Daniel Urquiza: "En el peronismo estamos huérfanos de liderazgo"

Domingo, 15 de septiembre de 2024

El dirigente social del peronismo mendocino Daniel Urquiza y una radiografía cruda del sector, mientras apuesta por unir sectores internos que han venido resquebrajándose debido a las continuas derrotas electorales. ¿Por qué pierden?

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Daniel Urquiza.

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El peronismo de Mendoza parece no dar pie con bola. Días atrás, el exintendente de Las Heras y expresidente del partido, Rubén Miranda, dijo que una de las razones de su continuidad de fuertes derrotas es que "ya no representa a los sectores populares". Entonces, ¿a quiénes? ¿A nadie?

Con Alfredo Cornejo liderando la política, hay mucho que juntan bronca en su contra, pero no consiguen un dirigente con la cual catalizarla. Están convencidos de que su bronca y sus cuestionamientos sí son representantivos de grandes sectores de la población, pero hay una ausencia de dirigentes capaces de ponérsele enfrente.

Ya algunos peronistas lo intentaron con Omar de Marchi quien, a poco de andar, los dejó pataleando solos, con una nueva derrota y encontró un conchabo para seguir él mismo prendido a la teta del Estado: la de siempre.

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Pero hay un emergente que no oculta su "peronicidad" ni busca atajos en ocurrencias de otros. Se trata de una militancia que coordina espacios barriales y de protesta. Están intentando cuajar y se mueven por los municipios, escapándole al lloriqueo generalizado en el que parece sumida la dirigencia tradicional de su partido.

Hablamos con uno de sus referentes, Daniel Urquiza, lasherino, que quiso ser intendente y que ahora acompaña este proceso.

- ¿Pierde el peronismo en Mendoza (por castigarlo) o es que otras fuerzas ganan (como premio o identificación con ellas)?

- El peronismo pierde por una multiplicidad de factores y el paupérrimo resultado del 2023 es la consecuencia de un largo proceso. Hay que decir que el peronismo en Mendoza viene con una seguidilla de traspiés que denotan una carencia a la hora de tomar decisiones electorales. Allá por el 2015 inauguramos la temporada de los desdoblamientos, perdimos la provincia y departamentos importantes como Las Heras y Guaymallén entre otros, luego el radicalismo tomó esa metodología y la adoptó a su antojo, mal no le ha ido. Pero no me quedo con los resultados electorales de ese proceso, sino lo que a mi entender es más importante, nunca más identifiqué la idea de un proyecto provincial unificado, que contuviera a todas las expresiones del peronismo de Mendoza, que tuviera verdadera vocación de poder y ofreciera algo superador a la sociedad mendocina.

Ya en el 2019, luego de la derrota provincial y con un gobierno nacional de nuestro signo político, extrañamente se fortaleció la figura de nuestra candidata a gobernadora, digo extrañamente, porque se supone que luego de una derrota, tiene que haber un barajar y dar de nuevo, un proceso de autocrítica para mejorar, pero no lo hubo y se profundizaron diferencias metodológicas, entre otras. Las expectativas de los distintos sectores pasaron a ser las primeras cabezas de lista de los espacios legislativos en 2021. Con esos antecedentes llegamos al 2023.

Por otra parte, creo que el peronismo no encontró una síntesis que pudiera congregarnos a todos y desperdiciamos una importante oportunidad. Siempre se dice que una tercera fuerza provincial, habilita un buen escenario para el peronismo. En febrero del 2023 ya se visualizaba el quiebre de De Marchi con Cornejo y con ello una buena oportunidad. El mal gobierno de Suárez ayudaba. ¿Falta de vocación? ¿Sectarismo? ¿Especulación? ¿Falta de convicción? Creo que fue un poco de todo, por parte de todos.

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Para sintetizar la respuesta a la pregunta, el Peronismo perdió una masa de votos que se dividió entre el partido Verde y la Unión Mendocina, creo que la ausencia de un proyecto provincial con vocación de poder nos hizo desaparecer del radar de la sociedad, ¿Por qué nos elegirían? ¿Qué teníamos para proponerles? ¿Qué les veníamos diciendo?

- Hay una controversia en la dirigencia tradicional del PJ en torno a si seguir siendo una fuerza nacional o adquirir características localistas, al estilo de lo que armó De Marchi. ¿Son las dos opciones o hay más?

