El Papa intervino la rama femenina de la polémica orden católica con sede en Mendoza

Desde la Santa Sede decidieron nombrar una delegada pontificia para gobernar el Instituto de las Servidoras del Señor y de la Virgen María de Matará, la rama femenina del Instituto del Verbo Encarnado. Se ordenó una revisión y se prohibió el ingreso de candidatas durante tres años.

El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica publicó un decreto aprobado por el Papa Francisco en el que se formaliza la intervención del Instituto religioso de derecho diocesano Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, cuya sede global se encuentra en San Rafael y cuenta con presencia en varios países.

El decreto designa a la Hna. Clara Echarte, F.I., como Delegada Pontificia para gobernar el Instituto y liderar un proceso de reforma integral. Entre las medidas más destacadas, se ha establecido la prohibición de aceptar nuevas candidatas y de admitir novicias durante los próximos tres años, como respuesta a las graves deficiencias detectadas en los procesos formativos y de discernimiento vocacional.

La intervención responde a un informe detallado presentado por la Visitadora Apostólica, en el cual se señalan serios problemas en la formación de las religiosas, el discernimiento vocacional y el gobierno interno del Instituto. Asimismo, se destaca la persistencia de un vínculo inadecuado con el fundador, Carlos Buela, declarado culpable de graves delitos por la Sede Apostólica. A pesar de su fallecimiento en 2022, el fundador sigue siendo venerado como un "sacerdote intachable".

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El documento también señala la falta de preparación de las religiosas que asumen responsabilidades de gobierno y formación dentro del Instituto, así como un uso excesivo de manuales y reglamentos que obstaculizan una vida religiosa más auténtica. La hna.Clara Echarte (nombrada como Delegada Pontificia) deberá constituir un equipo de trabajo integrado por miembros del Instituto y expertos en derecho canónico y teología de la vida consagrada para "revisar profundamente las normativas internas y asegurar una reforma efectiva", señala el decreto.

A su vez, el documento señala que la Delegada tendrá la facultad de nombrar otros colaboradores según lo requiera la situación y que mantendrá contacto continuo con los obispos de las diócesis donde el Instituto desarrolla su misión, especialmente en Velletri-Segni y San Rafael.

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