Cómo golpear a los delincuentes en el bolsillo y evitar toda una cadena de delitos

El ex subsecretario de Seguridad de Mendoza y especialista en el tema Alejandro Salomón habló sobre el proyecto presentado por Maxi Abad para atacar la inseguridad desde otro aspecto, disminuyendo el beneficio de los delincuentes: "El delito siempre busca el beneficio económico", señaló en "Tenés que saberlo".

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Muchas han sido las leyes y muchos los cambios que se han realizado para poder abordar la inseguridad, aunque siempre desde una perspectiva punitivista. El ex subsecretario de Seguridad de Mendoza Alejanro Salomón habló con el programa "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió al proyecto de ley presentado por Maximiliano Abad, el cual aborda la problemática de un punto de vista económico.

"Creo que el proyecto sale de esta lógica de punitividad, de cárcel, de presos o de larguemos, que son pobres, son víctimas, Sale de discusión y es un eje distinto al debate sobre seguridad. El proyecto se funda en la teoría criminológica clásica, que parte de la base de que el delincuente es un tipo que hace un análisis de costo-beneficio antes de delinquir, y si el beneficio le cierra, delinque. La teoría, por lo general, lo que se apeló siempre es aumentar el costo, y aumentar el costo era la cantidad de años por delito. Eso era lo que se ha tratado siempre, y se sigue intentando, aumentando el número de años de una pena. Tiene dificultades, hay un montón de explicaciones, pero lo que me interesa es decir que este proyecto, a cambio de aumentar el costo, lo que trata de buscar es de bajarle el beneficio", explicó Salomón.

El exdirector de la Escuela Nacional de Inteligencia señaló que el delito se mueve en un mercado de la ilegalidad y que una persona que sale a robar analiza el costo y el beneficio: "El proyecto de Maximiliano Abad, en vez de apuntar a aumentar el costo, lo que trata es de bajar el beneficio que da un mercado del robado que es muy grande en Latinoamérica en general, en Mendoza y en la Argentina en particular, que son el mercado de los teléfonos robados, el mercado de las cubiertas robadas y el mercado de las bicicletas robadas. Se roban un celular cada cinco minutos en la Argentina, cuando uno ve la cifra es tremendo. Lo que propone el proyecto es sacarle todos los impuestos de importación y los impuestos internos que tengan esos tres productos. Por ahora esos tres productos, pueden modificarse a futuro".

En esa línea, Salomón amplió: "El delito siempre busca el beneficio económico. Esto es lo que lo diferencia del terrorismo, que tiene un objetivo político. En el caso del delito, sea el crimen organizado, sean bandas criminales o sea un delincuente común y corriente, siempre atrás de eso está la intención de obtener un beneficio económico. Entonces a lo que apunta el proyecto es a que ese beneficio económico no sea bueno, no sea rentable, no sea viable para desalentar el robo en principio de esos tres productos".

Además, el especialista señaló que ante la complejidad del tema siempre se han dado las mismas respuestas, que es aumentar el costo: "Desde el 83 de la fecha, el Código Penal tiene aproximadamente mil reformas y de esas reformas la mayoría son aumentos de penas o creación de nuevos delitos y seguimos discutiendo el problema de la seguridad. La virtud que tiene este proyecto es que dice ‘cambiemos'. Esto no significa eliminar las penas, eso va por otro carril y el que delinque tiene que ir preso, pero trata de buscar la solución por otras vías".

Desde la parte práctica, el ex subsecretario de Seguridad de Mendoza explicó que si hay una sobreoferta de esos productos, el precio baja y la gente va a optar por comprar legalmente: "En ese mercado de lo robado, vos tenés una cadena de comercialización, por llamarlo de alguna manera: está el que roba el teléfono, está el que limpia ese teléfono, el que lo desbloquea y borra todo lo que tenía, está el que hace el tránsito, el transporte de esos teléfonos robados y está después el que lo vende en el mercado ilegal o legal, pues ya entran en cualquiera de los dos".

En esa línea, señaló que lo más sencillo es siempre atrapar al que roba, que es el eslabón más reemplazable: "El resto de la cadena siempre está un poco más protegida: no hay presos que se hayan dedicado a limpiar celulares y menos aquellos que participan de las redes de transporte de celulares, porque ahí ya es más difícil encontrarlo, descubrirlo, probar que participó de una organización criminal o de una cadena criminal. Esto lo que hace es desmantelar todo el circuito: desde el primer eslabón, que es el que busca el beneficio económico inmediato, hasta aquel que se dedica a la venta en el comercio legal o ilegal".

Salomón señaló que hay muchas cosas por aplicarse y que hay que salir de la lógica "del policía corriendo al ladrón": "Creo que tiene que ver un poco con el género policial, que es extraordinario en la literatura, y que tiene esa lógica del policía tratando de investigar al que cometió el crimen y nos focalizamos en ese género, en esa metodología y siempre estamos pensando la seguridad desde la perspectiva de la policía persiguiendo al ladrón. Los problemas de seguridad, se pueden abordar desde distintas perspectivas, que no quitan al policía persiguiendo al ladrón o al ladrón yendo preso".

Además, resaltó que las medidas deben estar pensadas para el contexto en el que nos encontramos: "Hay que empezar a abordarlo desde otras perspectivas, más cuando vos tenés altas tasas de criminalidad: una cosa son las medidas que se puedan tomar en países europeos, donde la tasa de criminalidad es realmente muy baja, y otra cosa es en países latinoamericanos, donde la tasa de criminalidad o el equilibrio de la criminalidad es muy alto. Entonces, lo que puede dar resultado en Europa como disuasión no va a andar acá, porque el nivel de delito es distinto".

Salomón señaló que a principios de siglo, la tasa de homicidios en Argentina era muy alta (10 homicidios cada 100.000 habitantes) y que esos números se bajaron debido al poco mercado de armas que hay en la Argentina: "Eso tiene que ver con todas las políticas contra las armas que se hicieron durante estos últimos 20 años: el plan canje, endurecer la tenencia, endurecer la portación. Hubo toda una corriente en contra de endurecer el tema armas, tanto las ilegales como las legales, y la destrucción de armas".

En esa línea, el especialista concluyó: "Esas políticas son las que hoy estamos viendo como beneficio de que esa tasa tan alta del principio del siglo, que era de 10, hoy la tenemos atrás. Estados Unidos tiene una tasa de homicidio de 5, pero tiene una gran flexibilidad para el uso de armas, en contra de los europeos, que son muy duros con el tema de armas, y la tasa de homicidio es 1. Hay otras políticas que se pueden aplicar, que inciden fuertemente en los temas de seguridad".

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