En Chile esperan el repudio del Papa a los violentos que incendian iglesias
El papa Francisco se comunicó con el ganador de las elecciones en Bolivia, Luis Arce, partidario de Evo Morales quien mantiene una relación ideológico política muy fuerte con la conducción del Vaticano. Pero en Chile aguardan que condene los incidentes ocasionados por sectores de izquierda.
Los obispos de Chile manifestaron su preocupación por el incendio de otras dos iglesias con la reactivación del estallido, a un año de que se iniciaran. Las marchas fueron pacíficas, pero un grupo de encapuchados originó disturbios, incendios y saqueos no solo en Santiago sino en varios puntos de Chile.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) calificó como "delitos de odio" los ataques vandálicos ocurridos ayer en Chile contra las iglesias San Francisco de Borja y de la Asunción, y llamó al Gobierno a garantizar la protección de los edificios religiosos.
En tanto, el papa Francisco se comunicó con el ganador de las elecciones en Bolivia, Luis Arce, partidario de Evo Morales quien mantiene una relación ideológico política muy fuerte con la conducción del Vaticano. Pero en Chile aguardan que condene los incidentes ocasionados por sectores de izquierda.
"Pedimos al gobierno chileno que garantice la protección de los edificios religiosos contra delitos de odio de este tipo", expresó el presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern, en una declaración en la que recuerda que desde octubre de 2019 más de 57 templos y edificios religiosos han sido atacados en Chile.
Dos caras de la protesta en el primer aniversario del estallido en Chile
Durante las manifestaciones por el primer año de las protestas sociales en Chile, grupos vandálicos atacaron ambos templos ubicados en el centro de Santiago. La iglesia de San Francisco de Borja, usada para los servicios religiosos de los Carabineros, fue atacada en la tarde y la iglesia de la Asunción fue incendiada durante la noche. La torre de esta última se derrumbó debido al fuego.
Los atacantes subieron a las redes sociales videos y fotos de los destrozos, mientras otros posaban con las imágenes religiosas destruidas.