Tachones, agregados a último momento y acusaciones cruzadas: así votó el Senado la reforma judicial
Una sesión de más de 10 horas terminó con acusaciones cruzadas y cambios en el texto legal que no habían sido tratado en comisiones.
El Senado le dio anoche media sanción al proyecto generado en Casa de Gobierno con la intención de reformar los tribunales federales porteños. Lo hizo en medio de acusaciones cruzadas, por el pasado y el presente, pero además, con la introducción a último momento de modificaciones no discutidas en comisiones, lo que caldeó los ánimos de la oposición, que puso objeciones a la forma en que la Cámara alta se desempeñó en el extenso debate con culminación sorpresiva.
Fue la sesión vía teleconferencia más extensa: hubo diez horas de discursos y 43 oradores. Mientras se sucedían unos a otros circulaban listas de cambios de último momento a la ley como la creación de Cámaras, juzgados, defensorías y fiscalías en las provincias para afianzar votos en el Senado y con la expectativa de sumar en Diputados donde el proyecto tendrá un trámite difícil.
Antes de pasar a la votación del proyecto de reforma judicial, la senadora peronista María de los Ángeles Sacnun informó una serie de modificaciones al dictamen, lo que despertó la indignación de la oposición.
La oficialista leyó de corrido numerosos cambios que se introdujeron al texto. Sin embargo, la votación se realizó en general y en particular al mismo tiempo, con lo cual no se aprobaron los artículos por separado.
Cuando Sacnun terminó con el informe, el jefe del interbloque Luis Naidenoff pidió la palabra. La vicepresidenta Cristina Kirchner le dijo entonces que la lista de oradores ya se había cerrado.
Pero el radical manifestó: "Únicamente para plantear una cuestión. A ver, esto es una especie de reforma de la reforma. Honestamente lo que se ha modificado creo que ni los senadores tienen idea de las modificaciones que se han incorporado".
"No hable por nosotros Naidenoff, tenemos conocimiento, hemos trabajado el tema", se lo escuchó al jujeño Guillermo Snopek.
CFK reiteró que ya se había agotado el debate y señaló que "el que quiera hablar solamente puede hacerlo con una cuestión de privilegio". "Si no siempre después estamos con lo mismo...con las operaciones de prensa, que nos los dejamos hablar...", siguió, cuando le pidió una cuestión de privilegio Martín Lousteau, y a la que la presidenta del cuerpo accedió visiblemente de mala gana.
"Todos los senadores, o por lo menos los de la oposición, nos estamos enterando de un montón de cambios. Ya hubo un dictamen, sobre el dictamen ahora hay casi 10 minutos de cambios, entre los que hay la creación de un montón de cargos, cuando antes discutimos si el costo de la reforma eran 1.900 o 6.000 millones de pesos o más", sostuvo el radical.
Y lo interrumpió la vicepresidenta: "Senador, van a votar en contra, a ver". "No importa eso presidenta, estoy haciendo una cuestión de privilegio en contra del funcionamiento de la Cámara", le respondió el opositor, para completar que "es muy difícil trabajar así realmente".
Cuando el secretario parlamentario pasó lista para constatar el voto de cada uno de los senadores, Esteban Bullrich (Pro) pidió "votar por separado los artículos que se modificaron". En tanto, Silvia Elías de Pérez (UCR) señaló que su voto era "negativo" al "dictamen que se debatió", pero "el dictamen que están votando ni siquiera lo conozco", dijo molesta.
La bronca quedó patentizada en las redes: