Inversores: desde Canadá a Salta y ahora en camino al distrito minero de Malargüe
Este martes el gobernador Alfredo Cornejo recibió a representantes de Ontario INC, una empresa con propiedades en el distrito de Malargüe. El exfuncionario que los representa y el vínculo salteño con la exploración mendocina.
Mientras en la Legislatura el expediente de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de Malargüe Distrito Minero Occidental (MDMO), en paralelo parece comenzar a moverse el eslabón inicial de la larga cadena productiva que se tiene que seguir para poner una mina de cobre en producción. Por ahora, el puente que muchas empresas parecen estar tomando es el que une Salta con Mendoza.
Lo primero, y fundamental, aunque parezca lógico, es encontrar mineral y en el Gobierno de Mendoza entienden que con MDMO y su diseño, lograrán agilizar los permisos para la exploración -y específicamente el paso por Legislatura- con la expectativa de lograr el hallazgo de un volumen de mineral que permita el desarrollo de un mina.
La clave para esto, junto con lograr que la DIA pase el filtro político, es conseguir que lleguen las empresas junior a hacerse cargo de los 34 proyectos que deberían estar aprobados durante noviembre. Eso porque en varios casos los propietarios tendrán que conseguir un socio para explorar o, en su defecto, vender el proyecto ya con la DIA aprobada, para que se cumpla con el plan de trabajo comprometido y no se pierda la concesión.
Qué pasará en Mendoza si se aprueba Malargüe Distrito Minero Occidental
En ese sentido, desde el Ejecutivo ya destacaron la llegada de dos compañías canadienses, las que comprometieron invertir en 7 proyectos cada una para una primera etapa de prospección.
Este martes Alfredo Cornejo recibió a representantes de Ontario Inc, compañía que tiene un proyecto en la primera tanda de MDMO. Se suman a Kobrea, que fue anunciada hace algunas semanas, tras firmar un acuerdo con la firma mendocina Agaucu para explorar 7 proyectos, con la opción de comprarlos en caso de obtener buenos resultados.
La particularidad que tienen ambas compañías es que son canadienses y que, además, llegaron representadas por abogados salteños. Se trata de profesionales con experiencia en el sector que llevaron a estos inversores a su provincia y ahora buscan extender sus operaciones en el país apostando al potencial del sur mendocino. Pero a estos inversores ya mencionados, se debe sumar a la firma de origen chino Hanaq, cuya filial argentina también tiene base en Salta y que también dio el salto hasta Mendoza con tres propiedades en la primera tanda del distrito minero.
Inversores
En el caso de Ontario Inc, ayer en Casa de Gobierno estuvo Carlos Saravia Frías, representante legal de la compañía canadiense en el país. Saravia Frías fue subsecretario de Energía y Minería de la gestión de Fernando de la Rúa y es parte de una familia de abogados muy vinculados con el mundo minero. El hermano de Carlos, Bernardo Saravia Frías, fue funcionario de la gestión de Mauricio Macri y fue parte del equipo de campaña del sanrafaelino Ernesto Sanz durante su aventura presidencial en 2015.
Con un estudio de abogados muy relevante, son muy conocidos por sus vínculos internacionales y por llevar inversiones canadienses y chinas hasta esa provincia del noroeste argentino. Entre ellas está la mencionada Ontario Inc, pero también se cuenta a la china Hanaq, que tiene entre los socios de su filial argentina a Agustín Saravia Frías, otro miembro de la misma familia.
En el caso de Ontario Inc, hasta ahora su vínculo con la Argentina estuvo en el litio y la posibilidad de explorar uranio. En Salta, por ejemplo, tienen una pequeña participación en Exar SA, compañía que posee el proyecto Cauchari-Olaroz.
En el caso de Kobrea, en Mendoza se presentaron de la mano de Luis Mario Castelli, presidente de su subsidiaria Kobrea Exploraciones Argentina SA. Se trata de un abogado salteño que anteriormente estuvo al frente de una subsidiaria de la canadiense Cardero Resource Corp. En el caso de Kobrea, y según confíaron en el sector, están en Salta porque los socios son ex First Quantum, una top ten de la producción mundial de cobre y propietaria del proyecto Taca Taca, ubicado en esa provincia.
A pesar de tratarse de una compañía junior con poco rodaje hasta el momento, tendrían como ventaja su experiencia en la industria cuprífera de sus socios, ya que las otras empresas mencionadas vendrían a Mendoza a ampliar sus operaciones, que hoy son principalmente en el mundo del litio.
En Mendoza Kobrea tiene los proyectos Sofi, El Perdido, Mantos de Cobre, Cuprum, Elena, Verónica y El Destino. Ontario Inc tiene el proyecto Huemul, que comprende las exploraciones Huemul, Mirano Norte, Carmencita, Silvana, Huemul Norte, Huemul Sur y Cerro Butalo. Hanaq, por su parte, tiene Calmuco, El Montón y Valenciana.
Empresas claves
En todos los casos mencionados hablamos de compañías de las consideradas pequeñas en el negocio minero, que son las que se ocupan de las etapas iniciales de exploración y que apuestan con su inversión a encontrar un buen yacimiento. Si obtienen buenos resultados de exploración, pueden vender o asociarse a inversores con mayor capacidad financiera. En muchos casos, estas empresas acuerdan mantener un porcentaje mínimo de la propiedad, en caso que algún día su trabajo culmine con una mina en producción.
Estas compañías son claves, porque es justamente en esta etapa donde más capital se arriesga, ya que es la parte de la cadena de desarrollo donde más posibilidades de perder la inversión existen. Como ya hemos mencionado, la estadística indica que de 100 exploraciones que se inician sólo 1 llega a mina, por lo que es una apuesta fuerte invertir en prospección y exploración.
Sin embargo, sin la presencia de las denominadas empresas junior en la primera parte de la cadena de desarrollo no se podría lograr, porque tienen la agilidad y la expertiz que no tendrían las gigantes de la minería mundial en estos primeros pasos, los cuales requieren de decisiones rápidas y en terreno.
Como ya hemos publicado, en la actualidad una prospección (que considera un geólogo y tres ayudantes), para una campaña de 20 a 30 días, significa desembolsar un monto entre US$25.000 a US$30.000. Pensemos que para contratar este equipo se tiene que concretar un pago entre US$300 y US$500 diarios, sin considerar los gastos de transporte y comidas para la campaña.
Por eso, aunque se trate de empresas consideradas pequeñas por el volumen de la industria minera, aunque se trate de etapas tempranas, la inversión no deja de ser relevante.