cuando se les consulta sobre el picudeo, que no se van a dejar "marcar la agenda" por intereses de un solo sector y que lo que les toca es "velar por el bien común".

Así es que si no hay funcionarios "duchos" para aguantarse la embestida y el mal trago, directamente no va nadie del Gobierno a estos convites. En otros casos, lo hacen y responden y, por ello, recorrer estos eventos resulta todo un atractivo para quien busca conocer cómo va la relación entre empresas y la gestión política.

A veces hay tanta "calentura" en los empresarios, o exageran esa pose para quedar bien con los representados en su sector, que se olvidan hasta de brindar, a lo que se suma lo raro que suena despedir el año cuando faltan todavía dos meses para que se termine.

La diferencia entre una gestión y otra

El gobernador Rodolfo Suarez no es muy permeable a estar en estos eventos, menos si conoce de antemano que le pueden reprochar algo. Alfredo Cornejo era más propenso a estar, saludar y operar sobre el discurso. Para eso están -o deberían estar- los ministros,  la vez los encargados en todo caso de subir al estrado y responder a esas críticas.

Pasó recientemente en la cena de las pymes constructoras nucleadas en la Cecim, con muchísimos invitados, más de 500. El titular del sector, Dalmiro Barbeito, interpretó el libreto del sector que había quedado afuera del proyecto Portezuelo del Viento y que bregaba por la utilización de esos recursos en otras obras en donde sus empresas pudieran participar. Fue vehemente y pidió liberar ese dinero que, dijo, "no puede estar en un plazo fijo" mientras la pobreza tiene los números que tiene y hay otras necesidades.

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Le tomó la palabra el ministro Mario Isgro, que estuvo un muy largo rato hablando en el escenario y elípticamente, trató más de tender un puente que de refutar, y en esa tarea se le fue la frase de que era su "último brindis" con la entidad como ministro, lo que despertó rumores en la sala. Pero no, no es que se vaya, es que calculó que el año que viene, tras las elecciones, probablemente las despedidas de año queden afuera de la agenda del actual gabinete y ya empiecen a circular los del próximo gobernador.

De todos modos, los anfitriones suelen enojarse más por la ausencia del Gobernador que por los temas que consideran pendientes o que no han sido atendidos: esa situación les da cierto permiso para el "picante", ya que en general, no hay un mal clima. No puede decirse que haya una "guerra", sino la necesidad de lanzar reproches, una instancia bastante menor de disconformidad. Se le suma que el panorama nacional es tan patético que, en comparación, los problemas de Mendoza se parecen más al producto de impericias inocentes o desgano por hacer determinadas acciones, que un mal plan.

Así seguirán los brindis hasta que empiece el Mundial. Y después de que termine, ya sea por triunfar o por perder, pocas ganas quedarán de avanzar con estas juntadas.

Malargüe, la piedra en el zapato

En la cena por los 20 años de la empresa Halpern, dedicada a la provisión mayorista de recursos para la utilización eficiente del agua, ya es conocido el mensaje que dio el titular de la firma, el también deportista Sebastián Halpern, en torno a la necesidad de que haya minería para que, con sus recursos generados, puedan afrontarse obras de mejor aprovechamiento hidráulico.

Pero en las mesas -muchísimas, con invitados de diversos orígenes sectoriales, empresarios en su mayoría- no solo lo aplaudieron en forma cerrada cuando lanzó su propuesta sino que hablaron en los círculos formados para pasar el cóctel en torno a alternativas para que Mendoza salga de la encerrona en la que la metió un grupo de hábiles activistas antimineros al inicio de la gestión de Suarez, y sobre quienes ni la Justicia ni la política actuaron, a pesar de sus trapizondas. 

En ese camino anduvo rodando por las enormes instalaciones de Halpern en el Acceso Sur una idea: hacer una vaquita para ayudar al intendente de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, a que encare un plebiscito que acompañe la idea siempre latente de que allí sí hay licencia social para avanzar con proyectos mineros y que sí requiere de una excepción a la improvisada ley 7722.

Halpern, el empresario que propone minería para tener mejor administración del ambiente

La ocurrencia es desafiante. "No sería lo mismo que el intendente llegue con el resultado de un referéndum que le dé 90% de apoyo", graficó algún empresario, copa en mano, como si hubiese sido invitado a la acción por el discurso de Halpern. Varios asintieron con interés.

En el Gobierno siguen sosteniendo que "no es el momento" y sucede que no quieren aguas agitadas ante el showroom para que lleguen oferentes por Potasio Río Colorado, al que le ponen todas las fichas, en lo que podría llamarse -citando el término usado por la Ciudad de Mendoza para su plan de obras- como "acupuntura minera", es decir, que van a casos muy puntuales de principio a fin en lugar de avanzar con una política general para el tema, atentos a que no se controlan las repercusiones negativas que podrían producirse.

