Patricia Bullrich sorprendió con un rol protagónico en el Gobierno
Después del fracaso de Santiago Caputo y Guillermo Francos en las negociaciones con el Congreso, Javier Milei buscó el respaldo de Mauricio Macri. El Presidente tomó el consejo del titular del PRO pero se respaldó en la ministra de Seguridad. ¿Qué dice Cristian Ritondo? Silvia Mercado desde la Casa Rosada.
No se sabe si lo buscó o no. Algunos dirán que sí, que era lo que quería desde el principio. Otros dirán que no, que solo la anima la vocación de colaborar donde se lo piden. Lo concreto es que Patricia Bullrich fue la gran protagonista de una semana en donde el Gobierno pasó del desprecio al Congreso, a la negociación pura y dura para alcanzar su objetivo: un tercio, apenas un tercio de los diputados, que le garanticen a Javier Milei que su veto a la ley de movilidad jubilatoria no sería rechazado.
En el camino, dejó al mismísimo jefe de Gabinete, aliado de Bullrich en el Gabinete, que perdió todas las discusiones con Santiago Caputo en la mesa política de la Rosada. El asesor presidencial estaba ofendido por el desprecio al aumento presupuestario para la SIDE ("para mis chiches") y no tenía la menor voluntad de negociar ni siquiera con quienes no habían votado en contra. La zancadilla de Martín Lousteau en la Comisión de Seguimiento y Control de los Organismos de Inteligencia tampoco le gustó, ni las demoras a la firma del pliego de Ariel Lijo para poder elevarlo al recinto. Pero lo que definitivamente no toleró fue que le cuestionaran su ley.
Sin Caputo, que quería volver a los orígenes de la campaña libertaria de Milei enfrentados al Congreso, la casta, los degenerados fiscales, los esbirros y todos los que no aceptan sus caprichos. Tampoco con Francos, que se comprometía con los diputados, pero después era desmentido por el resto del Gobierno, a Milei solo le quedaba Mauricio Macri.
Se reunió con él antes de que el presidente del PRO iniciara su largo viaje y la principal recomendación que obtuvo, según él mismo dejó trascender, fue que se pusiera al frente de la negociación política. Y claro que le hizo caso. Hizo convocar a reuniones en el despacho presidencial, habló con diputados y senadores y siguió los consejos de la ministra de Seguridad, que encabezó las negociaciones más importantes.
Esa sí que Macri no la vio.
Claro que en el despacho de Bullrich niegan que su rol haya sido crucial. La ministra sabe que ganarse la confianza del Presidente y su hermana, la secretaria general de la Presidencia, lleva tiempo y esfuerzo. Pero la cara de satisfacción que tiene en las fotos que distribuyó Presidencia lo dicen todo: sin su filigrana, Milei la hubiera tenido mucho más difícil, quizás no lo hubiera logrado. Y ambos tuvieron un logro adicional: todo lo pudieron hacer sin la intervención de los alfiles de Macri, los diputados del PRO, encabezados por Cristian Ritondo.
Casualmente, o no, Ritondo fue destratado por Bullrich cuando desplazó bajo cargos supuestamente de corrupción a un hombre de su estrecha confianza, Tito Ventura Barreiro, ahora exsecretario de Seguridad.
En cierto sentido, Patricia fue ayer protagonista de dos victorias. Hacia adentro del Gobierno, con una negociación que resultó bien tejida y logró los resultados esperados. Hacia afuera del Gobierno, con una represión siempre valorada por el electorado de LLA. Polémica, eso sí. Lo relataron con precisión los periodistas profesionales que fueron a cubrir la marcha. Primero, dieron cuenta de que la Policía Federal se corrió de proteger las vallas que le cerraban el paso al ingreso a Diputados. Ahí estaban los manifestantes de la izquierda, los más aguerridos, que derribaron fácilmente las vallas y avanzaron sobre la puerta de entrada. Para contenerlos, lo que hizo el Ministerio de Seguridad con un operativo a cargo de la nueva secretaria de Seguridad, la Magister Alejandra Susana Monteoliva, fue ordenar el avance de efectivos de la Prefectura Naval.
Mientras tanto, algunos militantes sueltos se la tomaban con periodistas que creían que avalaban la represión policial, sin escuchar lo que estaban relatando en directo. Es el caso de Carla Ricciotti, de La Nación Más, una periodista profesional, que relata lo que ve independientemente de la filiación política. Y, más allá, en una refriega, efectivos de Seguridad empezaron a esparcir gas pimienta que dio sobre el rostro de una niña de 10 años, que definitivamente no tiene que estar en una movilización de estas características, donde lo más probable es que haya momentos de violencia.
Rápido, el Ministerio de Seguridad difundió un video haciendo creer que fue una mujer salida de la marcha la que tiró un producto nocivo a la niña. Dos programas de televisión porteños mostraron esas imágenes como "exclusivas". Milei le dio RT. Pero era falso. Otro periodista que estuvo en la marcha, Manu Jove de TN, verificó que el gas pimienta salió desde un efectivo de Seguridad y lo posteó en las redes.
Como sea, el Presidente había logrado su objetivo en Diputados.
Se podría hablar de una nueva etapa en la Rosada, donde la negociación vuelve a mostrarse como una herramienta necesaria y con un aditamento como fue el rol de Bullrich, una novedad que habrá que ver cómo evoluciona. Es la foto de hoy. Patricia tiene muchos enemigos adentro del Gobierno y también afuera. Nadie puede estar seguro qué sucederá a partir de ahora.