Por primera vez, las hermanas Kemelmajer dieron juntas un taller en la Justicia
Se trató de la primera oportunidad en que las dos talentosas mujeres, Aída en el ámbito jurídico y Jovita en el mundo de las artes, se unieron para dictar un espacio de creatividad. El juez de la Suprema Corte de Mendoza, Mario Adaro, fue quien la convocó.
La fusión del taller fue, de por sí, curiosa. Se trató de un espacio de creatividad destinado a trabajadores de la justicia de Mendoza que se dictó la semana pasada. Pero, lo más curioso o colorido de todo, fueron las protagonistas este peculiar encuentro virtual, ya que se trató de la primera vez en la que las hermanas Aída y Jovita Kemelmajer dieron un taller juntas.
Así, las hermanas mendocinas, que tienen una amplia trayectoria y son destacadas cada en diferentes actividades profesionales -como son las ciencias jurídicas y las artes-, se reunieron por primera vez en una iniciativa laboral y de docencia para dar un taller de creatividad.
Aída, la jurista, y Jovita, la artista, aceptaron el desafío de enfrentar las pantallas de sus computadoras y conectarse con más de 400 funcionarios y empleados judiciales de Argentina y otros 11 países, en una capacitación organizada por la Diplomatura en Innovación y Gestión Judicial Tecnológica de la Universidad Champagnat.
Saber enseñar y tener el aval de ser personas destacadas, respetadas e innovadoras, fueron las garantías para sacarle el máximo provecho a estas referentes que prepararon una master class sobre creatividad y que aceptaron la invitación que fue realizada por el juez de Suprema Corte de Mendoza, Mario Adaro, que además es quien dirige la diplomatura.
Durante dos horas estas Jovita y Aída fueron dándole forma a un taller en el que se ensamblaron conceptos provenientes de las artes clásicas y del derecho, de cómo se pueden poner en práctica herramientas para salir de una zona de confort, cuestionar y proponer cambios positivos en nuestra sociedad.
La película "El juicio de los 7 de Chicago" fue el punto de partida que sirvió para que las hermanas Kemelmajer desarrollaran, cada una desde su experiencia y con un hilo conductor narrativo común que hilvanaron con mucha preparación, la idea sobre el valor de la creatividad.
Aquí, el espectáculo académico completo: