Flor Destéfanis: "Con Suarez tenemos un vínculo institucional y poco de gestión"
La intendenta de Santa Rosa, única jefa comunal de Mendoza, recordó cuando le tocó "poner la cara tras un gobierno muy cuestionado". Reclama más atención del gobierno de Suarez y cuestiona: "Se convoca sólo a intendentes del Gran Mendoza". Coparticipación, reforma constitucional y Ley de Educación, en una entrevista a fondo.
Después de la gestión de un intendente peronista que tuvo que renunciar desde la cárcel por desmanejos en el municipio, parecía improbable que en el corto plazo el PJ pudiera retomar el control del Ejecutivo en Santa Rosa. Sin embargo, pasaron apenas tres años para que, renovación mediante, una dirigente justicialista asumiera la jefatura municipal en lugar de la radical Norma Trigo.
Este es el caso de la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis, que casi una década después de haber sido Reina Nacional de la Vendimia, ganó la elección más importante de su vida. "No reniego de eso. Yo quería ser reina y me gustó mucho. Fue un antes y después, y despertó en mí una vocación política", recuerda la jefa comunal más joven de Mendoza que, en 2019, con solo 28 años, asumió al frente del municipio.
Abocada a la gestión del municipio en medio de una inesperada situación generada por la pandemia, la única intendenta que tiene Mendoza se refirió a la relación con el Gobierno de Rodolfo Suarez. Dijo que sólo tienen contactos institucionales a través del ministro de Gobierno y "poco de gestión". Incluso, remarcó que "para armar el Presupuesto 2021 no nos consultaron nada".
Repasá la entrevista completa, en texto y video:
-¿Cómo es el contacto con el vecino?
-Es como dicen: en un departamento chico nos conocemos todos. Me gusta mucho salir en bicicleta o caminar porque me sirve para controlar el trabajo nuestro, del personal, saco fotos y les mando para que, por ejemplo, recolecten los residuos en un determinado lugar. Aprovecho para hacer ejercicio y estar con mi hija, con la sillita en bicicleta. Y también me paran mucho para decirme qué es lo que falta.
-¿Cuál es la situación en Santa Rosa en relación a la pandemia?
-La pandemia vino a marcarnos la agenda. Todos los que asumimos en los municipios nunca pensamos que pasaría algo así. Tuvimos que adaptar lo que teníamos pensado a lo que sucedía por el coronavirus. Pero cuando más pasaba el tiempo más nos dábamos cuenta de que esto nos va a acompañar durante un periodo prolongado. Por eso, tenemos que seguir trabajando en lo que nos habíamos propuesto al comienzo de la gestión. En cuanto al coronavirus, ya tenemos más de 100 casos en Santa Rosa, pero no hemos tenido patologías complejas. Hay un trabajo importante de los referentes por distritos.
-¿Cómo es la relación con el Gobierno provincial?
-Prácticamente no hemos tenido vínculo. Vemos que cuando se toman decisiones, se convoca a intendentes del Gran Mendoza, no así a los intendentes del resto de la provincia. Es un reclamo que hago en el buen sentido: se tiene que ampliar esa mesa de diálogo. Nosotros tenemos complejidades diferentes: demoras en resultados de testeos, traslados de pacientes. Sería bueno aceitar más los canales de comunicación. Por ejemplo, del primer caso que tuvimos en Santa Rosa, en julio, nos enteramos por la televisión; no se nos comunicó nada oficialmente. Hay mucho para mejorar en los canales de la comunicación. Y, más allá de la pandemia, tenemos un diálogo institucional con el ministro de Gobierno (Víctor Ibañez), pero poco en herramientas de gestión. En el Presupuesto no nos consultaron nada, no nos preguntaron por obras a tener en cuenta.
-¿Y esa falta de vínculo con el Gobierno provincial se compensa con una relación más aceitada con Nación?
-No creo que se compense porque son dos cosas distintas y más allá de tener una buena relación con Nación, me encantaría tenerla con la Provincia. Ojo, no pienso que lo hagan a propósito, tal vez la pandemia los superó. Sin dudas, hemos recibido mucha escucha de funcionarios nacionales, donde Anabel (Fernández Sagasti) ha sido clave para abrirnos puertas: nos atienden el teléfono y escuchan nuestros proyectos. También recibimos un ATN porque la situación financiera de la comuna era bastante compleja, y nos ayudó un montón. Tenemos proyectos listos para presentarlos cuando se lancen programas a nivel nacional.
