Presencialidad: Fuera del gobierno, Trotta terminó reconociendo que Mendoza tenía razón
El ministro de Educación habló de su salida del gabinete y en una de sus respuestas terminó reconociendo que hubo presiones para que el cierre de las escuelas fuera total.
El exministro de Educación, Nicolás Trotta, quien durante la gestión se enfrentó y criticó a Mendoza por el avance que tuvo la provincia en la presencialidad durante la pandemia, reconoció que él personalmente no estaba de acuerdo con un cierre total de las escuelas, tal como propuso siempre la administración provincial.
El expulsado funcionario, dio una entrevista radial, y dijo que los sorprendió la decisión del presidente de sacarlo del gabinete, pero reconoció que tenían muchas diferencias y que no se hablaban desde el incidente de la maestra de La Matanza, el cuál él criticó y el presidente valoró.
"A mí me sorprendió la decisión del Presidente, más allá de que habíamos tenido diferencias públicas y desencuentros a lo largo de poco más de 20 meses de gestión ", lanzó Trotta este mediodía en diálogo con Radio Rivadavia.
Sobre el cierre de escuelas durante todo 2020 y el tardío retorno a la presencialidad, destacó que "salvo Uruguay, en 2020 todos los países de la región tuvieron la presencialidad más o menos como la tuvo la Argentina, algunos mucho menos".
Igualmente, dijo que hubo desencuentros con el jefe de Estado por ese tema. "He tenido algunas diferencias con el Presidente por la presencialidad en las escuelas. Él tenía una agenda de mucha preocupación en lo que iba a ser el impacto de la segunda ola y nosotros planteábamos un cierre parcial, no total", recordó.
Trotta fue desautorizado en varias oportunidades por el Fernández, como cuando planteaba volver en forma parcial a la presencialidad, tal como iba a hacer Mendoza, pero finalmente tuvo que dar marcha atrás porque el presidente -sin avisarle- cerró todas las puertas a la presencialidad en medio de la segunda ola.
Desde ese momento, Mendoza se diferenció de la Nación y comenzó con un proceso de presencialidad gradual que en agosto se transformó en absoluta, pasos que siguió el mismo Trotta antes de que lo echaran de su cargo.