Congreso: el bloque de diputados de la UCR quedó al filo de la ruptura

La mayoría de los integrantes del bloque optaron por darle otra oportunidad a los radicales con "peluca". Sin embargo, el sector liderado por Lousteau y Manes anticiparon que podrían crear un bloque nuevo para no convivir con "topos libertarios".

El bloque de diputados de la UCR concretó su primera reunión tras la controvertida sesión en la que cinco legisladores radicales apoyaron el veto presidencial al financiamiento universitario. Aunque los sectores más críticos del gobierno de Javier Milei no consiguieron expulsar al grupo "libertario", dejaron claro su rechazo a coexistir con "topos" del oficialismo y sugirieron la posibilidad de formar su propio bloque a corto plazo.

Esta no es la primera vez que los denominados "radicales libertarios" Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier provocan un terremoto dentro de la UCR. Una situación similar se había presentado cuando respaldaron el veto a la reforma de las jubilaciones.

En esa ocasión, los sectores del partido alineados con Martín Lousteau y Facundo Manes ya habían solicitado la exclusión de la bancada. Asimismo, promovieron sanciones internas como la desafiliación, la cual aún está pendiente de resolución por el tribunal de disciplina del partido. No obstante, con el respaldo de los gobernadores y de los diputados "independientes" encabezados por Rodrigo de Loredo, el bloque logró mantenerse unido.

La semana pasada, cuatro miembros cambiaron su posición y no respaldaron la propuesta de la UCR para aumentar los salarios y fondos universitarios. En esa sesión, el diputado de Neuquén, Pablo Cervi, se abstuvo, lo que benefició al gobierno al incrementar el umbral necesario para que la oposición lograra los dos tercios requeridos. Por estos votos clave, el segundo veto de Milei permaneció en efecto.

Como ocurrió después del rechazo al incremento de las pensiones, los diputados del ala más radical exigieron ser expulsados del bloque. La decisión se postergó hasta la reunión del martes.

Para suavizar la situación, ninguno de los cinco radicales libertarios asistió a la reunión, que se realizó de manera híbrida (algunos por Zoom) y tuvo una duración de cuatro horas. 

Fue el mendocino Julio Cobos el que ofreció una nueva oportunidad a los diputados "libertarios": planteó que debían seguir dentro del bloque siempre y cuando se comprometieran formalmente a respetar sus directivas (que se deciden por mayoría). Esta posición resultó mayoritaria durante la reunión.

Del otro lado se expresaron Carla Carrizo, Mariela Coletta y Danya Tavela, Pablo Juliano y Fernando Carbajal, entre otros. No obstante, no contaban con las 17 firmas que le permitirían llegar a la mitad más uno de los votos. De hecho, la votación ni siquiera se realizó ante la evidente falta de consenso para la expulsión.

En ese sentido, confirmaron que al final de la reunión le adelantaron a sus compañeros que no están dispuestos "a convivir" con radicales "libertarios". Estas palabras fueron interpretadas por el otro sector como un aviso de que pronto llegará la fractura de la bancada.

"Vamos a analizar cuándo y cómo llevamos adelante la creación de un nuevo bloque. La decisión está tomada pero tiene que ser correctamente ejecutada con el aval de las autoridades del partido", confirmó uno de los diputados que habló durante la reunión.

Aunque este grupo reúne solo a una decena de diputados, ejerce gran influencia en los órganos del partido, dado que Lousteau preside el Comité Nacional y Gastón Manes, hermano del conocido neurocientífico, está al frente de la Convención. Se ha especulado incluso con la posibilidad de que surjan dos escenarios contradictorios: un bloque minoritario que las autoridades partidarias consideren el "oficial" y otro mayoritario compuesto por diputados que voten consistentemente con los libertarios.


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