Las universidades privadas tienen mayor eficacia de graduación que las de gestión estatal
Según el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) , hasta 2022, en la universidad pública había 20,6 estudiantes por cada graduado versus 10,9 estudiantes por cada graduado en las universidades de gestión privada.
De acuerdo al estudio elaborado por Francisco Boero, subdirector del Centro de Estudios de la Educación Argentina, es necesario mejorar los índices de graduación universitaria.
Comenzando por la evolución de la graduación universitaria total según el sector de gestión, en el siguiente Cuadro I, se expresa que entre 2003 y 2022 la graduación universitaria en instituciones privadas creció un 151,7 por ciento, mientras que la graduación estatal apenas se expandió un 65,2 por ciento
Con respecto a la graduación según rama de estudio, las ciencias sociales lideran la graduación universitaria. En 2022, sobre un total de 145.396 graduados, se registraron 63.427 en Ciencias Sociales; esto significa que 44 de cada 100 graduados de todas las universidades corresponden a esta disciplina, mientras que los graduados en las Ciencias Aplicadas y Básicas fueron 30.274, es decir, el 20,8 por ciento del total (Ver Cuadro II).
El incremento de la cantidad total de graduados considerando las diferentes ramas de estudio entre 2003 y 2022 fue de 67.706, recordemos que en este punto no se incluyen las categorías "Sin Rama" y "Sin Disciplina", en la composición de este incremento de graduados también es mayoritaria la participación de las Ciencias Sociales abarcando el 45 por ciento del total, es decir, 30.236 graduados. Sin embargo, en el mismo período, el crecimiento de la graduación en Ciencias Humanas fue proporcionalmente mayor que las Ciencias Sociales (105,6 por ciento versus 91,1 por ciento).
En las universidades privadas, la participación de las carreras científicas y tecnológicas en la graduación total es inferior a la que se registra en las universidades estatales. Es así como se observa que en las estatales hay 62 graduados en Ciencias Básicas y Aplicadas por cada 100 graduados en Ciencias Sociales, proporción que se reduce a apenas 25 graduados en las privadas.
Al analizar la eficacia en la graduación en nuestro sistema universitario entre los períodos 2002/2006 y 2018/2022, es decir, el porcentaje de estudiantes que se gradúan en el tiempo teórico de finalización, se observa que en los últimos dos años que se tienen registro de graduados (2022 y 2021) la tasa es del 26,6 y 27,7 por ciento respectivamente, siendo inferiores al máximo alcanzado en el periodo 2010-2014 del 29,0 por ciento, pero mayor a la correspondiente al período 2002-2006 del 23,6 por ciento (Ver Cuadro III).
Por su parte, en el sector de gestión estatal se sigue la tendencia del total universitario pero con niveles apenas inferiores, ya que se pasó de una relación de 20,5 por ciento en 2002-2006 a un pico de 25,9 por ciento en 2010-2014 y finalmente un 23,2 en 2018-2022.
Sin embargo, cuando se realiza la misma comparación en el sistema universitario privado se observa una tendencia diferente y con niveles superiores, la cual disminuye e incrementa año a año, presentando una relación de 41,3 egresados en 2006 por cada 100 ingresantes en 2002, a una de 38,3 cuando se comparan los graduados en 2022 con los ingresantes en 2018.
Entre 2002 y 2018, el ingreso anual a las universidades estatales incremento un 39,1 por ciento mientras que la graduación entre los años 2006 y 2022 lo hizo en un 57,6 por ciento. El comportamiento de las universidades privadas fue distinto, ya que para el mismo período el ingreso aumentó en un 128,7 por ciento y la graduación un 112,2.
Tal como se mencionó anteriormente, la mayor eficacia en la graduación observada en el sector de gestión privada a lo largo de los años, tiene impacto en otro indicador importante que es la cantidad de alumnos por graduado en el año, que se expone en el siguiente Cuadro IV. Este indicador es marcadamente mayor en las universidades estatales comparadas con las privadas, en donde para el año 2022 las cifras corresponden a 20,6 estudiantes por cada graduado en el sector estatal versus 10,9 estudiantes por cada graduado en el sector privado.
Un dato crucial para entender la escasa graduación es analizar la cantidad de estudiantes que no aprueban más de una materia luego de un año de asistencia a la universidad. En las universidades estatales, en el año 2022, el 57,8 por ciento de los estudiantes no aprobó más de una materia después de un año de permanencia en la universidad mientras que en las privadas dicha cifra se reduce al al 33,4 por ciento de los estudiantes, tal como se observa en el siguiente Cuadro IV.
Debemos destacar que estos promedios totales ocultan grandes diferencias entre diferentes universidades. Como se observa este indicador se ha deteriorado entre los años 2003 y 2022, tanto en las universidades estatales como las privadas, este es un dato preocupante, ya que se pasó del 38,0 por ciento al 57,8 en las universidades estatales y del 18,0 al 33,4 en las privadas.