- Yo no sé si es una controversia. Me da la impresión de que cuesta identificar por dónde es la cosa en este contexto. Algunos dicen, tenemos que armar un modelo mendocino, pero después los vemos queriendo traernos un modelo cordobés, riojano, bonaerense, etc. En realidad, más se busca un anclaje, un lugar desde dónde posicionarse y no está mal, solamente hay que identificarlo como lo que es, para que no nos confundamos.

Nosotros somos un movimiento nacional, quien quiera abstraerse de eso, no sé en qué peronismo está pensando. Lo que sucede es que las referencias nacionales nos llevan a pocos lugares o los mismos lugares de hace tiempo diría yo y en esa idea quizás pesa más el querer desmarcarse, que el discutir las nuevas referencias nacionales que necesitamos construir.

Fíjense que Cornejo y Suárez gobiernan culpando al gobierno nacional de turno de los problemas de Mendoza, claro, el radicalismo no tiene proyecto nacional hace rato, entonces culpa a Macri, Fernández o Milei, da lo mismo. ¿Nosotros nos animaríamos a gobernar de la misma forma? Por responsabilidad política no deberíamos. Lo otro que me pregunto es, armamos un frente electoral bien amplio y mendocino como se dice por ahí, ojo con los límites, porque hay que tenerlos, sino termina pasando que acompañan a candidatos como Omar De Marchi y después lo vemos en un gobierno como el de Milei justificando el hambre de los jubilados, ¿se imaginan si hubiera ganado?

En síntesis creo que hay que animarse, animarse a construir un proyecto político peronista provincial que conjugue las demandas de Mendoza en un modelo de país, donde recuperemos el liderazgo en la región, algo que Mendoza ha perdido hace un buen tiempo y pocos decimos algo al respecto. Tenemos mucho para aportar en ese sentido.

- ¿Por qué muchos movimientos juntan más gente en las movilizaciones que votos en las urnas? ¿Puede catalizarse su representación en elecciones a futuro?

- Bueno, para una provincia tan inmovilidaza como Mendoza, sería una buena movilización tener juntos en la calle a los 27.000 mendocinos y mendocinas que nos eligieron el año pasado en las elecciones PASO. Los movimientos sociales venimos recorriendo un proceso, pasamos de la organización social, a la organización social y política, no es fácil. El año pasado desarrollamos diferentes experiencias electorales que significaron que hoy tengamos Intendentes, legisladores nacionales, provinciales y comunales a lo largo y ancho del país.

El proceso de Mendoza, para nosotros, fue exitoso, no tengo dudas.

En principio hay que contextualizar teniendo en cuenta lo dicho anteriormente. Teníamos algunas opciones, éramos furgón de cola de alguno de los sectores de un peronismo que no tenía claridad de hacia dónde ir o nos animábamos a cristalizar, en una propuesta electoral, los sueños, esperanzas y un cúmulo de propuestas que se habían construido en cada territorio de nuestra provincia, vale decir que nuestra plataforma de gobierno la veníamos ofreciendo a los diferentes candidatos en elecciones anteriores y poco fueron tomadas en cuenta.

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También fuimos conscientes que nos metíamos en el juego que propone la política tradicional, con sus picardías y sus roscas, por eso teníamos claro que no podíamos hacerlo desde la ingenuidad y que la decisión de armar una lista provincial tenía como objetivo poder darnos un rodaje en aquellos departamentos donde mayor desarrollo político teníamos, insisto, fue una experiencia exitosa, teníamos candidatos y candidatas de carne y hueso, que se podían tocar y abrazar en cada territorio y la fórmula provincial Nicolás Guillén y Lorena Martin fue fundamental para cumplir ese objetivo.

Somos conscientes que lo transitado no alcanza, pero estamos convencidos que la construcción política genuina que hemos realizado necesita ampliarse, encontrando puntos en común con otras expresiones que potencien un proyecto superador para nuestra provincia. Esa catalizacion que planteas se dará pronto, no tengo dudas.

- ¿Cuánto daño cree que le ha hecho al peronismo lo que se está conociendo del gobierno de Alberto Fernández? ¿O es de los que cree que se está exagerando desde adentro o afuera del peronismo?

- Por un lado, soy de los que condena cualquier hecho que tenga que ver con las violencias, en sus distintas formas, hacia las mujeres. Pero entiendo que el daño que se ha hecho en este caso trasciende al peronismo, veníamos caminando, como sociedad, en la construcción de un Estado más igualitario y con mayor equidad. Hay conquistas importantes en términos culturales que se habían dado y hoy se ponen en cuestión y ahí sí, hay un aprovechamiento político innecesario.

