Camas UTI: por qué es clave el 80% de ocupación que Mendoza superó hace más de un mes
El nuevo DNU establece que la ocupación de camas de terapia intensiva debe ser menor a ese porcentaje para que un conglomerado urbano como el Gran Mendoza pueda mejorar su condición sanitaria. Será clave para lo que se viene después de los 9 días de cierre total y posibles restricciones que bajen de la Nación.
Si bien el panorama está más o menos claro para los próximos 9 días, lo que vendrá después todavía es una incógnita. Aunque el gobernador Rodolfo Suarez señaló que después del 30 de mayo Mendoza volverá a las condiciones que tenía antes del nuevo DNU, no hay que olvidar que el proyecto de "superpoderes" para Alberto Fernández ya tiene media sanción del Senado y el oficialismo negocia para que tenga el aval de Diputados.
En ese contexto, vuelve a ser fundamental la condición sanitaria de los conglomerados como el Gran Mendoza, el cual anoche volvió a pasar a Alarma Epidemiológica junto a otros 7 departamentos de la provincia. La razón para la modificación fue el cambio de condiciones que estableció el Ejecutivo nacional en el nuevo DNU y que indica, entre otras cosas, que las zonas con más del 80% de ocupación de camas UTI pasan automáticamente a estar en la peor calificación sanitaria.
En el caso del Gran Mendoza desde la segunda semana de abril que se superó ese porcentaje y actualmente está en un complicado 94%. Al corto plazo es muy difícil que pueda bajar del 80% y seguro no lo hará dentro de los 9 días de cierre total.
Ese dato es fundamental porque después del supuesto breve regreso a fase 1, las condiciones que tengan los distritos en Alarma Epidemiológica podrían ser fijadas directamente por el Gobierno nacional si es que ya está aprobada en ese momento la ley de "superpoderes". Si es así, y tal como explicó Vilma Ibarra en su exposición en comisiones del Senado, si las medidas que tomen las provincias no terminan siendo adecuadas para frenar el aumento de contagios, la Nación podrá intervenir sin necesidad de un acuerdo con los gobernadores.
Eso quiere decir, por ejemplo, que después del actual DNU y el cierre total, Alberto Fernández podría avanzar con medidas en las zonas en condición de Alarma Epidemiológica por encima de las decisiones locales. En ese caso, para que eso no ocurriera, Mendoza tendría que bajar del 80% de ocupación de camas UTI, entre otros indicadores, para poder evitar que el presidente tome decisiones a nivel provincial y aplique más restricciones.
Todo esto se generó a partir del cambio que hizo anoche el Ejecutivo en el DNU reemplazando sólo una letra, una "o" en lugar de una "y", del artículo 4. El texto actual señala que "los grandes aglomerados urbanos, departamentos o partidos de más de 300.000 habitantes, seránconsiderados en SITUACIÓN DE ALARMA EPIDEMIOLÓGICA Y SANITARIA cuando la incidencia definidacomo el número de casos confirmados acumulados de los últimos CATORCE (14) días por CIEN MIL (100.000)habitantes sea igual o superior a QUINIENTOS (500) o el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensivasea mayor al OCHENTA POR CIENTO (80 %)".
Antes debían darse las dos condiciones en conjunto para estar en Alarma, ahora sólo con una de ellas por separado se cae en el peor lugar de la calificación. Claramente fue una decisión que tomó Fernández para las próximas semanas, después de la "rebeldía" algunos mandatarios y considerando que se aprueben los "superpoderes".
Mendoza subió del 80% de ocupación de camas UTI en la semana del 9 al 15 de abril, cuando saltó del 71% al 87% en sólo siete días. El mejor momento fue en la primeras semanas de marzo, cuando estuvo por debajo del 50%. Ahora la situación es muy compleja y la cantidad de casos hace pensar que no será un proceso corto para volver bajar la ocupación, por lo que Mendoza podría estar muy condicionada aún después de los 9 días de cierre total.