Tensión en el Reino Unido: acusó a Rusia de interferir en el referéndum de Escocia
Un documento asegura que Moscú considera a los servicios secretos británicos como un objetivo principal y concluye que la influencia rusa en Reino Unido es la "nueva normalidad" y que esta situación fue "seriamente subestimada" por el Gobierno y las agencias de espionaje.
El Reino Unido acusó este martes directamente a Rusia de haber interferido en el referéndum de independencia de Escocia celebrado en 2014. Tal afirmación es parte de un esperado informe que la Comisión parlamentaria de Inteligencia y Seguridad (ISC) se difundió esta mañana y en el que señala, a través de sus 55 páginas, otras situaciones de interferencia de Moscú en el país.
Según conclusiones del informe recogidas por el diario The Guardian, el Gobierno y la inteligencia británica no lograron preparar o llevar a cabo una evaluación adecuada de los intentos del Kremlin de interferir en el referéndum Brexit 2016. Mientras tanto, el Kremlin negó cualquier tipo de participación en los resultados de ningún referéndum en el país.
Además, el documento asegura que Moscú considera a los servicios secretos británicos como un objetivo principal y concluye que la influencia rusa en Reino Unido es la "nueva normalidad" y que esta situación fue "seriamente subestimada" por el Gobierno y las agencias de espionaje. Su publicación coincide con la visita a Londres del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
El caso genera alto impacto en la prensa londinense y, por supuesto, en Escocia, que no ha renunciado a sus intenciones de independizarse.
Leé todo lo que dice The Guardian en tiempo real, haciendo clic en la imagen:
El jueves pasado, Londres apuntó que "actores rusos" podrían haber interferido durante la campaña de las legislativas del pasado diciembre -que ganó el primer ministro, Boris Johnson-, después de que salieran a la luz, en internet, unos documentos relativos a las negociaciones entre Londres y Washington sobre un futuro acuerdo comercial postBrexit.
Recientemente, Londres también acusó a los servicios de inteligencia rusos de estar detrás de una serie de ataques informáticos destinados a robar los datos de una investigación sobre una posible vacuna contra el nuevo coronavirus. Según el organismo gubernamental británico encargado de ciberseguridad, un grupo de hackers rusos atacó organizaciones británicas, canadienses y estadounidenses para robar sus investigaciones sobre una vacuna contra la covid-19. El Kremlin, sin embargo, rechazó esa afirmación y dijo que se trataba de "acusaciones sin fundamento".
La ISC inició su investigación en noviembre de 2017 y entregó su informe al primer ministro el pasado octubre. A principios de noviembre, el Gobierno conservador fue criticado por no querer publicarlo antes de las elecciones del 12 de diciembre, que los tories ganaron cómodamente bajo el liderazgo de Johnson. En aquel entonces, el Ejecutivo aseguró que si no difundía el informe era por razones de seguridad nacional.
La investigación de la ISC buscaba responder a la inquietud generada por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, que llevaron a Donald Trump a ocupar la Casa Blanca. La entonces primera ministra británica, la también conservadora Theresa May, acusó a Rusia de propagar "historias falsas" para "sembrar la discordia en el Oeste [entendido geopolíticamente como Occidente] y socavar las instituciones".
Las relaciones entre Londres y Moscú se enfriaron desde el envenenamiento, en territorio británico, del exagente ruso Sergei Skripal, en la ciudad de Salisbury (suroeste), en marzo de 2018. Rusia negó toda implicación, pero el caso desembocó en una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos entre Londres y otros países aliados y Moscú.