-Sos la única intendenta de Mendoza, pero también la persona más joven en conducir un departamento.
-Sí. Cuando asumí en diciembre tenía 28 años y ahora ya cumplí los 29. La intendenta más joven de la historia también. Lo hablé con Roberto Righi, que asumió siendo muy joven también (en 2001, tenía 29 años cuando reemplazó a Carlos Masoero al frente de la Municipalidad de Lavalle tras el fallecimiento del jefe comunal). Me parece que lo de la juventud está muy bueno, más allá de ser mujer. La experiencia tiene un valor en sí mismo, pero la juventud también.
-¿Por qué no hay más intendentas en Mendoza?
-Lo hemos hablado, incluso con Anabel. A veces una va convocando a compañeras y muchas responden que tienen que analizarlo porque se preguntan con quién van a dejar a sus hijos y después te dicen que no pueden. Tenemos que lograr empoderarnos, que haya un sistema de apoyo en la familia y compañeros para que podamos ocupar los lugares que queremos ocupar. Los hombres también tienen las mismas obligaciones. Hay que dividir en igualdad de condiciones las tareas y las oportunidades de la política.
-Quizás muchos te preguntan cómo te las arreglás para ser intendenta teniendo una hija tan chica, pregunta que no se le hace a un intendente en tu misma situación.
-Sí. Ya es aburrido; andar en la calle o en la política y que siempre te preguntan con quién dejaste a tu hija, ¡y a los hombres nunca les preguntan con quién dejan a sus hijos! Igual no tengo problema, tampoco puedo esperar cambios tan rápidos en la sociedad.
-¿Qué recuerdo tenés de tu reinado? ¿Fue allí cuando surgió tu vocación por la política?
-Tenía 19 años. De mi reinado es por lo que me conocieron muchos. El hecho de haber sido reina, con lo que eso significa, estigmatizar a una reina por la belleza... pero no reniego. Yo quería ser reina y me gustó mucho. Fue un antes y después en despertar en mí una vocación política. Acompañaba a los intendentes, al gobernador, a la parte más bonita, como inaugurar obras. Entonces entendí que la política era la herramienta para transformar una realidad. Después de que entregué el reinado me convocaron y me preguntaron si me interesaba hacer política y desde entonces no paré, desde el lugar que me ha tocado. A la gente le queda el recuerdo de mi reinado de que hablaba inglés, o que era verborrágica, más que lo otro.
-¿Qué grado de responsabilidad tiene Carlos Ciurca en el hecho de que hoy seas intendenta?
-A él durante mi reinado no lo conocí. Pero escuchó mi discurso de despedida y a la semana me llamaron personas que trabajaban con él y me dijeron que Carlos quería que vaya para participar de un spot de la fórmula de ese momento. Después me dio herramientas para trabajar desde lo social en el este. Tiene mucho que ver. Entiende los momentos de cada uno en la política. Siempre está y va dando espacio para que otros sean los protagonistas.
-¿Encontró su posición en el PJ, fuera de los cargos?
-Es un gran operador político, tiene una visión política muy buena. Él está muy conforme con el espacio que ocupa y ayuda a otros a crecer. Tiene lo que le falta a otros: entender hasta dónde llegó el momento de protagonizar y ocupar otro lugar para ayudar a que a otros le vaya bien.
-¿Pensás en una gestión de cuatro u ocho años?
-Me tocó llegar y estar cuatro años, después veremos. No hay que desesperarse por los lugares. Siempre uno tiene intención de profundizar políticas públicas y un periodo es poco tiempo, pero también tenemos que lograr alguna vez que no dependa de las personas, sino de los equipos de trabajo. Y sobre 2021, en este contexto, ni siquiera sé si habría elecciones.
-¿Por una cuestión sanitaria o por lo que planteó Duhalde?
-Nunca pensaría lo que dijo Duhalde. Lo planteo desde el punto de vista sanitario. Incluso con la vacuna, de aquí a que se vacunen todos... Quizás se pueda trabajar en un protocolo. Quiero que el peronismo sea una alternativa de gobierno, ese es el objetivo en el que trabajamos los intendentes y legisladores. Tenemos que posicionarnos como una alternativa. Alberto es uno de los dirigentes con mejor imagen en Mendoza y es con quien coincidimos. Queremos que el mendocino nos identifique con eso que a nivel nacional le parece bien. Un 2021 con un peronismo unido más allá de los nombres.