En relación con la cantidad de materias aprobadas, el artículo 50 de la Ley de Educación Superior N.°24.521 del año 1995 establecía que: "Cada institución dictará sobre regularidad en los estudios, que establezca el rendimiento académico mínimo exigible, debiendo preverse que los alumnos aprueben por lo menos dos (2) materias por año, salvo cuando el plan de estudio prevea menos de cuatro (4) asignaturas anuales, en cuyo caso deben aprobar una (1) como mínimo. En las universidades con más de cincuenta mil (50.000) estudiantes, el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes será definido a nivel de cada facultad o unidad académica equivalente". Al observar las cifras suministradas por el Anuario de Estadísticas Universitarias, se pone de manifiesto que este artículo no se estaba cumpliendo, debido a que existen universidades nacionales con menos de 50.000 estudiantes que a la vez tienen muchos estudiantes que no aprobaron más de una materia en el año. Pero este artículo 50 de la Ley de Educación Superior fue derogado en noviembre de 2015 tras la aprobación de la ley N.° 27.204, que en su artículo 5 establece que "cada institución universitaria nacional dictará normas sobre regularidad en los estudios que establezcan las condiciones académicas exigibles".
O sea que ahora legalmente puede continuar el bajo nivel de aprobación de materias sin comprometer la matrícula del estudiante. No se han presentado argumentos razonables para esta nueva norma legal.
Por su parte, al comparar nuestras mencionadas cifras universitarias con las de los vecinos Brasil y Chile, en el siguiente Cuadro VI se expresa que, la evolución de la graduación total de Argentina, Brasil y Chile entre los años 2013 y 2022 es liderada por Chile con un incremento del 33 por ciento, seguido por Brasil con el 28 por ciento y Argentina con el 24 por ciento.
Argentina presenta la mayor cantidad proporcional de estudiantes, alcanzando los 550 estudiantes por cada 10.000 habitantes, mientras que las cifras de Brasil y Chile son sustancialmente menores con 428 y 349 estudiantes por cada 10.000 habitantes respectivamente. Sin embargo, ocurre lo contrario cuando se observa la cantidad de graduados cada 10.000 habitantes, dado que Argentina presenta apenas 32 graduados cada 10.000 habitantes mientras que Brasil presenta 59 y Chile 55, es decir que en proporción a la población Argentina gradúa a la mitad de estudiantes que Brasil y Chile.
Estas diferencias también se observan en la eficacia en la graduación ya que de 100 ingresantes en el año 2018 se graduaron en Argentina en el año 2022 unos 27 estudiantes mientras que en Brasil lo hicieron 38 y en Chile 71.
La misma tendencia ocurre al analizar la cantidad de graduados en el año 2022 por cada 100 ingresantes en el mismo año, donde lidera Chile con 82 mientras que lo sigue Brasil con 27 y Argentina con 20.
No es fácil explicar estas diferencias entre países, sin embargo, los sistemas universitarios de Brasil y Chile presentan una característica que los distingue de Argentina, se trata de exámenes generales previo al ingreso a la universidad.
En Brasil desde el año 1998 se aplica el Examen Nacional de Enseñanza Media (ENEM). Este examen fue creado con el objetivo de evaluar los conocimientos de los estudiantes una vez que concluyen la educación secundaria, como así también determina el ingreso de los estudiantes a la universidad y se utilizan los resultados obtenidos para adjudicar becas del Programa Universidad para Todos (Pro Uni). El ENEM tomó aún más relevancia a partir de 2009, durante la presidencia de Lula, debido a que una gran cantidad de universidades comenzaron a utilizar sus resultados como criterio de selección para la admisión de nuevos ingresantes. Cabe destacar que la participación de los estudiantes en dicho examen es voluntaria y que en él se evalúan distintas áreas de conocimiento.
En Chile actualmente se realiza la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) y es la herramienta para acceder a las instituciones de educación superior chileno adscritas al Sistema de Acceso a las Instituciones de Educación Superior. Dicha prueba la pueden realizar los estudiantes que se encuentran cursando el último año de la Educación Media y aquellos que ya la hayan realizado y quieran mejorar sus puntajes obtenidos. Para ingresar a la educación superior deberán rendir obligatoriamente las pruebas de Competencia Lectora y Competencia Matemática 1, y al menos una de las Pruebas Electivas de Ciencias o de Historia y Ciencias Sociales. Por su parte existe un conjunto de carreras que para su ingreso se exige aprobar la Prueba de Competencia Matemática 2. Los resultados se expresan en una escala de 100 a 1000 puntos y cada universidad define cuáles son los requisitos y criterios para la postulación y admisión regular a sus carreras.
En la Argentina no rige ningún tipo de examen de evaluación de conocimientos al final del nivel secundario ni tampoco exámenes generales de ingreso a la universidad, debido a que están prohibidos por la Ley 27.204 del año 2015, que los considera "restrictivos".
Pero al comparar nuestras cifras sin restricciones de ingreso frente a las de países con un sistema "restrictivo" como Brasil y Chile, se observa que, su sistema es mucho más eficaz, con mayor graduación anual y mayor crecimiento en cantidad de graduados en los últimos años.
Asimismo se observa que nuestra cantidad de graduados por cada 100 ingresantes en el tiempo esperado de graduación es muy baja en comparación a nuestros vecinos, destacando el hecho que ya hemos mencionado anteriormente, que en nuestro país existe un porcentaje alto de estudiantes que durante el primer año universitario no aprueban más de una materia.