Jeremy Rifkin: "Vivimos la primera revuelta planetaria de la historia"

El sociólogo presentó en Madrid "El Green New Deal global", donde pide modernizar la red eléctrica y descarbonizar la sociedad.

Jeremy Rifkin (Denver, 1945) es un sociólogo que lleva décadas ejerciendo de futurólogo, de guía de las tendencias mundiales. Asesor de gobiernos de todo el mundo, es autor de El fin del trabajo , que abordaba en 1995 el desempleo por la automatización, y de La tercera revolución industrial y La civilización empática , que tratan de cómo las nuevas tecnologías de la comunicación convergen con las energías renovables para crear una sociedad en la que cualquiera puede producir su energía, una sociedad más horizontal, participativa y empática.

Ya entonces avisaba de que quizá el cambio climático fuera un obstáculo grave y no se ha equivocado. Ahora publica El Green New Deal global (Paidós), del que habló ayer en la Fundación Rafael del Pino de Madrid. Es el momento, dice, de un gigantesco plan como el New Deal de Roosevelt que permita modernizar la infraestructura, desde la red de energía a los edificios y la producción eléctrica, para descarbonizar la sociedad y crear millones de empleos durante 30 años.

- Vivimos en un mundo donde los tipos de interés son negativos, hay un gran desasosiego social, el clima se vuelve violento y el populismo crece. ¿Qué sucede?

- Tras dos siglos de Revolución industrial basada en combustibles fósiles, estamos viendo el colapso de esa civilización.

- Afirma que hacia el 2028 el régimen fósil se vendrá abajo.

- Este año el costo de la producción eléctrica y solar con las últimas tecnologías ha caído ya por debajo de cualquier otra energía. Citygroup dijo hace cinco años que podía haber 100 billones en activos fósiles obsoletos, bolsas de petróleo que no se extraerán, oleoductos que no se usarán. No ha habido una burbuja como ésta. Y ahora que huyen billones de las inversiones en energía fósil es la hora de un Green New Deal global. No necesitamos nuevos impuestos para crear las nuevas infraestructuras para ir hacia cero carbono, sólo establecer bancos verdes en cada país y región alimentados por el dinero de los fondos de pensiones y soberanos, interesados en retornos a largo plazo estables.

- Será la transición a la tercera revolución industrial y dice que generará una sociedad nueva.

- La primera revolución industrial era centralizada. Las energías extractivas eran muy caras y había que crear grandes empresas verticalmente integradas. Llevó a los mercados de los Estados-nación. La segunda nos llevó a la globalización. Hoy con la integración vertical tenemos 500 empresas que tienen un tercio del PIB del mundo con sólo 67 millones de empleados del total de 3.500 millones. La tercera revolución industrial unirá las tecnologías de comunicación con millones de personas que producen su energía solar o eólica y la comparten a través de un sistema eléctrico digital. Y eso convergerá con una nueva movilidad, vehículos eléctricos, autónomos. Cambiará la civilización: la de la primera revolución fue urbana, la de la segunda, suburbana, ahora son nodos, su infraestructura está diseñada en red.

- ¿Y el capitalismo?

- Con la revolución digital el costo marginal de muchos productos, el costo de producir una unidad más, es casi cero, y eso tiene poco sentido para el capitalismo. Nos movemos de los mercados a las redes. De los vendedores y compradores, a los proveedores y usuarios. De propiedad a acceso. Y de transacciones a flujos. Aparece la economía compartida, en la que la gente comparte noticias, entretenimiento, cursos, y que es un nuevo sistema económico. Además, dejamos atrás la era del progreso y pasamos a la de la resiliencia frente a una naturaleza más violenta. Todo cambia y debemos entender las implicaciones para estos jóvenes nativos digitales manifestándose en las calles de 130 países. Es la primera revuelta planetaria de la historia. La primera vez que una generación se ve como una sola especie y empatiza con el otro, se ven como una familia en peligro. Una inmensa transición. Ahora deben entender cómo arremangarse, volver a sus comunidades y repensar la educación, la economía...

- También, explica, pasamos de la globalización a la glocalización.

- Con la globalización la mitad de la humanidad está mucho mejor que nuestros ancestros, pero a expensas de utilizar un planeta y medio, y sólo tenemos uno. Ahora vamos a la glocalización con una infraestructura más ágil que hace que cada región sea relativamente autosuficiente, pero que se deba conectar para compartir la energía, el comercio, la movilidad. Cada región del mundo se está glocalizando, no sólo Escocia o Catalunya, porque la tecnología es muy barata. Aún así los Estados-nación tienen función: la regulación, los estándares que permitan la conexión. Es un sistema en red, si te aíslas pierdes, somos interdependientes en la familia global.

- ¿Qué pasará con el trabajo?

- La infraestructura de la tercera revolución industrial no la construirán los robots ni la inteligencia artificial. No cavan zanjas para cables de banda ancha, ni harán eficientes los edificios, ni transformarán la red eléctrica. Se necesitan millones de personas. Paralelamente hay que preparar a la gente para lo que vendrá luego: un mundo gobernado por algoritmos creando bienes y servicios. Pero los algoritmos se basan en el pasado y difícilmente van a enfrentarse a los cambios climáticos: necesitas entendimiento pragmático, mirar el efecto y ver cómo adaptarte continuamente. De eso va la resiliencia. Habrá trabajos en construir resiliencia y enfrentarse a los problemas climáticos, de salud pública, sequías, calor, porque el clima cambiará. Ya hay millones de personas muriendo y migrando.

Fuente: lavanguardia.com

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