Los errores del tuit antiminero de Difonso: se aprovechó del temporal y fue corregido
El candidato a legislador provincial de La Unión Mendocina hizo una publicación en la que mezcló los daños en las rutas por el temporal en la cordillera con la infraestructura de un proyecto minero. Además, relativizó la efectividad científica de los estudios de Impacto Ambiental.
El referente antiminero de San Carlos y candidato a legislador provincial por La Unión Mendocina, Jorge Difonso, hizo una desafortunada y desinformada publicación en la que usó imágenes de la tragedia que afecta a Chile y sus consecuencias en la infraestructura vial del lado argentino y chileno de la frontera. Con un texto a imágenes buscó generar miedo, preguntándose qué hubiera pasado con un dique de colas (depósito de relaves) minero en Uspallata o Malargüe durante un temporal como el que se registró en alta montaña.
Video: en Chile aún están evaluando los daños en el camino internacional
De inmediato su publicación tuvo numerosas respuestas, muchas de ellas con los argumentos técnicos correctos que evidenciaron la falta de conocimiento del abogado respecto a muchos aspectos técnicos de la minería. Además, muchas de ellas recalcaron que el candidato de la lista de Omar De Marchi mezcló peras con manzanas.
"El temporal de este fin de semana dejó destrozos muy graves en los pasos Fronterizos Pehuenche y Libertadores. Me pregunto qué hubiera pasado en Malargüe y Uspallata con la presencia de un dique de colas aguas arriba con cianuro?", escribió Difonso en Twitter el lunes. A eso agregó: "De que valen los estudios de Impacto ambiental en este marco de Cambio Climático? ¿Cuáles serían las consecuencias para la población? Por eso una ley como la 7722 protege", finalizó.
A la hora de las respuestas, Memo consultó con el ingeniero y representante del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas (Cadim), Mario Juarez, quien al ver la publicación de Difonso destacó que "claramente tiene un desconocimiento de la actividad".
Antes de entrar en especificaciones técnicas, Juarez aclaró que en Argentina no hay ningún dique de colas que contenga cianuro, porque a las presas van los relaves con minerales de baja ley, pero no así el cianuro o cualquier otro reactivo. Todo lo contrario, el cianuro se recupera por tratarse de un insumo muy caro que se puede recuperar y reutilizar.
A eso se debe sumar que, con la normativa vigente, en un eventual desarrollo minero en Mendoza no se utilizaría ni cianuro y tampoco ácido sulfúrico, por lo que en las condiciones actuales estos productos ni siquiera estarían presentes en los procesos de producción.
Otro factor que resulta importante en la publicación con la que Difonso busca generar miedo, son las imágenes que utilizó. Junto a sus mensajes publicó fotos que corresponden a la destrucción de caminos, infraestructura vial que se levanta de una manera diametralmente distinta a cualquier obra de un proyecto minero.
Para Juarez, es clave diferenciar los sistema de gestión y de control de lo que es una ruta o un camino con un dique de colas. En ese sentido, destacó que para los proyectos mineros, en lugares como San Juan, hay una mesa de evaluación con organismos locales y nacionales que superan las 16 instituciones. Eso, comparado con una obra vial que involucra contratos y requerimientos quizás a 50 años.
Estudios y recurrencia
Una gran diferencia que marcó Juarez en cuanto a la construcción de un proyecto minero que considere un dique de colas, es la recurrencia de los eventos que se analizan. En la actualidad en la mayoría de los proyectos se consideran períodos de 1.000 años y hasta 10.000 en otros casos, con lo que buscan ponerse en el máximo de escenarios posibles.
Eso, comparado con algunas obras que pueden estar diseñadas con una recurrencia de 50 años y que -por ejemplo- podrían ahora estar enfrentando un ciclo de el fenómeno meteorológico de El Niño de 100 años o más. De esta forma, se destacó que la industria minera analiza a mayor plazo para intentar ponerse en todos los escenarios posibles ante una eventualidad de todo tipo, no sólo eventos meteorológicos, sino que con un espectro mucho más amplio.
