El último antecedente: a Alfonsín también le gatillaron y la bala no salió
Ocurrió en un acto partidario de 1991, cuando un exmiembro de Gendarmería se acercó al expresidente y apretó el gatillo de su arma en reiteradas ocasiones. También hubo dos ataques previos, en 1986 y 1989.
Tras el intento de asesinato a Cristina Kirchner, hubo dirigentes afines que catalogaron el hecho como "el más grave desde 1983". Sin embargo, algo similar ocurrió en 1991, cuando un exmiembro de Gendarmería quiso matar a Raúl Alfonsín, con resultado idéntico a lo ocurrido con CFK.
Después del ataque, Cristina Kirchner siguió en la calle firmando autógrafos
El último de tres ataques contra Alfonsín ocurrió el 23 de febrero de 1991, dos años después de dejar la presidencia. En un acto partidario en San Nicolás, el dirigente radical hablaba ante unas 5.000 personas cuando Ismael Abdala se acercó al palco y gatilló varias veces.
"Apretó el gatillo varias veces; pero el mecanismo se atascó y no logró disparar ninguna bala. Un hombre de unos 70 años, Vicente Massisi, se echó encima de Abdala y le arrebató el arma. Enseguida, otros militantes radicales le retuvieron y golpearon", publicó en aquel momento diario El País.
Además, aquella crónica relata que "Alfonsín, que llevaba ya unos 10 minutos hablando, interrumpió su discurso, pidió calma a los asistentes y luego continuó con una arenga sobre la necesidad de defender las instituciones democráticas para garantizar la libertad y la justicia".
Abdala, que había escrito antes de planear el ataque cartas a George Bush y Mijail Gorbachov, fue juzgado y declarado inocente por insanía mental e internado en un hospital psiquiátrico. Posteriormente, quedó libre porque supuestamente "no era un peligro para sí mismo ni para los demás".
Sin embargo, Abdala llamó por teléfono a Marcela Alfonsín, hija del expresidente, y le dijo que quería verla para pedirle disculpas. Ella fue quien hizo la denuncia y lo volvieron a internar en el hospital psiquiátrico del que volvería a salir en 1994, pero a los pocos días se suicidó.
Dos intentos de asesinato previos
El primero de ellos había sido frustrado el 19 de mayo de 1986, en un momento caliente para las Fuerzas Armadas, cuyos jefes y oficiales se resistían a ser juzgados por los crímenes cometidos durante la última dictadura.
Esa mañana, dos policías descubrieron un cable negro que asomaba de una alcantarilla, a pocos metros de donde Alfonsín dispararía un cañón como parte de una ceremonia de las Fuerzas Armadas.
El cable llevaba a una bala de mortero calibre 120 mm, semienterrada, con 2,5 kilos de dinamita adosados a dos panes de trotyl de 450 gramos cada uno. El artefacto fue desactivado.
El segundo se había registrado en octubre de 1989, cuando Alfonsín ya le había traspasado la banda presidencial a Carlos Menem.
Una bomba de gran poder estalló en el edificio de Ayacucho al 100 en el que vivía provisoriamente y destruyó varios ambientes. De pura casualidad, no había nadie en el lugar. Nunca se identificó a los responsables.