Contaminaciones actuales que nadie mira y las imaginarias, que enojan sin sentido

Sin embargo, hay sectores ambientalistas más serios que los activistas que reproducen una agenda europea y buscan rédito político, que están tratando de trabajar con todos los intendentes en la reducción de las contaminaciones que ya se producen, y no despotricando sobre las imaginarias que en el futuro podrían generar otras actividades.

La idea que rueda por este lado es que si hubiera minería habrían dos canales de preocupación y acción: más controles y acciones, debido a la necesidad urgente ante la existencia real de actividad minera, y sus recursos: de allí podría salir la plata para pagar mejores y eficaces controles, campañas y descontaminación no solo de la propia de esa actividad, sino la ya producida por el agro y otras actividades humanas.

En definitiva, hay gente trabajando en silencio por cosas más concretas que imaginarias. Solamente hay que ponerles los reflectores y ayudarlos.

Riesgo empresario y trabajo justo en donde hace falta

El viernes se produjo la apertura de un nuevo centro comercial. Sucedió como parte del masterplán que acompaña al Casino de San Martín y que ya representa un eje para toda la zona este de Mendoza, el "Gran Este", y que involucra a esa comuna, pero también a Rivadavia y Junín.

Flavio Kristich es la cabeza visible de un grupo desarrollador que no solo se arriesgó a construir en tiempo récord de 90 días el casino más grande del oeste del país sin saber si funcionaría de modo tal de recuperar la inversión, sino que pensó en generar un polo turístico y comercial. Ya inauguró el Tótem Boulevard, en donde 30 otras firmas le siguieron el juego y también arriesgaron sus inversiones para funcionar.

El dato es que es apuesta que han hecho a total riesgo. Incluirá próximamente un hotel 4 estrellas y un centro residencial. Y lo importante es que ocurre en la zona de Mendoza en donde menos empleo privado registrado se ha creado en el último año, la región más estancada. Por eso ver a tanta gente con empleos directos e indirectos, con la actividad cultural que implica el funcionamiento del lugar, por ejemplo, es un motor que se une al otro involucrado: la construcción.

Empleo privado registrado: luces y sombras en el Gran Este, la zona más estancada

Cómo él hay otros generando acciones, con más y menos posibilidades de recuperar lo invertido en mayor o menor plazo, pero se trata de actores del sector privado, comúnmente identificados bajo la etiqueta de "empresarios", que están creando oportunidades de trabajo real por fuera de la bolsa de empleo que es el Estado, idea en la que gran parte de la política fue criada y no puede sacarse ese aprendizaje absurdo de la cabeza, a pesar de la evidencia que refuta esa tendencia.

De allí que hay datos para armar una buena colección de iniciativas que tienden a levantar la vara y promover cambios. El propio Kristich había pedido acciones a la política para que el esquema legal les permita crear más empleos y no atente contra ese objetivo, como ocurre. Lo hizo en una columna en Memo que puede leerse haciendo clic aquí.

Lo que sucede es que el cantito más escuchado de la historia es el que requiere: "¿Y el Estado, qué hace?". Toda una rama del empresariado ha crecido, también, atado a lo que los gobiernos les dieron desde el Estado, sin ejercer el capitalismo como ejercicio propio. Ahora que sucede, tal vez haya que empezar a cambiar el chip de la sociedad que no identifica el valor que significa la iniciativa privada despegada en muchos ejemplos en marcha de lo que el Papá Estado aporte, y que sus inquilinos políticos dispongan que haga.

El oxímoron demócrata y De Marchi, el pícaro

Oxímoron: "Figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto". Valga la puesta en común en torno al significado de un término que poco se usa para identificar lo sucedido en el Partido Demócrata, que asegura que "renovó" autoridades, cuando en realidad, formuló una herencia en el cargo entre las mismas personas de siempre.

El delegado de las familias Balter y Llano es Armando Magistretti, y le tocará avanzar en recuperar el espacio perdido en la última elección, cuando "Vamos Mendocinos" tuvo una muy mala recepción en el electorado, además de contener a los demócratas que son fieles y que inclusive, valoran al "nuevo" presidente, pero que no entienden a Javier Milei, quien "alquiló" el sello para postularse a la presidencia y obliga a los propietarios a defenderlo y tratar de parecerse a él.

El diputado del PRO Omar De Marchi, ex demócrata, aprovechó para coquetear con este espacio, aun luego de que se fueran del que integra el lujanino, Cambia Mendoza y al que critican sin filtros. Fue y también les tiró flores por las redes sociales, lo cual resulta raro, porque en las elecciones compiten en contra, salvo que haya tomado una decisión que todavía no comunicó o bien que esté especulando con la rosca.