-Más allá de las diferencias, ¿quedó una relación establecida con Norma Trigo? Son las unicas dos intendentas electas que ha tenido Mendoza.
-No, no existe relación, lamentablemente. Ella tampoco nunca nos permitió tener una relación. El día que me tocó asumir, no había nadie de la gestión anterior, nadie nos dio una llave, nada. Debería haber estado ella, es algo que habla de la institucionalidad. Tuvimos una reunión unas semanas antes con el secretario de Gobierno, y ella nos recibió un ratito para sacarse una foto, nada más. Igual, siempre destaco que ella fue la primera intendenta de Mendoza. Qué bueno que haya sido en Santa Rosa, nos puso en la historia.
-Incluso en 2019 no había hombres con chances de ser intendente en Santa Rosa.
-Sí, y a veces piensan que somos conservadores, por ser del interior, pero venimos a romper todos los esquemas. Norma llegó a ser intendenta por ser presidenta del Concejo, ya estaba en un cargo importante. Hoy Débora Quiroga es la presidenta del Concejo también.
-¿Qué opinión tenés sobre Sergio Salgado y su gestión?
-Todavía hay muchas causas en la Justicia, incluso un recurso ante la Corte Suprema. Espero es esto se agilice para que los santarrosinos tengamos certezas de qué pasó. Tenemos los mismos colores políticos y para mí fue un desafío, porque la primera vez que fui candidata a intendenta (2016) era porque él había renunciado. Entonces, en ese momento, había que poner la cara tras un gobierno muy cuestionado. Después me encuentro en la gestión con juicios en lo Civil, con perjuicio para el municipio. A Salgado le faltó rodearse de gente profesional, principalmente en el área de Hacienda, donde la mayoría de los funcionarios no tenían una formación económica ni contable.
-¿Viste que se habla de la posibilidad de Fernández Sagasti candidata a vicepresidenta en 2023?
-Tiene muchísima capacidad de laburo, es re trabajadora, me llama a las 11 de la noche para contarme cosas. Donde ella quiera estar, la vamos a bancar. Hay muchos cuadros políticos dentro de Mendoza, con renovación. Hay legisladores que se están destacando, todos los intendentes son muy valiosos. Hay que empezar a darnos la posibilidad de ir descubriendo nuevos compañeros y compañeras que tengan formación técnica y política.
-¿Estás de acuerdo con la reforma de la Constitución?
-Mi tesis de abogacía la hice sobre autonomía municipal. Hay muchas cosas que se pueden aportar a la Constitución y actualizarla, pero como peronismo también entendemos que muchos de los cambios que propone el oficialismo tienen que ver con lo electoral. Hay otras cosas para ver: cambios en Irrigación, en autonomías municipales, hay muchas cosas más profundas a charlar. Veremos si se da ese debate en la legislatura.
-En otra entrevista de Memo, Ulpiano Suarez dijo que hay que modificar la coparticipación en Mendoza y cuestionó que haya municipios con tanto empleo público.
-En Santa Rosa, sin dudas, nos encontramos con una planta de personal muy grande. El empleo público es el más importante que tenemos, y eso tiene que cambiar, pero no de un día para otro. Necesitamos incentivar inversión privada y, hasta lograrlo, va a llevar su tiempo. Hay que modificar la coparticipación y tener en cuenta distintas variables, no sólo la cantidad de población o actividades económicas. Necesitamos un sistema solidario y compensatorio. Nosotros tenemos 8.500 kilómetros cuadrados y para llegar con los servicios de una punta a otra son más de 100 kilómetros de trayecto. La Capital tiene 54 kilómetros cuadrados... Son muchas cosas a poner en la mesa de debate.
-Lo último: ¿qué opinión tenés del proyecto de ley de Educación?
-Me empezaron a llegar muchísimos mensajes de docentes. Fuimos el primer departamento en debatirla, organizamos una reunión virtual, convocamos a docentes que habían estudiado el borrador. Desde la DGE nos pidieron las conclusiones y se planteó trabajar en comisiones. Fue muy bueno. Pero nos preocupa la posibilidad de que los municipios, con o sin apoyo de la DGE, empiecen a gestionar modalidades de la educación. Yo entiendo que las estructuras municipales no están preparadas para eso. Los docentes plantearon muchas otras cuestiones negativas, como la posibilidad de que el director de Escuelas modifique el estatuto docente, o lo vinculado a las redes sociales de alumnos y docentes.