El error de cálculo del PJ y los cambios que decidió Fernández Sagasti tras las PASO
Tres días después de las PASO, la líder del Frente de Todos en Mendoza cambió a su jefe de campaña y le dará mayor protagonismo a los intendentes. ¿Por qué fallaron los pronósticos internos?
Mientras que en provincia de Buenos Aires y otras jurisdicciones como CABA el Frente de Todos sigue pasándose facturas tras la mala performance que tuvieron el domingo, en Mendoza Anabel Fernández Sagasti ya decidió aplicar cambios para intentar al menos achicar la diferencia con Cambia Mendoza en las elecciones generales del 14 de noviembre.
En primer lugar, la líder del peronismo en Mendoza y cabeza de lista ya le comunicó a Lucas Ilardo, presidente del bloque del FdT en el Senado provincial, que dejará de ser el jefe de campaña, función que le designará a partir de ahora al intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, quien además es el segundo candidato a senador nacional.
Más allá de significar un mensaje hacia adentro del peronismo, donde en off se le critica a Fernández Sagasti el acaparamiento de La Cámpora de la campaña, la elección de Aveiro como nuevo jefe de campaña del Frente de Todos no es azarosa: además de obtener un amplio triunfo en Tunuyán, al intendente le atribuyen las victorias en el resto del Valle de Uco (San Carlos y Tunuyán), donde gobierna Cambia Mendoza.
Esperan que Aveiro también sea una pieza importante en el Frente de Todos para alinear rumbo a las generales a todas las "colectoras" que quedaron afuera de las listas definitivas, especialmente en departamentos como Tupungato, donde el domingo pasado hubo internas entre siete espacios distintos, entre otras disputas que no fueron muy cordiales.
"Nunca hicimos la plancha y no lo vamos a hacer ahora", afirman sobre el rumbo que tendrá la campaña tras un resultado desesperanzador como el de las PASO. Pese a la contundente derrota, sostienen que mantendrán el ritmo de la campaña previo a las PASO y que probablemente terminen superando el 30% en las generales de noviembre.
De hecho, aquí se da una situación particular: si en las generales al peronismo lo vota la misma cantidad de personas que en las PASO, automáticamente alcanzarían un 29 o 30%, frente al 25% que lograron este domingo. Esto se explica básicamente en el voto en blanco, que sí se cuenta en las primarias, pero no en las generales.
Concretamente, como en las primarias los frentes deben superar un umbral del 1,5% (cargos nacionales) o 3% (cargos provinciales), los votos en blanco son contemplados a la hora de sacar los porcentajes finales, pero en las elecciones generales no. Por lo tanto, esto automáticamente aumentaría el porcentaje de votos del Frente de Todos, pero también de Cambia Mendoza y el resto de espacios.
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Esto incluso indujo a un error en los días previos de las PASO: en las encuestas que encargó el Frente de Todos, principalmente a Elbio Rodríguez, no se incluyó en los porcentajes finales el voto en blanco, lo que originó que muchos pensaran que fácilmente superarían el 30% el domingo pasado y que Cambia Mendoza rondaría el 49%.
En el peronismo de Mendoza destacan también que más allá de las autocríticas en general, aquí ya se realizaron cambios, a la espera de señales desde Buenos Aires que, por ahora, se demoran.