- Se lo ha visto en una tarea difícil, pero que aparece como imprescindible: uniendo a sectores del PJ en los municipios que compitieron en la última elección. ¿A qué responde esa iniciativa y qué esperan? ¿2025 o 2027?

Tenemos un gran desafío, gobernar la provincia y cada uno de sus departamentos. En principio tenemos once departamentos que no gobierna el peronismo y en cada uno de ellos hay una diversidad de expresiones que necesariamente tienen que encontrarse, generar sus espacios de participación, debate y delinear un plan.

Claramente planteamos que esa construcción es de abajo hacia arriba, participativa, generosa, respetuosa de los espacios de referencia y con suficientes anticuerpos para que los métodos del fracaso no la penetren. Esto de construir de abajo hacia arriba parece un latiguillo, pero en realidad es una expresión que sintetiza cierto hartazgo entre la militancia y la dirigencia no reconocida en los últimos tiempos.

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Este proceso hoy está sucediendo. En Guaymallén, por ejemplo, donde cuatro de los espacios que compitieron entre si el año pasado hoy están, junto al presidente del PJ, debatiendo y construyendo, seguramente se sumarán más espacios. El mensaje es claro, organización local para tomar las mejores decisiones. Así como Guaymallén dio el puntapié inicial, pronto se verá reflejado en otros departamentos.

Daniel Urquiza: "En el peronismo estamos huérfanos de liderazgo"

Mientras el método del fracaso va, de un lado para el otro, llevando su receta, la propuesta es avanzar de manera diferente, necesitamos pensarnos de manera distinta a la que ha venido sucediendo, no asumir que se hicieron mal las cosas, significaría desperdiciar nuevas oportunidades. Necesitamos interpelarnos e incomodarnos, y eso será en esos ámbitos que proponemos, de lo contrario solo serán conversaciones de palacio. El 2025 está a la vuelta de la esquina y tiene que ser un nuevo comienzo que se corone en 2027 con la gobernación de Mendoza.

- El peronismo siempre ha sido verticalista, y en consecuencia su carencia los ha desorientado, históricamente. ¿Quién lidera en el país y en Mendoza?

- Estamos huérfanos. Venimos de asistir a un golpe muy duro, tanto en la nación con el triunfo de Milei, como en Mendoza con la estrepitosa derrota del año pasado. Todo está en cuestión. Pero para no eludir la pregunta, creo que el verticalismo que nos ordena sucede cuando los liderazgos son claros, hoy eso no está, por lo que estamos en una posición de horizontalidad para ser benévolo.

Claramente estamos huérfanos a nivel nacional en esos términos, por ahí mi expectativa estaba puesta en algunos gobernadores, que pudieran conducir un proceso de reconstrucción del movimiento nacional que nos incluyera a todos, pero entre los que le prestan a Milei los votos en el Congreso, los que están condicionados con los recursos, tal vez nos quedan un par como Quintela que viene rompiendo algunos esquemas o Kicillof que entiendo tiene las dificultades propias de ser gobernador de Buenos Aires y ese dilema ser o no ser el hijo pródigo de Cristina.

En cuanto a Cristina Fernández de Kirchner, no puedo negar que su liderazgo, aparece en la escena política y genera simbronazos importantes, para bien y para mal. Los que creen que ya no es por ahí, deben entender que sus apariciones públicas desnudan la ausencia de exponentes que sean capaces de decir muchas de las cosas que sería importante escuchar. Para quienes creen que es con Cristina como conductora, deberían descifrar si es hasta el final o si nos terminará sugiriendo un nuevo Alberto.

En todos los casos, estamos lejos de poder decir quien lidera en el peronismo nacional.

En Mendoza no es diferente la situación, la atomización que nos atraviesa, nos ubica en una posición de transición, todavía no cierran las heridas del proceso electoral del año pasado, porque las hubo. Pensar en un liderazgo del peronismo de Mendoza, implica necesariamente una serie de interrogantes a resolver, ¿Quién está dispuesto a ver más allá del interés individual para construir unidad? ¿Quién está dispuesto a promover espacios de debate por incómodos que sean? ¿Quién está dispuesto a confrontar inteligentemente con Cornejo? ¿Quién es capaz hilvanar un proyecto para Mendoza donde todos nos sintamos expresados?

Seguramente ese proceso que denominamos de abajo hacia arriba nos arroje muchos de los liderazgos que el peronismo necesita.