Por eso, también consideró errado el mensaje de Difonso señalando que puso en duda la validez de los estudios de Impacto Ambiental que se realizan y que ponderó a la ley antiminera 7.722 como protectora en caso de emergencias.
En ese sentido, el ingeniero señaló que los opositores a la minería, a pesar de la necesidad electoralista, deberían anteponer la lógica de las distintas actividades humanas e investigar un poco antes de hacer afirmaciones.
Desde el proyecto conceptual a la construcción
El ingeniero Juarez recalcó que la presa relaves se hacen en lugares estudiados, considerando contingencia y mitigación. Hizo especial hincapié en que "no es una cuestión de hacer un tranque", sino que se trata de una obra muy sofisticada.
Para entender un poco más lo que implica la construcción de un dique de colas o una presa de relave, Juarez aclaró que todo arranca con el trabajo del ingeniero de minas que hace un diseño conceptual de todo el desarrollo de un yacimiento, dando inicio a un proceso que puede durar fácilmente cinco años hasta que se pueda desarrollar.
Para arrancar con todos estos procesos hay una lista casi innumerable de estudios que se realizan y que -por ejemplo- no sólo se necesita una base topográfica y la historia climática de la zona. En casos como San Juan o Chile (como también debería ser en el caso de Mendoza), son especialmente importantes los estudios de de validación sísmica de una presa de cola, pero no sólo base a la información disponible del Inpres, sino que se hace una validación sísmica de la zona específica con análisis de sismos máximos.
Del diseño conceptual el proceso pasa a los equipos que avanzarán con la ingeniería básica y seguirá a un ingeniería de prefactibilidad y la ingeniería de detalle. Ese camino cuenta con la participación de ingenieros civiles, hidráulicos, geofisicos, hidrogeólogos, expertos en mecánica de rocas, en mecánica de suelo y una larga lista de especialistas que permiten que se tenga un diseño seguro en base a una gestión interdisciplinaria.
A la hora de la instalación, en lugares como San Juan, explica Juarez, se necesitan por lo menos dos o tres alternativas para la instalación del dique, las que serán analizadas por el consejo de evaluación que definirá los permisos para la instalación del proyecto.
Avance de la ingeniería
La simplicidad de los conceptos errados de Difonso son especialmente preocupantes considerando que en Mendoza se está intentando entregar información técnica, con el respaldo científico que se necesita para el desarrollo de la actividad minera.
Por eso, Juarez destaca que la evolución de la ingeniería lleva a que todos estos proyectos, no solamente tengan mucho trabajo técnico en la estructura principal, sino también en el diseñada la infraestructura auxiliar. "Primero hacemos los canales de contención de correntías superficiales, calculando dimensiones de canales, tormentas extraordinarias y toda la infraestructura de mitigación. Eso antes de que comiencen cualquier otro tipo de construcción", explicó el ingeniero.
Destacó que las altas normas que se aplican son para darle seguridad a la sociedad civil, a las autoridades locales, pero también a los inversores y a los mercados de valores, que son los que en muchos casos financian los proyectos. "En los mercados de valores van a comprar acciones de proyectos que tengan récord de buena calidad de ingeniería", explicó el profesional.
De ahí que en el sector minero generen molestia las acciones como la de Difonso, que trata con desconocimiento y relatividad un desarrollo que tiene amplios equipos técnicos en su desarrollo.
Juarez destacó que "realmente en la gestión de todos los niveles de ingeniera cada vez se requiere mayores detalles y lo que ha evolucionado también es la sociedad en general". Destacó que "no solamente las técnicas han mejorado, sino que también la conciencia de sociedad civil del control de este tipo de obras"
"Somos los primeros ambientalistas, estamos súper ocupados de que estas situaciones se manejen", indicó.