Leé y escuchá un fragmento de "Soñemos juntos", del papa Francisco

Los pensamientos, inquietudes y propuestas más personales del papa Francisco sobre la crisis del covid-19 y el mundo que emergerá de ella.

Prólogo

Veo este momento como la hora de la verdad. Me hace recordar lo que Jesús le dijo a Pedro: Satanás quiere «zarandearte como el trigo» (Lucas 22, 31). Es un momento en que se sacuden tanto nuestras categorías como nuestras formas de pensar y entran en cuestionamiento nuestras prioridades y estilos de vida. Cruzás un umbral, ya sea por decisión propia o por necesidad, porque algunas crisis, como la que estamos atravesando, no las podemos evitar.

La pregunta es si vamos a salir de esta crisis y, en ese caso, cómo. La regla básica es que nunca se sale igual de una crisis. Si salís, salís mejor o peor; pero nunca igual.

Leé y escuchá un fragmento de "Soñemos juntos", del papa Francisco

Estamos viviendo un momento de prueba. La Biblia habla de atravesar el fuego para describir esas pruebas, como el horno prueba la vasija del alfarero (Eclesiástico 27, 5). La vida nos prueba, a todos nos prueba. Es así como crecemos.

En las pruebas de la vida se revela el propio corazón: su solidez, su misericordia, su grandeza o su pequeñez. Los tiempos normales son como las almidonadas formalidades sociales: uno nunca demuestra lo que uno es. Sonreís, decís lo correcto y salís de la estacada, sin mostrar jamás quién sos en realidad. Pero cuando pasás por una crisis, ocurre todo lo contrario: te pone ante la necesidad de elegir. Y al elegir, se revela tu corazón.

Pensemos en lo que ocurre en la historia. Cuando el corazón de la gente se pone a prueba, las personas toman conciencia de lo que las estaba frenando. También sienten la presencia del Señor, que es fiel y responde al clamor de su pueblo. El encuentro que se logra nos plantea la posibilidad de un futuro nuevo.

Pensá en lo que hemos visto durante esta crisis del Covid-19. Todos esos mártires: hombres y mujeres que han entregado sus vidas al servicio de los más necesitados. Recordemos a los médicos, enfermeras y demás cuidadores de la salud, así como también los capellanes y todas las personas que se animaron a acompañar a otros en el dolor. Tomando las precauciones necesarias, buscaron ofrecer apoyo y consolación a otros. Leé más desde aquí: hacé clic.

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